Ensayo etica psicólogos

       El quehacer del psicólogo es tan amplio como la gran variedad de temas que trata, o más aún, como la diversidad de posturas que cada uno de estos temas generan, por lo que no es complicado imaginar que éste, a lo largo de su ejercicio profesional, e indistintamente del área en donde se desempeñe, se encontrará expuesto inevitablemente a complejas situaciones, para las cuales no existe un manual de instrucciones o una guía de pasos a seguir que anticipen el desenlace de cada una de sus decisiones y las repercusiones que estas decisiones puedan tener para con las personas con las que debe trabajar y para sí mismo. Y es por esta razón, que hoy se cuenta con una herramienta central, para regular el quehacer del psicólogo; la ética profesional. Pero, ¿qué es lo que entendemos por ética?, dentro del contexto psicológico, y es que, como ya se mencionó antes, la práctica psicológica tiene relación intrínseca con las personas, lo que implica tomar conciencia del hecho de que cada una de las decisiones tomadas como profesional tendrán una determinada repercusión en el otro, por lo que éstas acciones necesariamente deben ir dirigidas a un propósito, que según el Colegio de Psicólogos de Chile (1999) es “favorecer el desarrollo humano individual y colectivo” (pág. 4), de modo que “no lesione la dignidad, la libertad ni la vida de los demás ni la propia, en tanto derechos inalienables e inviolables del ser humano” (pág. 4). Esta definición describe en términos prácticos, lo que significa la ética profesional y a partir de lo mencionado con anterioridad, es que este ensayo busca presentar y generar una reflexión crítica acerca del “secreto profesional”, un elemento que constituye uno de los pilares fundamentales de la ética profesional y del quehacer del psicólogo en Chile.

        Ocasionalmente a lo largo de nuestro ejercicio profesional como psicólogos, tendremos que enfrentar situaciones con dilemáticas éticas. En donde, la ética profesional será esencial para buscar generalizar posturas, poniendo en tela de juicio, cuestiones subjetivas, como lo es, el secreto profesional del psicólogo.

Cuando hablamos del secreto profesional del psicólogo debemos entender que se refiere al “deber del psicólogo/a que perdura en forma indefinida y que alcanza incluso el nombre del paciente o cliente. El secreto profesional es un derecho del paciente o cliente establecido en su beneficio” (Código de ética profesional del psicólogo, 1999). A partir de este planteamiento, es pertinente mencionar que en algunas ocasiones como psicólogos nos veremos obligados a romper este secreto profesional, dando paso a una disyuntiva ética con nuestra profesión y nuestro paciente. Y particularmente en los tratamientos psicoterapéuticos el problema emergerá cuando acudan a nuestra consulta, pacientes que conductualmente tengan implicaciones legales, y que por normativa legal, nos veremos obligados a romper el secreto profesional por requerimiento directo de una entidad jurídica, poniendo a disposición la información que nuestro paciente nos ha confidenciado, aún cuando dentro del encuadre terapéutico hemos entregado esta garantía a nuestro paciente; el secreto profesional como un derecho.

       En el artículo n°5 del código de ética del psicólogo en Chile, se plantea que la violación al secreto profesional se estimará como una grave infracción ética, sin embargo, en el mismo artículo se detalla una no tan sutil excepción, en donde se clarifica que este derecho del paciente al secreto profesional podría ser vulnerado cuando la conducta de este involucre procesos legales y bajo orden explicita y judicial, se solicite información del paciente. Por lo que, el secreto profesional a la luz del código de ética profesional del psicólogo, sería algo transitorio , es decir, aplicable a algunos casos y a otras situaciones no, y es aquí donde nos topamos con un gran dilema ético, porque en cierta forma ya tenemos una predisposición a no ser honestos con nuestros pacientes y ante esto, sería pertinente consolidar como parte del encuadre y proceso terapéutico, que ante la eventualidad de que el paciente presente o exprese alguna conducta relacionada con un índole legal, entonces nuestra responsabilidad se traza en  romper el secreto profesional, pero si hiciéramos un encuadre como este, es poco probable que se genere confianza por parte del paciente hacia el psicólogo, y esto complejizaría una alianza terapéutica que es vital en todo proceso terapéutico.

      Entonces, según la legislación y el código de ética chileno ¿el secreto profesional podría ser visto total o parcialmente?, sinceramente, esto debilita la existencia del secreto profesional. Es cuestionable que como psicólogos nos veamos en la obligación a revelar información intima de nuestros pacientes a entidades judiciales, en consideración de que no somos investigadores judiciales y nuestro que hacer psicológico se limitará a prestar un servicio a los pacientes que lleguen en un futuro a nuestra consulta, en un acto de solicitar ayuda.

...