DESARROLLO MOTRIZ DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
jogiker16 de Diciembre de 2014
4.702 Palabras (19 Páginas)248 Visitas
En este trabajo se abordara el tema del desarrollo motriz del niño y el adolescente, mencionando así las principales características en cuanto al desarrollo que tiene el niño desde sus primeros meses de vida hasta la etapa de la adolescencia.
Para poder apreciar cuando hacen su aparición las diferentes adquisiciones motrices, creemos que lo más oportuno será ir describiendo la evolución de la motricidad del niño en los seis primeros años de su vida. De esta forma, al ir analizando este desarrollo, podremos entender mejor las sucesivas adquisiciones motrices y su mayor nivel de complejidad.
Estas escalas no son más que una aproximación a la evolución motriz del niño en cada edad; sirve para orientarnos acerca de cómo va evolucionando su motricidad, pero en ningún momento debemos considerarlas como directrices absolutas, ya que cada niño sigue un proceso madurativo diferente.
Los seis primeros años de vida están estrechamente relacionados con el surgimiento de una abundante variedad de habilidades motrices gruesas y finas, a partir de las reacciones originarias.
La velocidad de perfeccionamiento en cualquier habilidad depende, en gran medida de la capacidad del organismo para anticipar las respuestas mediante adecuados ajustes posturales compensatorios.
Habiendo adquirido las habilidades posturales y mecanizadas, permiten la preparación fundamental para el desarrollo de las habilidades superiores y más refinadas en los años posterior.
1. Escalas del desarrollo motriz de 0-1 año de vida.
1.2. Recién nacido:
El recién nacido se caracteriza por su disminución de la tensión o del tono muscular, o de la tonicidad de un órgano, tanto a nivel de la cabeza como del tronco. Al sentarlo, la cabeza cae hacia atrás y manteniéndolo en esta posición de sentado, la espalada se curva hacia adelante, debiendo a esta ausencia de hipotonía.
En posición tendida supina no puede extender los miembros superiores e inferiores. En posición tendida supino pone las rodillas debajo del abdomen recordando la postura fetal. La reacción de esta postura hace que la pelvis se levante y mantenga la postura con los brazos flexionados no pudiendo levantarla.
En esta etapa de vida responde al “reflejo arcaico” de “prensión palmar o reflejo de grasping”
Las diversas adquisiciones motrices en la etapa del niño, en los tres grandes aspectos de organización de la motricidad (control y conciencia corporal, locomoción y manipulación).
1.3. Primer mes de vida.
El niño aún presenta una escasa tonicidad en cabeza u tronco. Estas actitudes posturales se aprecian cuando se sostiene al niño sentado.
Con el bebé tumbado en postura supina, predomina la hipertonía en los músculos flexores de los miembros tanto superiores como inferiores, aunque se observa menos rigidez que el recién nacido. En decúbito prono, las rodillas siguen flexionadas sobre el vientre, aunque algo más retrasadas, síntoma de su menos hipotonía, en esta posición es capaz de levantar el mentón unos instantes.
En cuanto a la manipulación, sigue manteniéndose el reflejo de Grasping, las manos predominada mente cerradas. Los contactos boca-mano, son el resultado de movimientos ocasionales del brazo y la cabeza.
1.4. Segundo mes de vida.
En tono en cabeza y espalda es todavía débil por lo que al llevarlo a la posición de sentado la cabeza cae todavía atrás. El reflejo de Moro se mantiene, aunque el reflejo tónico cervical o reflejo del esgrimista comienza a superarse.
En posición prono la cabeza ya puede levantarse unos 45° y los antebrazos se apoyan en el suelo en esta posición, en esta misma postura, el niños va superando la excesiva flexión de las piernas, permaneciendo ya en semiflexión; la pelvis empieza a apoyarse y las piernas a extenderse.
A nivel manipulativo, el reflejo de pensión es más discreto, manteniéndose la mano abierta con más frecuencia. A esta edad se dan las primeras relaciones claras entre visión y la manipulación, en relación a su visión, puede seguir unos 180° a un objeto grande que se desplace cerca de él. Gira la cabeza a los estímulos sonoros y responde con movimientos a los sonidos.
1.5. Tercer mes de vida.
Sosteniendo al bebé sentado, ya puede mantener la cabeza erguida aunque la zona lumbar es todavía débil.
En posición prono, mantiene los segmentos superiores e inferiores más extendidos, en esta misma posición apoyado en los antebrazos, ya puede elevar la cabeza de 45° a 90°. En posición supina, el bebé mantiene las piernas semiflexionadas apoyando la punta del talón sobre la superficie donde se encuentra tumbado. En esta edad comienza a interesarse por su cuerpo; es la edad de mirarse las manos.
