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Didactica


Enviado por   •  11 de Julio de 2014  •  2.922 Palabras (12 Páginas)  •  201 Visitas

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DIDACTICA MAGNA

Juan Amós Comenio

Elaboró: José Antonieto Vázquez Gordillo.

La editorial Porrúa edita esta obra en español en 1922, en el año 2007 publica la 17ª edición, a continuación se hará una pequeña reseña del prólogo que hace a este libro Gabriel de la Mora.

Esta obra significa:

El que la pedagogía pasa a ser Ciencia de la Educación y el Pedagogo, un profesional.

El niño ahora será el centro del fenómeno educativo.

Precursor del actual Jardín de Niños, pues quiso que cada hogar fuera una escuela materna.

Precursor de la ONU y la UNESCO, ya que quería a la humanidad como una sola familia, con una sola lengua, una misma educación y un solo gobierno. “Consideraba a la educación como uno de los medios más importantes para establecer una mejor comprensión de los pueblos” (ONU, Resolución 2412).

Juan Amós Comenio nació en Nivnice, Checoslovaquia, el 28 de marzo de 1592. Fue bautizado en la Hermandad Morava, iglesia evangélica. El nombre de Juan, lo llevó en honor de Juan Hus (reformador checo del siglo XIV). Amós es un apellido de ascendencia judía. Comnio es un vocablo latinizado de Komenshy ( de la localidad Komna de donde era oriunda la familia). Queda huérfano a los doce años. Por su relevancia como estudiante, es becado para estudiar.

Influyeron en su pensamiento, Ratke, pedagogo alemán que escribió el “Memorial” en el que expone un nuevo método de enseñanza. También Copérnico con su heliocentrismo que convirtió en paidocentrismo. Hizo métodos para aprender idiomas, con frases y hasta posteriormente, las reglas. La gente acudía junto con sus hijos a las clases, era un promotor de la comunidad.

Su método activo comprende:

1°- Comprender, para lo que explicaba la lección.

2°- Retener, para ello ayudaba a los alumnos a que ellos mismos elaboraran los conceptos explicados.

3°- Aplicar, realizaba ejercicios en sosas prácticas de la vida.

Recibió el Orden Sacerdotal a los veinticuatro años de edad. En Fulnek lo nombraron obispo de la Hermandad Morava y Rector del Colegio Alemán.

En 1620 Carlos V invadió Fulnek para destruir el protestantismo, Comenio se tuvo que refugiarse en los bosques dejando a Magdalena de Fulnek, su esposa y su hijo. Poco después murió su esposa al dar a luz, también murieron sus hijos y quemaron sus libros.

Se estableció en Polonia, contrajo nupcias con su amanuense Dorotea, estuvo bajo la protección del conde Leszcz Leszczynski. Fue a Inglaterra y a Suecia, ahí fue su alumna la reina Cristina en estudios lingüísticos e inició la reforma educativa en ese país. Conoció a Descartes en la ciudad sueca de Leyden.

Por razones económicas escribió manuales y libros de texto, y no llegó a escribir la enciclopedia Pansófica como le sugerían en Inglaterra.

En 1645 convocó al Congreso de Torun para unificar a todos los hombres. No resultó y creó una reacción nacionalista sueca que lo hizo volver a Checoslovaquia en donde se dedica nuevamente a la docencia, ahora introduciendo el teatro como recurso auxiliar de la docencia. Una de sus obras fue “Orbis Pictus”, primer texto de educación audiovisual.

En 1654, Comenio vuelve a Leszno, donde lo retiene la Hermandad, los polacos invadieron esa ciudad y tuvo que huir nuevamente, en esta desgracia se perdieron manuscritos valiosos. Después de varios años el holandés Lorenzo de Greer, lo recibió en Ámsterdam. Ahí escribió las “Obras Didácticas Completas” que dedicó a su mecenas, incluía la “Didáctica Magna”.

Después de la guerra entre Holanda e Inglaterra, para buscar la paz, se realizó la Junta de Breda, a la que Comenio envió una ponencia titulada “El ángel de la paz” en donde manifiesta la importancia de ese tratado de paz, para beneficio de toda Europa y en especial de Checoslovaquia. En ella afirmaba “Si todos somos conciudadanos de un mundo en donde los hombres se unen en conjuntos cada vez más grandes, ¿qué nos impide esperar que algún día logremos constituir una comunidad duradera, bien organizada, unida por los lazos de una ciencia común y unas mismas leyes?”.

