ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

HISTORIA DE LA LOCURA


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2020  •  Ensayos  •  1.551 Palabras (7 Páginas)  •  193 Visitas

Página 1 de 7

Foucault concede una gran importancia a los lugares, en este capítulo comienza precisamente hablando de los leprosarios de su desaparición al final de la edad media en occidente.

Los focos de infección se hallaban en Oriente desde donde fueron transmitidos mediante las Cruzadas y los lazos entre Europa y Oriente. Sólo en París contaban con 43 leprosarios entre los que se encontraban Saint-Germain y Saint-Lazare (de mayor importancia).

En el siglo XV la lepra desaparece del mundo occidental lograda no por las oscuras prácticas de los médicos de la Edad Media sino más bien por la segregación y la ruptura de relaciones entre Europa y Oriente, coincidente con el fin de las Cruzadas.

La lepra finalmente es erradicada de Occidente. No obstante, la figura del leproso perdurará por siglos en el pensamiento europeo. Lo que permanecerá serán los valores e imágenes que se habían ido conformando alrededor del leproso como sujeto de exclusión, figura temible para el grupo social que le repudia no antes sin haber trazado un círculo divino a su alrededor.

La existencia del leproso conlleva la manifestación de Dios. Se consideraba al leproso infectado por la gracia de Dios; el cual le concede esta penitencia el aumento como un regalo. El mero hecho de sufrir dicha enfermedad conlleva la salvación en la otra vida; aunque la Iglesia le excluya, Dios no.

Tras el siglo XV, la enfermedad venérea es atendida en las leproserías. No obstante, esta nueva lacra no llega a sustituir el vacío social que dejó la lepra. Tras unas primeras medidas de exclusión, pasan a ocupar un lugar entre las demás enfermedades.

Abandonan las leproserías para trasladarse a los hospitales; se convierten en objeto de estudio médico. Por tanto, la enfermedad venérea no constituye la verdadera herencia de la lepra. Esta herencia hay que buscarla en un fenómeno mucho más complejo: la locura.

La Nave de los locos, “extraño barco ebrio que navega por los ríos tranquilos de Renania y los canales flamencos. En la mitología griega, los argonautas eran héroes enviados a un viaje repleto de peligros para poder así desquitarse de ellos, imponiéndoles misiones imposibles de cumplir pero que, sin embargo, consiguen gracias a la ayuda de aliados inesperados.

Durante el Renacimiento esta figura literaria es recurrente, entendida como “naves cuya tripulación de héroes imaginarios, de modelos éticos o de tipos sociales se embarca para un gran viaje simbólico, que les proporciona, si no la fortuna, al menos la forma de su destino o de su verdad”.

No obstante, de todas las posibles representaciones literarias que se dieron durante el Renacimiento, la única real fue el Narrenschiff, barcos que, a petición de las ciudades, expulsaban a los locos de su recinto para transportarlos a otras ciudades. Esta costumbre se dio en toda Europa a partir del siglo XV sin perjuicio de los llamados lugares de peregrinación. La navegación de los locos se fundamenta por tanto en la liberación de la ciudad que se zafa del loco y la purificación del agua.

El loco es encerrado en la más libre y abierta de las prisiones. El agua y la locura se unen inexorablemente en el pensamiento europeo; el agua es la partera de lo desconocido, del pensar diferente, de la locura. Hasta la segunda mitad del siglo XV impera el tema de la muerte.

En un contexto de guerras y pestes, se presagia la consumación a la que la existencia humana está avocada. Sin embargo, a finales de siglo, este miedo por la muerte se ironiza, se desarma mediante la figura del loco. El loco se ríe de la muerte puesto que su cabeza ya está vacía.

En tanto que en otro tiempo la locura de los hombres consistía en no ver que el término de la vida se aproximaba, mientras que antiguamente había que atraerlos a la prudencia mediante el espectáculo de la muerte, ahora la prudencia consistirá en denunciar la locura por doquier, en enseñar a los humanos que no son ya más que muertos, y que si el término estás próximo es porque la locura, convertida en universal, se confundirá con la muerte”.

Ya no está loco el que no teme a la muerte, sino el que no teme a este ascenso de la locura. La locura no se puede definir todavía con el lenguaje sino que hay que entenderla en su esoterismo, en su presencia fantástica. Se comprende la locura desde el onirismo. Y esta libertad que proporcionan los sueños, esta fantasía imposible, ese desorden, se torna atractiva para el hombre del siglo XV.

Ahora la locura se convierte en tentación. Esta animalidad representa la locura que alberga en el corazón de los hombres, el deseo inalcanzable de libertad; libertad de los valores y principios sociales. Y es que la locura fascina porque es saber; un saber esotérico y hermético prohibido a los hombres.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9 Kb)   pdf (50 Kb)   docx (10 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com