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Epistemología en Psicología

FatyrdzTarea6 de Abril de 2021

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EPISTEMOLOGIA EN PSICOLOGIA

Fátima Cecilia Rodríguez Flores 870204045

M.E. Rafael García E.

ANALISIS CRITICO

INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo es un análisis sobre el Evolucionismo y Culturalismo, como se ha ido desarrollando desde los inicios estas teorías, así como diferentes posturas que se han desarrollado.

Es muy interesante como desde el origen del hombre estas teorías han ido a la par evolucionando hasta llegar a las teorías que hoy conocemos.

El conocer como hemos evolucionado como seres vivos y como nos hemos adaptado tan bien que hemos desarrollado la cultura.

Desde tiempos inmemorables se ha cuestionado el origen del hombre, y muchas teorías señalan que el hombre desciende de otros animales, incluso la definición clásica del hombre muy utilizada por la filosofía cristiana es “animal racional”. La iglesia siempre ha permitido que se investigue científicamente el posible origen del cuerpo humano a partir de otros animales; pero resulta conflictivo cuando se afirma que el hombre es solo un animal como los demás: más inteligente, más evolucionado, etc., pero solo con una diferencia de grado. Y todo radica en que para la iglesia la existencia del espíritu; pero para la ciencia si existe el espíritu, no puede ser alcanzado, comprobado, ni comprendido por los métodos de la ciencia experimental ya que esos métodos se limitan a lo que puedes ser objeto de experimentos, con resultados que se puedan observar, por los sentidos y los instrumentos de observación que se limitan a lo material, y el espíritu no es material.

El alma humana cae fuera del ámbito de la ciencia experimental; y si existe el espíritu se requiere de una creación especial por parte de Dios, aunque el cuerpo tenga orígenes materiales. La biología no puede negar la creación especial (del espíritu) en el caso de hombre; y tampoco puede negar que haya podido haber una intervención especial divina en cuanto al cuerpo de los primeros hombres, aun suponiendo su origen evolutivo.

Gould dedica un artículo para demostrar que no existe el alma humana, bajo el título “Una cuestión de grado”. En la cual dice que estamos tan atados a nuestra herencia filosófica y religiosa que seguimos buscando algún criterio de división estricta entre nuestras capacidades y las del chimpancé. Miles de criterios se han puesto a prueba y todos han fracasado. Y que la única alternativa es aceptar la existencia de una estricta continuidad entre nosotros y los chimpancés. Y que lo único que salimos perdiendo es un anticuado concepto del alma para ganar una visión más humilde, incluso exaltante de nosotros mismos y nuestra unidad con la naturaleza.

Aun así, numerosos científicos serios están convencidos de los argumentos a favor del espíritu humano. Pero hay quienes no desean admitir la existencia de Dios, pero razonan con un mínimo de objetividad suelen hablar de la “emergencia” del espíritu a partir de la materia. Es significativo que importantes pensadores sin creencias religiosas afirmen la existencia de dimensiones humanas que no pueden reducirse a lo material.

Karl Popper una de las principales figuras de la filosofía de la ciencia del siglo XX, convencido evolucionista y defensor del “Emergentismo”, desde una postura agnóstica y contraria a la creencia de la inmortalidad; señala que el “Emergentismo” constata que el lenguaje humano implica una capacidad de razonar que debe ser considerada superior al conocimiento de los animales. Al no admitir la existencia de una Dios creador del espíritu humano, se ve forzado a concluir que las características específicamente humanas han debido “Emerger” en el curso de la evolución.

Gould por su parte dice que, al abandonar la concepción espiritual del hombre, se obtiene una mejor visión de la condición humana.

John Eccles premio nobel de Neurofisiología comparte con Popper el rechazo al materialismo y admite la existencia de un alma espiritual en el hombre; además intenta profundizar en el tema, estableciendo conexiones entre el alma y el cuerpo a través de un examen de los procesos cerebrales.

El dualismo que admite la existencia del alma humana espiritual ha afrontado dificultades; las más frecuentes se refieren a como concebir la unión e interacción del alma y el cuerpo, espíritu y materia. Se trata sin duda de una cuestión difícil; Eccles al ser cuestionado personalmente por la interacción alma-cuerpo, responde que es un misterio.

