Diversos Condicionantes Del Fracaso Escolar En La Educación Secundaria
armandoguga13 de Abril de 2013
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Diversos condicionantes del fracaso escolar en la educación secundaria
Valentín Martínez-Otero Pérez *
SÍNTESIS: El denominado «fracaso escolar», del que en este artículo se ofrece una definición original, representa un fenómeno complejo que se extiende por toda Iberoamérica, aun cuando existe una significativa disparidad dentro de los países y de las regiones. Nos hallamos ante un hecho que genera malestar y desigualdad, cuya repercusión trasciende los muros de la escuela. En estas páginas se aborda el fracaso escolar desde una perspectiva preponderantemente pedagógica. Con todo, se reconoce que el rendimiento escolar en los distintos niveles educativos es el resultado de una constelación de factores. Por esta razón, a partir de una investigación propia, de la reflexión y de la revisión bibliográfica, en el artículo se brinda una panorámica de los condicionantes del rendimiento escolar en la educación secundaria, al tiempo que se ofrecen, más o menos explícitamente, propuestas para mejorar el proceso educativo de los alumnos.
Palabras clave: fracaso escolar; condicionantes; rendimiento; educación secundaria.
SÍNTESE: O denominado «fracasso escolar», do qual neste artigo se oferece uma definição original, representa um fenômeno complexo que se estende por toda Ibero - América, embora exista uma significativa disparidade dentro dos países e das regiões. Encontramo-nos perante um fato que gera mal-estar e desigualdade, cuja repercussão transcende os muros da escola. Nestas páginas aborda-se o fracasso escolar a partir de uma perspectiva preponderantemente pedagógica. Com tudo, reconhece-se que o rendimento escolar nos diferentes níveis educativos é o resultado de uma constelação de fatores. Por esta razão, a partir de uma pesquisa própria, da reflexão e da revisão bibliográfica, no artigo brinda-se um panorama dos condicionantes do rendimento escolar na educação secundária, ao mesmo tempo em que se oferecem, mais ou menos explicitamente, propostas para melhorar o processo educativo dos alunos.
Palavras-chave: fracasso escolar; condicionantes; rendimento; educação secundária.
ABSTRACT: The so called «school failure», for which we present an original definition, represents a complex phenomenon that is extended throughout Ibero-America, even though there is a significant disparity between countries and regions. We are facing something that generates unease and inequality, and with an impact that goes beyond school walls. In these pages, we approach school failure from a mainly pedagogical pespective. All in all, we acknowledge that school performance in every educational level is the result of a constellation of factors. For this reason, after doing our own research, the reflecting and checking the correspondent bibliography, this article gives a outlook of the determining factors o school performance in high school. At the same time, we present, more o less explicitly, proposals to improve the student’s learning process.
Keywords: school failure; conditioning factors; performance; secondary education.
* Profesor en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid
(UCM), España.
1. Introducción
El rendimiento escolar es objeto de frecuente preocupación, pues los datos que de vez en cuando se publican reflejan las altas tasas de «insuficiencia» de nuestros alumnos. En algunos casos, como en ciertas comunidades autónomas de España, las cifras de fracaso superan el 30% de los alumnos de enseñanza secundaria. No resulta halagüeño, por cierto, que en el Informe pisa1 2006 realizado por la ocde2 nuestros escolares adolescentes obtengan mediocres resultados en ciencias y matemáticas, ni que desciendan considerablemente en competencia lectora, si se comparan las puntuaciones con las obtenidas en el Informe pisa 2003. En ambos estudios (2003 y 2006), las puntuaciones de los alumnos españoles son ligeramente inferiores a la media de los países de la ocde. En lo que se refiere a Iberoamérica, aun cuando haya significativa disparidad dentro de los países y las regiones, el fracaso escolar resulta alarmante.
El rendimiento escolar en su vertiente de fracaso se presenta como un fenómeno de malestar y desigualdad que se deja sentir más allá de la escuela. No se puede reducir, por tanto, esta inquietante temática al ámbito pedagógico, aun cuando en estas páginas este terreno reclame más atención. El alcance laboral, social, político e incluso económico del fracaso escolar hace necesaria la multiplicación de recursos desde todos los frentes posibles para neutralizarlo y, desde luego, también la coordinación internacional, asumida, por ejemplo, por la unesco, la ocde, la oei, etc. Se precisa, asimismo, un marco legislativo consistente que oriente las intervenciones educativas. Hoy, muchas de estas acciones no alcanzan metas valiosas por responder en gran medida a estrategias partidistas que benefician a unos cuantos y perjudican a la sociedad en su conjunto.
