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Competencias Comunicativas


Enviado por   •  23 de Marzo de 2014  •  1.120 Palabras (5 Páginas)  •  188 Visitas

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UNA PEQUEÑA HISTORIA DE AMOR

Luego de una tediosa jornada de clases en la Universidad salgo en silencio pensando, decidiendo si caminar por el parque más cercano o simplemente realizar mi rutina diaria de ir a mi casa. Veo como la gente se mueve, como pasan por mi lado imaginándose alguna triste historia de mi vida al ver mi cara o simplemente pasando sin siquiera ver que estoy allí parada, mirando como cada quien sigue con su vida, como cada persona tiene su propia historia y sus propios problemas, sin detenerse un segundo a pensar en cómo la están pasando los demás a su alrededor. Quizás imaginan que debo ser un solitaria chica aburrida de su día a día, pero en realidad soy una romántica sin remedio, esperando por un príncipe que creo nunca llegará y que solo se refugia leyendo y escribiendo en su solitaria habitación con solo sus pensamientos como compañía.

Y entonces, finalmente decido cambiar mi rutina y camino al parque a observar, simplemente veo como la gente es feliz, como están en su burbuja de felicidad, donde todo se ve perfecto y no se dan cuenta de la triste realidad de los demás, veía como los niños corrían y jugaban felices ajenos a todo problema con el mundo o las situaciones actuales, los amantes se demostraban su amor, sin saber que nada dura para siempre y todo lo que comienza algún día tiene que terminar, las mujeres embarazadas en la espera de poder conocer su pequeño o pequeña, el cual cuando llegue alegrará su vida, los ancianos como cuentan sus impresionantes historias de cuando eran jóvenes o todas las experiencias que han tenido a lo largo de su vida, o como conocieron el amor de su vida, esos amores que sí duraban y de los que ya no se ven.

Y fue en ese momento, cuando mientras observa y analizaba la gente que estaba a mi alrededor lo vi, allí sentado sólo igual que yo, observando a la nada, con su mirada fría e inexpresiva, lo observe tan solo un segundo, su perfecto rostro, su cabello castaño claro, sus hermosos ojos azules destellantes de frialdad, pero en ese instante en que lo observaba levantó su mirada hacia mí, haciéndome sentir como todo mi cuerpo temblaba y mis mejillas se encendían como llamas en un incendio intencionado por aquellos fulminantes ojos.

Mis mejillas enrojecieron a un estado descomunal, lo sentía, las sentía arder. Sentí como poco a poco mi vista se nublaba y mis oídos se mudaban ante el sonido de la realidad. En ese segundo solo éramos él y yo, quien me observaba con una ceja levantada, interrogante, mientras yo escasamente podía sostener la mirada en esos hermosos ojos.

Estaba hipnotizada admirando su belleza que no note en qué momento se había puesto en pie y venia caminando hacia mí, el me observaba de manera expectante, estudiando mis ojos, yo lo hacía igual, pero con una mirada más nerviosa y torpe.

Él se sentó junto a mí, entonces lentamente me levante para marcharme, pero justo antes de alejarme lo observe un poco más y me dispuse a irme…

-¿Qué haces?- pronunció una melodiosa voz, una voz dura y fría, pero a la vez melodiosa que a mi parecer era la más hermosa que había escuchado y hasta podría decir que sexy.

Yo me volteé y lo observé sorprendida y colorada. Él me observaba serio, con el ceño fruncido. Estaba tan nerviosa

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