EVOLUCIONISMO

Críticas contra ideologías seudocientíficas de tipo materialista o naturalista intentan mostrar que el evolucionismo tiene fallos o huecos como teoría científica. Estos argumentos son peligrosos si se pretende clarificar las cosas desde el punto de vista filosófico o teológico; para clarificar estos problemas filosóficos y teológicos parece preferible considerar el evolucionismo en su mejor estado posible, dejando de lado objeciones puramente científicas que, aunque a veces sean reales, pueden ser resueltas con el posterior progreso de la ciencia.

Prácticamente la totalidad de los científicos admiten la evolución, muchos de ellos son gente religiosa. No parece lógico aceptar que el evolucionismo no es científico, o que los científicos lo admiten por motivos ideológicos, aunque estos pueden desempeñar algún papel en cómo se utilizan a veces las teorías evolucionistas.

La idea de evolución biológica se encuentra en el pensamiento de los griegos de la antigüedad. Aristóteles se pregunta si en la naturaleza existe la finalidad y contesta que sí.  Otros filósofos griegos como Empédocles no lo veían así, (defendía algo muy parecido al evolucionismo actual) sostenía que en los vivientes se produce todo tipo de variaciones, pero solo sobreviven los que consiguen adaptarse a las circunstancias. La naturaleza no actúa por fin sino por necesidad. Los efectos se producen porque “coincide” casualmente que se dan determinadas causas: pero solo sobreviven los mejor adaptados a las circunstancias ambientales y los demás desaparecen sin dejar rastro. Esto sería suficiente para explicar la apariencia de orden y finalidad. En realidad, no hay finalidad, lo que sucede es que, como, solo sobreviven los organismos mejor adaptados, se produce la ilusión de que existe una tendencia hacia la perfección.

En el siglo XVIII, cuando ya se había producido la revolución científica moderna, el evolucionismo fue sostenido por el inglés Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin, le llamo la atención las homologías o similitudes entre organismos de distintas especies y especulo sobre las posibles causas de la evolución.

El evolucionista más famoso de la época fue el francés Lamarck se dedicó profesionalmente a trabajos relacionado con la biología, y formuló una explicación de la evolución mediante la herencia de los caracteres adquiridos. Aunque esa explicación no suele admitirse en la actualidad porque se sabe que los factores genéticos tienen su propia independencia, se trataba de una exposición sistemática del evolucionismo y sus causas.

En la segunda mitad del siglo XIX el evolucionismo alcanzo una importancia mucho mayor, y definitiva gracias a Charles Darwin.

Charles Darwin en 1859 publico su libro “El origen de las especies” el cual es una defensa larga y muy articulada, llena de datos, de la realidad de la evolución biológica o transformismo. Defiende que las especies vivientes provienen de otras más primitivas, y así sucesivamente, hasta llegar a una o pocas formas primitivas de vida; y propone un mecanismo para explicar esa evolución:  la selección natural.

Darwin sostiene que los vivientes producen mucha más descendencia de la que puede sobrevivir a largo plazo, de donde resulta la “lucha de la vida”, que tiene como resultado la “supervivencia de los mejor adaptados” a las circunstancias; y postula la existencia de varias generaciones heredables, y el éxito del organismo que poseen las variaciones mejores para la supervivencia. La evolución de una especie a otra(macroevolución) seria resultado de la acumulación gradual de muchas variaciones pequeñas (microevolución): el gradualismo es un aspecto importante del darwinismo.

En 1940 se llegó a formular lo que se denomina “teoría sintética de la evolución o neo-Darwinismo” en la que se funde el Darwinismo con la genética y la ciencia del desarrollo o embriología. El neo-Darwinismo sigue considerando la selección natural como factor clave de la evolución, dando a veces la impresión de que prácticamente es un factor no solo principal sino casi único. También acepta al gradualismo, explicando los grandes cambios evolutivos (macroevolución) como resultado de la acumulación gradual de pequeños cambios (microevolución). Se puede decir que el neodarwinismo se ha convertido en la versión oficial del evolucionismo, esto no significa que ostente pacíficamente el monopolio de las interpretaciones de la evolución.

En 1972, Niles Eldredge y Stephen Jay Gould propusieron la teoría del “equilibrio puntuado” según se pone en tela de juicio el “gradualismo”, punto básico de la “teoría sintética”. Se niega que la evolución se haya dado de modo gradual mediante acumulación de pequeños cambios, o al menos que sea esa la historia principal, y se afirma que, de acuerdo con el registro fósil, existen largas épocas sin cambios notables seguidas “saltos” bruscos que no son el resultado de la acumulación progresiva de pequeños cambios.

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