Murió un 15 de noviembre de 1670, a los 78 años, dejando múltiples obras, entre ellas:

La escuela materna (1631): La educación por la madre durante los seis primeros años. Precursor de los jardines de niños a los que él les dio ese nombre.

La puerta abierta a la sabiduría (1637): El científico es erudito, acumula conocimientos, el sabio es contemplativo, rumia lo conocido.

El aprendizaje del latín: inicia con frases, después las reglas.

La Didáctica Magna (1627-1630): Primer manual de la técnica de la enseñanza, basada sobre principios científicos, que hacen a la educación una ciencia.

Resumen y comentarios del libro: Didáctica Magna de Juan Amós Comenio.

En los primeros cuatro capítulos trata de la dignidad humana y la trascendencia del hombre a una vida eterna después de la muerte, dando fundamentos teológicos. Aún cuando no se esté de acuerdo con esa fundamentación, sí debemos tener en cuenta previo a un pronunciamiento pedagógico, cuál es nuestra concepción de hombre, si educar es conducir a una persona, debemos definir hacia dónde se le conducirá.

En el capítulo V, titulado: “La Naturaleza ha puesto en nosotros la semilla de los elementos antedichos (erudición, virtud y religión)”, además de la divinidad, hace referencias a la naturaleza y cita además de textos bíblicos, a clásicos griegos y romanos, así como a Luis Vives (1492-1540) iniciador del humanismo español, con este autor se identifica por su tendencia a la paz y optimismo respecto a la naturaleza humana.

Afirma que “Es inmanente en el hombre el deseo de saber, y no solamente tiene tolerancia en los trabajos, sino inclinación a ellos. Resulta esto de un modo visible en la primera edad y no nos abandona durante toda la vida.”

Para fundamentar este tipo de afirmaciones recurre a una argumentación más secular, nos dice: “Los ejemplos de quienes se instruyen por sí mismos demuestran con toda evidencia que el hombre puede llegar a investigarlo todo con el solo auxilio de la Naturaleza.”

Para Comenio, el hombre no solamente tiene una inclinación natural a saber, sino que su capacidad de saber “…jamás hallará término, porque es ilimitado.”

Su optimismo sobre la naturaleza del hombre lo lleva a concebir una tendencia natural hacia la virtud y basa su argumentación en la razón: “Dos son las razones en que nos fundamos para asegurar que son innatas en el hombre ciertos gérmenes de virtud: primero, que el hombre se complace con la armonía, y segundo, que el mismo hombre no es sino armonía por dentro y por fuera.”

Puede haber autores que también basándose en citas bíblicas planeen el que la naturaleza humana tiende a la maldad, el optimismo sobre la naturaleza humana de Comenio, más que una inspiración en textos sagrados, busca el sostener su propio pensamiento con argumentos teológicos.

En el capítulo VI, titulado: “Conviene formar al hombre si debe ser tal”, plantea los casos de “niños salvajes”, criados fuera de una sociedad humana, para fundamentar que el hombre debe ser educado en la sociedad y una cultura. Concluye este capítulo afirmando: “Quede, pues, sentado que a todos los que nacieron hombres les es preciso la enseñanza, porque es necesario que sean hombres, no bestias feroces, no brutos, no troncos inertes…”

Está convencido de que la niñez es una etapa privilegiada para la educación, al capítulo VII, lo llama: “La formación del hombre se hace muy fácilmente en la primera edad, y no puede hacerse sino en esta”.

En síntesis, para él, las metas de la educación serán el formar n hombre racional, sabio, honesto y piadoso, que reserva sus sentidos a la “contemplación de las cosas, lo cual tiene mucho que conocer, experimentar y conseguir.”

Para lograr esto es importante aprovechar la primera edad: “El que pretenda ser buen escribiente, pintor, sastre, artesano, músico, etc., debe dedicarse al arte en la primera edad, durante la cual la imaginación es ágil y los dedos flexibles; de otra manera jamás llegará a serlo.”

En cuanto al momento adecuado para lograr los conocimientos con solidez y estabilidad, es durante la primera edad, de otra manera habrá espacio para cosas vanas y aun nocivas.

En el capítulo VIII “es preciso formar a la juventud conjuntamente en escuelas”, explica que la responsabilidad natural para educar a la juventud son los padres, sin embargo, por razones prácticas, desde la antigüedad se han abierto escuelas y se ha establecido que “…personas escogidas, notables por el conocimiento de las cosas y por la ponderación de costumbres, se encargasen de educar el mismo tiempo a los hijos de otras muchas. Y a estos formadores de la juventud se llamaron preceptores, maestros, profesores…”

Fundamenta el que se eduque a la juventud conjuntamente: “…es mucho mejor que se eduque a la juventud reunida, porque el fruto y satisfacción del trabajo es mayor cuando se toma el ejemplo e impulso de los demás.”

