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En Primer Lugar


Enviado por   •  3 de Diciembre de 2012  •  2.535 Palabras (11 Páginas)  •  730 Visitas

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Materia: Personalidad normal.

Primer cuatrimestre.

Ideas claves del pensamiento de Joseph Nuttin.

La personalidad como estructura yo-mundo.

La personalidad es esencialmente una estructura que va mas allá de su organización interna. Es una estructura de dos polos: yo-mundo, organismo-medio.

La personalidad no es simplemente un aparato que funciona; tampoco esta simplemente “abierta” al mundo, sino que es un mundo y tiene su mundo , tomado del mundo objetivo y social, pero convertido en “mío” y en parte integrante de mi yo, debido a que constituye el termino intrínseco de mis actividades psíquicas.

El ingreso del mundo en la estructura psíquica no se produce pasivamente, por simple absorción. Los seres humanos somos buscadores de interacción; poseemos disposiciones innatas, filogenéticamente adquiridas, que “exigen” tipos específicos de interacción con el mundo.

El mundo del que habla Nuttin es, claro está, construido por el sujeto mismo. El mundo es creado por la percepción y, a la vez, ésta es alimentada por el mundo. Esa es la trabazón indestructible que suelda el psiquismo al medio. Nuestras percepciones y necesidades “crean” activamente los objetos del mundo, y éste los provee para que puedan ser “personalizados” e incorporados.

Nota: a considerar en los procesos del consultante, cómo y bajo qué condiciones esta interactuando con el polo “mundo”, como parte de su transformación personal.

Necesidades y motivos

Nuttin se opone a las concepciones tradicionales de la motivación humana. Los modelos psicodinámicos (psicoanalíticos) y conductistas han encarado el concepto de “necesidad” desde una perspectiva intraorgánica, buscando mas bien las fuentes somáticas (orgánicas) mas o menos especificas.

Para Nuttin, una necesidad (entendida como factor impelente del psiquismo) es la exigencia de ciertas conductas que vinculen con el medio. Estas conductas vinculantes son necesarias y cuando están ausentes se altera el equilibrio. Para el autor, puede postularse que las formas de interacción que resultan indispensables para la preservación de cada especie constituyen las necesidades de esa especie.

Sin embargo, los “motivos concretos” son los primeros que saltan a la vista. Son también una pauta dinámica e interaccional muy especifica, que ha sido aprendida. Por detrás de los motivos concretos, y cualesquiera que sean su cantidad y calidad, siempre son detectables unos pocos esquemas interactivos no aprendidos. Estos esquemas, escasos, innatos, fijos, son para Nuttin las “necesidades fundamentales”. Lo que se aprende entonces es el motivo o estilo personal y concreto de satisfacer necesidades fundamentales. En cambio, estas se heredan filogenéticamente y constituyen el potencial relacional que en cada forma viva buscará actualizarse.

Para Nuttin, la especie humana posee tres formas de interacción obligada con el medio (necesidades). Estas necesidades se ordenan jerárquicamente en un sentido que va “huyendo” de lo fisiológico hacia lo propiamente humano (recordar cómo nos muestra que aun en la más fisiológica de las necesidades, el humano tiene un modo típico a su nivel de interactuar con el medio para satisfacerlo).

Las 3 formas son:

a) los patrones que tienden a mantener y desplegar la individualidad biológica del sujeto.

b) las psicosociales por las que busca interactuar con los otros en un sentido significativo, buscadora de reconocimiento y consideración por parte del prójimo.

c) tomando distancia del pensamiento psicológico habitual, Nuttin postula necesidades de interacción con un universo simbólico, con objetos ideales y entidades cognitivas que rebasan lo simplemente psicosocial. Podrían llamarse “necesidades cognoscitivas” porque aluden a necesidades que guardan relación con ciertos conocimientos significativos para el ser humano. En el ser humano existen comportamientos que indican que trata de mantenerse y desplegarse en ese orden de la existencia absoluta, esforzándose en averiguar, por ejemplo, qué es él realmente.

Nota: veamos qué interesante intento de ser fiel a lo humano, tal como aparece como fenómeno, dándole lugar a todo aquello que es trascendencia, sin por ello ponerse a dilucidar cómo se llena esta ultima (como científico no puede ni debe hablar de eso). Pero le ha dado un status y un lugar a lo que denominamos generalmente el “sentido”, “lo religioso” etc. Habría que ver también a qué cautelas nos abre paso en la tarea de consultoria este tercer tipo de necesidad fundamental.

El dinamismo de base

Las necesidades pueden ser comprendidas como tres planos de interacción entre la persona y su medio: la biosfera o esfera de lo biológico, el social y el “ideal”. Sin embargo, no son disociadas ni irreductibles; una fuerza vital unificada da impulso a estas interacciones: la tendencia a la autoactualización de las potencialidades, o al autodesarrollo. Tal dinamismo hace innecesaria, a los ojos de Nuttin, la mención de impulsos, pulsiones, instintos o necesidades menores. El dinamismo de base es la tendencia a vivir, mantenerse y diferenciarse.

Dice el autor: “como hemos dicho, los esfuerzos por confeccionar listas de necesidades están llamadas al fracaso. A nuestro juicio, es más importante un ensayo de unificación a través de la diferenciación. En otras palabras, es poco esclarecedor considerar cada una de las tendencias como una entidad dinámica aparte; lo único que se hace es agregar el término “tendencia” a cada forma de conducta comprobada. Pero la compresión y la unificación de la conducta son favorecidas por una operación que devela la orientación común en la base de esas necesidades diferenciadas. Así, se comprueba que en una situación amenazadora en la que se ve atacado, el sujeto tiende a defenderse; en condiciones de supervivencia difíciles, tiene a la autoconservación, en tanto que en situaciones favorables manifiesta una tendencia al despliegue y actualizaron de sus potencialidades latentes, es decir al autodesarrollo. El individuo que en un momento de depresión se percibe débil y desprovisto de medios ante condiciones de vida inciertas, experimenta una necesidad de seguridad, así como la inestabilidad de las condiciones sociales lo empuja a buscar seguridad social. En todos los casos se trata, en ultimo análisis, de un mismo dinamismo orientado hacia el despliegue optimo del sujeto, en

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