El niño agita todo su cuerpo, asociando los movimientos de los pies y de los brazos a gritos de alegría, también realiza ocasionalmente rotación del cuerpo hacia uno de los lados. En cuanto a movimientos manipulativos, el niño orienta la mano a los objetos, todavía sin alcanzarlos de forma precisa, aunque adquiere prensión al contacto.
1.6. Cuarto mes de vida.
En posición prono, con los antebrazos apoyados en el suelo puede elevar la parte interior del tronco elevando la cabeza hasta 90°, este aumento de fuerza le permite que cuando se le lleva de tumbado supino a sentado, la cabeza se mantenga erecta acompañando al cuerpo.
Adquiere mayor control sobre los músculos abdominales, le permite girar sobre un costado, es capaz también de darse la vuelta si está tumbado boca abajo y viceversa; es decir de posición dorsal a ventral.
A nivel manipulativo, el niño puede mantener un objeto en su mano y mirar a otro objeto. Los objetos le duran poco en las manos ya que no adapta demasiado bien la fuerza con la que agarra.
1.7. Quinto mes de vida.
El niño ya participa activamente en el movimiento al llevarlo a la posición de sentado, realiza movimientos compensatorios e la cabeza al llevarlo de postura supino a sedente. En posición ventral, puede levantar la cabeza y el tronco apoyado en los antebrazos, pudiéndolos llevar hacia atrás, en posición supina realiza movimientos de pataleo, le gusta agarrarse el pie, la rodilla y juntarse las palmas de sus pies.
En cuanto a la manipulación, podemos hablar de la aparición de la prensión voluntaria.
1.8. Sexto mes de vida.
El niño puede mantener la posición de sentado unos instantes sin ayuda, normalmente se ayuda de sus brazos para mantener la postura sedente, está postura que es la primera conquista hacia la verticalidad, le permite al niño tener una visión más global del entorno. La espalda se endereza cada vez más, adquiere mayor autonomía en sus movimientos.
En posición ventral, puede elevar tronco y cabeza apoyándose solo de sus manos, en posición dorsal, es capaz de separar cabeza y hombros del plano horizontal.
En relación con la manipulación, ya domina la presión global voluntaria, aunque no de forma muy precisa, es capaz de coger dos cubos uno en cada mano, puede golpear y agitar un sonajero.
Manteniéndolo de pie, soporta gran parte del peso de su cuerpo y puede realizar pequeños saltitos que obedecen más a estereotipos rítmicos que a la capacidad de saltar.
1.9. Séptimo mes de vida.
El niño tiene ya la suficiente fuerza a nivel de cabeza y tronco como para mantenerse sentado si ayuda algunos instantes. En esta postura se da el reflejo de paracaidista, consiste en tener las manos hacia adelante cuando siente perder el control postural para no caer. La flexibilidad del tronco le permite poderse inclinar para poder coger objetos, en cuanto a manipulación en posición prono, puede separar un brazo del suelo, para coger un pequeño objeto.
En cuanto a la manipulación, en posición prono, puede separar brazo del suelo, para coger un pequeño objeto; los pasa de una mano a otra y le gusta golpearlo contra el suelo, como una reacción auditiva-manual.
1.10. Octavo mes de vida.
Mejora la postura de sentados, al mejorarla el tono de los músculos dorsales pudiendo mantener el tronco erguido por periodos indefinidos. El niño gira tumbado perfectamente hacia los lados, desde esta edad comienza los esfuerzos por gatear, moviéndose con frecuencia hacia atrás en su esfuerzo por avanzar.
En cuanto a la manipulación, el dedo índice comienza a participar en la prensión, cuando tiene dos objetos en las manos, puede dejar uno de ellos para coger un tercero, le gusta hacer sonar objetos, golpearlos entre ellos y tirarlos.
1.11. Noveno mes de vida.
El niño ya puede mantenerse sentado solo, durante un tiempo considerable. Puede inclinarse desde esa posición hacia adelante y recuperar el equilibrio.
La forma de gatear del niño, no puede considerarse estandarizada, gatea sobre las cuatro extremidades, o sentado impulsándose sobre los talones, o desplazándose sobre una cadera utilizando las dos manos y el pie del otro lado para impulsarse. Con respecto A la manipulación, el niño ya realiza la prensión en pinza superior; puede coger un objeto entre la base del pulgar y el índice.
1.12. Décimo mes de vida.
En lo referente a control postural el niño ya es capaz de mantener la espalda completamente recta y alineada con la cabeza. Con 10 meses el niño alude la horizontalidad, rodando o levantándose por sí solo a la posición sedente, desde la cual puede girar en varias direcciones. Sigue utilizando el gateo como medio de locomoción preferente, utilizando manos y rodillas en primera instancia, y luego manos y pies.
En cuanto a manipulación, la prensión
...