El capítulo IX se titula: “Se debe reunir en las escuelas a toda la juventud de uno y otro sexo. Expresa ideas que para su tiempo se nos antojan avanzadas, ya que en fechas posteriores a la publicación de su obra, se han sostenido ideas y hechos, contrarios a los principios que nos presenta Comenio. Inicia este capítulo afirmando: “Lo que a continuación expondremos nos demostrará cumplidamente que no sólo deben admitirse en las escuelas de las ciudades, plazas, aldeas y villas a los hijos de los ricos o de los primates, sino a todos por igual, nobles y plebeyos, ricos y pobres, niños y niñas.

En primer lugar, porque todos los que han nacido hombres lo fueron con el mismo fin principal, a saber para que sean hombres; esto es, criaturas racionales…”

Este derecho a la educación también lo sostiene para quienes tienen discapacidad intelectual: “…Por lo mismo que hay quien es de naturaleza más tarda o perversa, hay que ayudarle más para que en lo posible se vea libre de su brutal estupidez […] la experiencia atestigua que muchos tardos por naturaleza han llegado a dominar la ciencia de las letras de tal modo que han aventajado a los de mayor ingenio; con gran verdad exclamó el poeta: todo lo vence el trabajo continuado.”

Actualmente, el lema de la exitosa compañía Mc Donald´s, en un cartel llamado “Sigue adelante” dice algo que parecería recién ideado, pero guarda gran paralelismo con lo escrito por Comenio hace más de tres siglos. El texto publicado por esta trasnacional nos dice:

Nada en el mundo puede sustituir a la perseverancia.

No el talento; no hay nada más común que hombres de talento sin éxito.

Ni el genio; el genio sin recompensa está en boca de todos.

Ni la educación; el mundo está lleno de fracasados educados.

Sólo la perseverancia y la determinación son omnipotentes.

Esta idea aplicada a la educación de los menos dotados intelectualmente o con otras discapacidades, se antoja “omnipotente”, como la fuerza de la constancia y determinación de Comenio.

“No existe ninguna razón –escribe más adelante- por la que el sexo femenino deba ser excluido en absoluto de los estudios científicos…” Estas ideas las defiende al final del capítulo con lucidez y emotividad: “Si alguno dijera: ¿Qué va a ser esto si se hacen literatos los artesanos, los campesinos, los gañanes y hasta las mujercillas? Respondo: Ocurrirá que formada de un modo legítimo esa universal instrucción de la juventud, a nadie han de faltarle ideas para pensar, desear, conseguir y obrar el bien; todos sabrán en qué hay que andar y cómo proteger la posición de cada uno…” (Añade algunas consideraciones más de tipo teológico).

El capítulo X lo titula: “La enseñanza en la escuela debe ser universal”. Afirma que se debe enseñar a todos, y para sostener este principio argumenta: “…todos los que hemos venido a ese mundo, no sólo como espectadores, sino también como actores, debemos ser enseñados e instruidos acerca de los fundamentos, razones y fines de las más principales cosas que existen y se crean […] durante nuestro paso por el mundo, que no sea tan desconocido que no lo podamos juzgar modestamente y aplicarlo con prudencia a su uso cierto sin dañoso error”.

Señala tres facultades del hombre que tienen que educarse: la voluntad, el entendimiento y la memoria. Las tres facultades deben cultivarse armónicamente. Prevé una enseñanza general a los jóvenes aunque algunas cosas “…hayan de ser después de mayor uso para unos que para otros”.

En el capítulo XI. “Hasta ahora hemos carecido de escuelas que respondan perfectamente a su fin”, cita a Lutero cuando en el 1525, exhortó a las ciudades del Imperio para que erigiesen escuelas, exigiendo dos requisitos:

Primero: “Que en todas las ciudades, plazas y aldeas se creen escuelas para educar a toda la juventud de uno y otro sexo; de tal manera, que aun aquellos que estuviesen dedicados a la agricultura o a los oficios, acudiendo a la agricultura o a los oficios, acudiendo diariamente a la escuela durante dos horas, se instruyesen en letras, costumbres y religión.”

Segundo: “Que se establezcan las escuelas con algún método, mediante el cual, no sólo no se les hagan huir de los estudios, sino que, por el contrario, se les atraiga con toda suerte de estímulos; y conformes, dice, que no experimenten los niños menor placer en los estudios que el que gozan jugueteando el día enero a las nueces, la pelota o la carrera.”

