CONSTRUIR EL APRENDIZAJE ALINEANDO LA ENSEÑANZA

CONSTRUIR EL APRENDIZAJE ALINEANDO LA ENSEÑANZA: ALINEAMIENTO CONSTRUCTIVO

Biggs nos dice que la manera de enseñar se basa en el conocimiento que tenemos acerca de la manera de aprender de nuestros estudiantes. Entendiendo por este el resultado de la actividad constructiva en donde la enseñanza será eficaz cuando esta apoye las actividades adecuadas para lograr objetivos específicos, generando así en los estudiantes a que adopten un aprendizaje profundo. El alineamiento constructivo centra su atención a dos principios del constructivismo, que son: aprendizaje y alineamiento en la enseñanza. Es el resultado de la comparación de los aprendizajes obtenidos a partir de los diferentes modelos educativos que a continuación se describen:

1.- Lo que el estudiante hace; donde el aprendizaje que se obtiene es solo superficial, está basado en la enseñanza tradicional, donde alumno se encuentra en las aulas esperando obtener todos los conocimientos del maestro; es un actor pasivo, capta todo lo que el maestro dice y no participa, no tiene iniciativa y tampoco concreta o estructura un pensamiento que lo lleve a obtener la solución de un problema. En este tipo de aprendizaje el alumno tiene la intención de liberarse de la tarea con el mínimo esfuerzo, aunque dando la sensación de satisfacer los requisitos. Lo que sabemos es que en las actuales condiciones de enseñanza se opta por un enfoque superficial. A menudo, los enfoques de enseñanza y de evaluación promueven este tipo de enfoque porque no están alineados con respecto a las metas de la enseñanza de la materia. La presencia de un enfoque superficial es, pues, una señal de que hay algo que no va bien en nuestro sistema de enseñanza o en nuestros métodos de evaluación.

2.- Lo que hace el profesor; en esta clasificación del aprendizaje el profesor utiliza generalmente los paradigmas de la enseñanza, donde adopta una forma tradicionalista de poder enseñar de manera metódica: facilitar detalles, sin presentar la estructura específica del tema o materia, valorar datos independientes, como se hace con frecuencia cuando se utilizan respuestas cortas y exámenes de opción múltiple, presentar poca motivación por su quehacer docente, y por ende por su materia, viendo con ello, poco rendimiento en su salón de clases, no le dedica el tiempo suficiente a su tarea, acentuando su interés en la conclusión del programa sin importarle a que nivel de comprensión llegó con sus alumnos, con todo lo anterior tenemos a un docente desmotivado que no sabe el quehacer en su centro de trabajo, no tiene la capacidad de entender el porqué de su labor, en esta noble tarea que es la docencia.

3.- Lo que hacen los estudiantes: Este es el nivel de aprendizaje requerido para los estudiantes: Es un aprendizaje con un enfoque profundo, el cual, procede de la necesidad sentida de abordar la tarea de forma adecuada y significativa, de manera que el estudiante trate de utilizar las actividades cognitivas más adecuadas para su desarrollo, de manera que el estudiante trate de utilizar las actividades cognitivas más apropiadas para desarrollarla. Los caminos propios del enfoque superficial carecen de sentido alguno. Cuando los estudiantes tienen la necesidad de saber, procuran concentrarse en el significado subyacente: en las ideas principales, temas, principios o aplicaciones satisfactorias. Esto requiere un sólido fundamento de conocimientos previos relevantes, de manera que los estudiantes que necesitan saber tratan naturalmente de aprender los detalles, así como de asegurarse que comprenden. Cuando se utiliza el enfoque profundo para realizar una tarea, los estudiantes tienen sentimientos positivos: interés, sentido de la importancia, sensación de desafío e incluso de euforia. Aprender es un placer. Los estudiantes llegan con preguntas para las que quieren respuestas y, cuando las respuestas son imprevistas, mejor aún. (Biggs, 2005:35)

Describiendo los tres niveles anteriores Biggs (2005) llega a la formulación del alineamiento constructivo, el cual hace una reflexión sobre nuestra forma de enseñar, consiste en basar nuestro pensamiento en lo que sabemos acerca de la forma de aprender de los estudiantes. El aprendizaje es el resultado de su actividad constructiva, de modo que la enseñanza es eficaz cuando apoya las actividades adecuadas para alcanzar los objetivos curriculares, estimulando, por tanto, a los estudiantes para que adopten un enfoque profundo del aprendizaje; una enseñanza y una evaluación de baja calidad se traducen en un enfoque superficial, en el que los estudiantes utilizan actividades de aprendizaje inadecuadas y de orden inferior. Un buen sistema de enseñanza alinea el método y la evaluación de la enseñanza con las actividades de aprendizaje establecidas en los objetivos, de manera que todos los aspectos de este sistema están de acuerdo en apoyar el adecuado aprendizaje del estudiante. Este sistema se denomina alineamiento constructivo, basado en los dos principios del constructivismo: aprendizaje y alineamiento en la enseñanza.

Para explicar lo anterior Biggs (2005) propone un sistema de equilibrio interactivo llamado 3p, el cual consiste, en señalar tres puntos temporales en los que se sitúan los factores relacionados con el aprendizaje: pronóstico, que es antes de que se produzca el aprendizaje; proceso, durante el aprendizaje, y producto o resultado del aprendizaje (de ahí la denominación de modelo «3P»).

Los factores del pronóstico son de dos tipos:

1. Dependientes del

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