2. ¿Qué se entiende por fracaso escolar?
Llega el momento de dirigir la mirada hacia el problema del llamado fracaso escolar. En este concepto polimórfico, todos los que intervienen en la educación tienen su responsabilidad: la sociedad, la familia, la institución escolar, los profesores, los alumnos y aun los legisladores. En realidad, se trata de un fracaso social, porque de un modo u otro la disfuncionalidad afecta al conjunto de la sociedad.
Aunque pueda haber variantes en el fracaso académico, hallamos un denominador común en todos los casos: la insuficiencia de los resultados escolares oficiales alcanzados. Sorprende, de hecho, que muchos trabajos, incluso recientes y en publicaciones prestigiosas, soslayen la mínima explicación conceptual, lo que suele acrecentar la confusión, pues según los casos se habla de fracaso para referirse a abandono, retraso, dificultad de aprendizaje, etc. El fracaso también puede variar según la forma de medirlo, por ejemplo, mediante pruebas de rendimiento, calificaciones, etc., o dependiendo de en qué o en quiénes centremos nuestro análisis: el sistema, los docentes, los escolares, etc. Sea como fuere, en lo que sí suele haber acuerdo es en que el fracaso es una realidad adversa que fustiga a un significativo número de alumnos, sobre todo a los que se hallan en una situación socioeconómica desfavorecida.
Tras lo expuesto, y con la pretensión de aclarar el concepto, ofrezco esta definición:
Fracaso escolar es toda insuficiencia detectada en los resultados alcanzados por los alumnos en los centros de enseñanza respecto de los objetivos propuestos para su nivel, edad y desarrollo, y que habitualmente se expresa a través de calificaciones escolares negativas.
El análisis de la definición anterior nos lleva a reparar, al menos, en los dos aspectos siguientes:
• La insuficiencia en los resultados. Este aspecto informa en mayor o menor cuantía de un malogro en el rendimiento esperado y en él se advierte un nuevo elemento de complejidad, pues las causas del desajuste académico entre lo alcanzado y lo deseado pueden ser numerosas, como veremos más adelante.
• Las calificaciones escolares negativas. Aun cuando su equiparación con fracaso implica una reducción del problema, lo cierto es que las notas, nos guste o no, son a menudo el indicador oficial del rendimiento académico.
Además de las apretadas consideraciones anteriores, es preciso consignar que, aunque el estudio del fracaso escolar nos conduzca a una definición operativa como la apuntada, la educación no es solo, ni principalmente, rendimiento. Es, sobre todo, desarrollo personal, intelectual, sí, pero también ético, afectivo y social. ¿Cómo puede considerarse exitoso al alumno que, a despecho de las elevadas calificaciones obtenidas, es irrespetuoso y no acredita suficiente competencia cívica?
Sin soslayar el marco pedagógico esbozado en el que la genuina educación se inscribe, estamos en condiciones de señalar que el rendimiento académico, en su doble vertiente positiva y negativa, es fruto del aprendizaje, esto es, de la adquisición de conocimientos y destrezas por medio de la acción docente, del estudio y de la experiencia. Centramos nuestra prospección en los alumnos, sobre todo de enseñanza secundaria, siquiera sea porque la tasa de fracaso escolar aumenta con el nivel de obligatoriedad, lo que explica que este problema afecte más a los alumnos adolescentes que a los niños. Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Educación de España (2008) correspondientes al curso 2005-2006, hay un 15,8% de alumnos que a los 12 años no completa la educación primaria, porcentaje que en el caso de la educación secundaria obligatoria se eleva hasta el 27,7%.
Junto al rendimiento objetivado, el éxito y el fracaso escolar presentan una dimensión subjetiva, pues algunos alumnos pueden, por ejemplo, sentirse fracasados si únicamente obtienen un aprobado y no alcanzan el anhelado sobresaliente. La pedagogía actual, al menos cierto sector, se interesa cada vez más por esta vertiente interna, sobre todo a la hora de explicar ciertos procesos complejos de bienestar, motivación, expectativas, esfuerzo, realización de tareas, etc. La dimensión externa u objetivada, por su parte, viene establecida por la Administración, por cuanto establece quién debe promocionar o no.
En cierto modo, la preocupación por el rendimiento académico discurre paralela al interés por la producción empresarial. Frecuentemente los logros escolares se asocian a la potencialidad laboral y económica de un país. Acaso por ello se ha impuesto durante largo tiempo la «escuela fabril», centrada únicamente en los resultados y en la clasificación
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