“En cambio –dice Comenio- vemos todo lo contrario, puesto que todavía no se han creado escuelas en las localidades pequeñas, aldeas o lugares.

Donde existen escuelas no son justamente para todos, sino para algunos pocos, los más ricos, en realidad; porque siendo caras, los pobres no son admitidos a ellas…”

Siglos después en México, el Lic. Benito Juárez, siendo gobernador del Estado de Oaxaca, en 1848 durante un informe de gobierno, afirmaba “…No obstante que la instrucción es gratuita, hay menos concurrencia de niños que la que era de esperarse, atendida la población; de manera que, aunque se multipliquen el número de escuelas y cátedras en un grado excesivo, dotadas completamente, habrá siempre escasez de alumnos, mientras no se remueva la causa que, especialmente en nuestro Estado, impide la concurrencia de los niños a la enseñanza. Esa causa es la miseria pública. El hombre que carece de lo preciso para alimentar a su familia, ve la instrucción de sus hijos como un bien muy remoto, o como un obstáculo para conseguir el sustento diario […] Quítesele las trabas que la miseria y el despotismo le oponen, y él se ilustrará naturalmente, aun cuando no se le dé una protección directa”. Desgraciadamente ambos han tenido razón a través de diversos siglos y lugares.

Otra característica que señala para que las escuelas sean adecuadas a su fin, es el que puedan ser agradables para los niños y no que les produzcan terror.

Capítulo XII. Las escuelas pueden reformarse para mejorarlas. Propone educar a toda la juventud, pero “…Con tal procedimiento, que se verifique sin castigos ni rigor, leve y suavemente, sin coacción alguna y como de un modo natural”. Apela a la racionalidad y autonomía del hombre.

Reconoce la diferencia de capacidades de cada ser humano, sin embargo “Todos los hombres, sea cualquiera la diferencia que presenten en sus cualidades, tienen una única e igual naturaleza humana dotada de los mismos órganos”. Ante los niños problema para aprender propone: “…así el remedio más a propósito para los vicios del entendimiento humano será un método tal que los excesos y defectos del espíritu se compensen y se ordenen todas las cosas a la consecución de la mayor armonía y concierto”, toda su obra será la confianza en el método didáctico. También propone el que un alumno ayude a otro, esta idea posteriormente sería retomada en varias partes del mundo.

Capítulo XIII. El fundamento de la reforma de las escuelas es procurar el ORDEN en todo. Exalta el orden del universo, de las máquinas y de las organizaciones. Aquí el orden no se refiere al que tendrían que observar los alumnos, sino al que tienen que seguir las formas de enseñar “No requiere otra cosa el arte de enseñar que una ingeniosa disposición del tiempo, los objetos y el método. Si podemos conseguirla, no será difícil enseñar todo a la juventud escolar, cualquiera que sea su número…”

Capítulo XIV. El orden que establezcamos para las escuelas debemos tomarlo de la naturaleza; y ha de ser tal, que ninguna clase de obstáculos pueda alterarle. Señala cinco obstáculos que existen para poder llegar a la cumbre de la ciencia y que para superarlos debemos seguir el orden de la naturaleza, aquí sólo los enumera y los trata más detenidamente en los siguientes capítulos. Estos obstáculos son los siguientes:

I. La brevedad de la vida, lo que se debe contrarrestar con la prolongación de la vida.

II. La extensa y difusa multitud de cosas que presentan a nuestro entendimiento, por lo que deben abreviar para que correspondan a la duración de la vida.

III. La falta de ocasiones para aprender, por ello deberá haber una sujeción de las ocasiones, aprovecharlas.

IV. El embotamiento de nuestro entendimiento y la obscuridad del juicio, para que penetren las cosas con facilidad ha de haber apertura del entendimiento.

V. La observación incierta, para lo que debemos tener la determinación de un fundamento que no pueda engañarnos.

Capítulo XV. Fundamento de la prolongación de la vida. Para iniciar, cita de Séneca su De breviate vitae: “No recibimos breve la vida, sino que la hacemos, y no somos escasos de ella, sino pródigos. La vida es larga si sabes usarla […] Bastante larga es la vida y nos ha sido ampliamente otorgada para el cumplimiento de grandes cosas si se emplea bien.” Por otra parte, Comenio da mayor importancia a los logros en la vida, más que a los años que se viven, pone de ejemplo la biografía de Alejandro Magno que en los pocos años de su vida, conquistó el mundo. Ante la pregunta del número de años que es conveniente vivir, responde

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