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DIBUJOS EN NIÑOS


Enviado por   •  6 de Octubre de 2012  •  3.340 Palabras (14 Páginas)  •  430 Visitas

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DIBUJOS EN NIÑOS

MARCO REFERENCIAL:

El problema de investigación escogido para trabajar puede ser abordado desde diversos enfoques de la psicología que permiten dar respuesta a las inquietudes generadas, como por ejemplo, desde el conductismo, que con la teoría de apego, la reducción del impulso y el condicionamiento operante de conductas en el niño tales como sonreír, intenta explicar comportamiento complejos. No empero, estos postulados aunque similares a los de Spitz se diferencian en que no explican el por qué, ni la forma en que los lazos establecidos en la infancia perduran aun cuando la figura de apego este ausente (por momentos) y no puede satisfacer las necesidades básicas ni proporcionar un “refuerzo social”. El análisis de las diferentes estas y otras teorías, nos llevaron a tomar la decisión de apoyarnos para este trabajo en el marco teórico ofrecido por teóricos inmersos en la psicología del desarrollo, que tienen una formación psicoanalítica, ya que estos ofrecen un modelo mucho más enriquecedor que los conductistas.

El psicoanálisis ha tenido una participación indiscutiblemente importante en la psicología, proponiendo, en lo concerniente a la infancia que, una buena interacción entre madre-hijo tiene un efecto determinante en el desarrollo de la personalidad del sujeto, que tiene como aspecto fundamentales la seguridad emocional y dominio cognitivo. Autores como Spitz, se une al postulado de Freud sobre la teoría del impulso secundario.

FORMACIÓN DE LA REPRESENTACION DEL YO

La construcción de sujeto inicia en la más temprana infancia; genéticamente el bebé esta equipado para establecer interacciones de tipo social y afectivo con su entorno. Lo anterior le proporciona condiciones necesarias para su reorganización y establecimiento como sujeto, solicita experiencias significativas sobre las cuales construir las propias, requiere interacciones intersubjetivas que representen un reconocimiento mutuo. El bebé aparte de solicitar atención a sus necesidades básicas (alimento, abrigo, limpieza etc.) requiere ser investido, especialmente por la persona que le prodiga cuidados, en este orden de ideas Maria Eugenia Villalobos expresa, “...Las investigaciones actuales en torno a las interacciones entre el bebé y su madre, permite comprender mejor como las representaciones que el sujeto se hace de sí mismo... se instrumentan desde su más tierna infancia, se actualizan y se realizan en la relación, el niño organiza una imagen de sí vinculada a las formas de relación que con el se establece, construye en las relaciones una imagen de su propio valor al mismo tiempo que reconoce el valor de otro” (Villalobos 1994).

El infante, durante el tiempo en que empieza a conocer su mundo y a diferenciarse de todo aquello que lo rodea, necesita de la estimulación de sus cuidadores así como también del establecimiento de una relación afectiva que le brinde posibilidades, permitiéndole sentirse amado y resguardado por sus padres o cuidadores. La importancia de los cuidados que se les deben ofrecer radica en que, le permiten construirse como sujeto diferenciado de los otros. Sin embargo, cuando las relaciones se caracterizan por situaciones de descuido, deficiencia del medio y negligencia en aspectos como la estimulación física (actividades que desarrollen sus competencias sensorio-motrices) y el desarrollo psíquico, el infante puede verse afectado en su desarrollo (como el retardo de los movimientos, del desarrollo del lenguaje, de las posibilidades de aprendizaje, de la expresión afectiva, en el peor de los casos). Lo anterior le asigna al adulto la responsabilidad de ofrecerle al niño los elementos necesarios para su normal desarrollo, pues este es el primer socializador, quien mediatizara los estímulos que vienen de parte del medio.

La proyección

Teniendo en cuenta que cualquier manifestación creativa en el hombre lleva la impronta o el sello especifico de sus conflictos o necesidades, los métodos proyectivos para estudiar las diferentes motivaciones han resultado muy eficaces a la hora de expresar determinantes profundas y quizá inconscientes de la expresión de la individualidad, las cuales no se manifiestan a través de una comunicación verbal o mediante cualquier otra forma directa, para Machover cuando a un sujeto se le solicita que realice un dibujo de una persona, se encuentra ante un proceso de selección que implica la identificación a través de la proyección y la introyección, de manera que el dibujo de una persona, al involucrar una proyección de la imagen del cuerpo, constituye un vehículo natural para la expresión de las necesidades y conflictos de nuestro cuerpo y la psiquis.

La interpretación

Los conceptos que sirven de base para el análisis del dibujo, se desprenden desde la teoría psicoanalítica, su formulación se debe mucho a los métodos proyectivos ya establecidos para el análisis de la personalidad mediante esta teoría. Según Machover la figura dibujada constituye la misma persona, y el pliego corresponde al medio ambiente, de manera que el proceso de dibujar la figura humana es para el sujeto, representa no solamente un aspecto de habilidad grafica sino que involucra la proyección de sí mismo en los diferentes significados y actitudes del cuerpo humano que han sido representados en la imagen de este, de manera que el analista de los dibujos debe centrar su análisis en lo que el sujeto ha consignado en este, permitiéndole una mayor exactitud en la interpretación de los diferentes aspectos que reflejan a menudo los problemas de la vida real y la conducta del individuo que dibuja, de ahí que sea necesario considerar en el análisis las proporciones de cada parte del cuerpo, si se dejan algunos rasgos incompletos, el tipo, proporción de detalles y el área de concentración de estos, la forma en que dispuso la línea media y sobre todas las cosas se debe tener muy en cuenta el animo, sentimientos etc. que presenta la cara del dibujo.

Juego Cooperativo

Piaget hace la distinción entre dos tipos de juegos: Por un lado se encuentra el juego egocéntrico caracterizado porque la interacción con del niño con el medio y los otros se establece egocéntricamente. Para Piaget, los niños en etapa egocéntrica, en un contexto de juego no establecen contacto entre sí, cada uno juega en su espacio y no establecen juegos que requieran la participación de todos para que se pueda dar. Durante el juego egocéntrico la interacción es poca y el contacto verbal es limitada en tanto que no se establece un verdadero dialogo. Después de este estadio egocéntrico, (aprox. desde

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