Influencia del Clima en el Aula

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN[pic 1]

4° PSICOLOGÍA – VESPERTINO

PSICOLOGÍA EDUCACIONAL I

INFLUENCIA DEL CLIMA EN EL AULA

PARA UN APRENDIZAJE EFICAZ

Película “Ron Clark”

PROFESOR:        

MARIO TORRES LAGOS

                                                         INTEGRANTES:

                                 MARIA CAROLINA MARIN

         ESTER PINTO INZULZA

MARÍA CECILIA RIQUELME

SILVIA SANDOVAL ARAVENA

FECHA

26  DE  JUNIO DE 2013

        INTRODUCCIÓN

DESARROLLO

MARCO TEORICO

A partir de lo observado en el sistema escolar que se presenta en la película “Ron Clark”,  en especial al poner atención en aquellas conductas que se dan dentro del aula de clases, es posible inferir el alto déficit que presenta el clima en ésta, lo que se traduce en un impedimento para que el profesor entregue el conocimiento en forma adecuada, y también imposibilitando que los alumnos logren un aprendizaje eficaz de lo enseñado por éste.

De acuerdo a lo que establece Pérez (1999), hoy en día vivimos tiempos marcados por una constante crisis de valores, en la medida que el quiebre de los modos de vida tradicionales no ha sido reemplazado satisfactoriamente por valores sólidos que sirvan de punto de referencia a las jóvenes generaciones. Esta es una de las causas del aumento de la conflictividad y la violencia entre los jóvenes, tanto a nivel social como escolar, donde los niveles de convivencia se han deteriorado progresivamente en los últimos tiempos. Esta situación preocupa gravemente a los profesores, especialmente a los de Educación Secundaria, ya que es en esta etapa en la que se concentran la mayor parte de las conductas disruptivas o antisociales de los alumnos. En muchas instituciones educativas, el comportamiento de los alumnos se ha convertido en el principal problema educativo que deben afrontar los profesores y el sistema en sí.

Así mismo, Cornejo y Redondo (2001) aseveran que muchos de los problemas educativos existentes en la actualidad se refieren a cuestiones no estrictamente relacionadas con la instrucción, sino a aspectos y factores contextuales y organizativos que inciden indirectamente en los resultados educativos finales.

Por otra parte, es sabido que el aprendizaje se construye principalmente en los espacios intersubjetivos, es decir, en el marco de las relaciones interpersonales que se establecen en el contexto de aprendizaje. Por lo tanto, no depende únicamente de las características intrapersonales del alumno o del profesor o del contenido a enseñar, sino que está determinado por distintos factores, tales como el tipo de transacciones que mantienen los agentes personales (profesor-alumno); el modo en que se conduce la comunicación; cómo se implementan los contenidos con referencia a la realidad de la clase; cómo se tratan (lógica o psicológicamente) los métodos de enseñanza, etc. (Villa y Villar en Cornejo y Redondo, 2001).

El proceso de enseñanza-aprendizaje entonces, para ser exitoso, debiera tender a producir satisfacción y a favorecer los aspectos personales, motivacionales y actitudinales de las personas involucradas en el proceso. Cuando se habla de eficacia del proceso enseñanza-aprendizaje habría que entender de qué manera aprenden los alumnos y cuál es la mejor manera de que aprendan, es decir, qué estilos de aprendizaje existen y qué métodos didácticos se van a utilizar para que el proceso conlleve al éxito deseado. Los tres métodos didácticos considerados mayormente eficaces, utilizando tecnologías de la información y la comunicación, corresponden al aprendizaje significativo, el constructivo y el colaborativo. (López et al, 2012)

Las relaciones, tanto en el centro escolar como en el grupo aula, pueden promover un buen clima social-relacional o por el contrario pueden causar malestar, desconfianza y agresividad y en consecuencia promover un clima social negativo que puede inhibir el éxito académico. (Molina y Pérez, 2006)

La definición de clima de acuerdo a Cornejo y Redondo (2001), dentro del aula, consiste en las percepciones por parte de los alumnos del ambiente socio-psicológico en el que se produce el aprendizaje. Es decir, se trata de las percepciones y significados que tienen los actores educativos respecto de las relaciones interpersonales que establecen en la institución escolar y el marco en el cual estas relaciones se establecen. El clima en el aula, entonces, hace referencia a la percepción de estudiantes y profesores respecto de los aspectos del aula que influyen en la calidad de las relaciones y los aprendizajes (Villa & Villar, 1992, en López et al, 2012).

De acuerdo a Molina y Pérez (2006), numerosos autores han propuesto diferentes clasificaciones para tipificar el clima del aula; sin embargo, todos los autores coinciden en que el clima en el aula, se desarrolla entre dos extremos: uno favorable, que representa un clima abierto, participativo, ideal, coherente, en el cual existiría  mayor posibilidad  para la formación integral del educando desde el punto de vista académico, social y emocional, puesto que existirían más oportunidades para la convivencia armónica. El otro extremo sería desfavorable y estaría representado por el clima cerrado, autoritario, controlado y no coherente, donde imperan las relaciones de poder, de dominación y de control, porque no se estimulan los procesos interpersonales, ni la participación libre y democrática, por lo cual, se producen comportamientos individuales y sociales hostiles, que inciden  negativamente en la convivencia y el aprendizaje.

Es decir, los procesos interpersonales al interior del aula y su interrelación con los resultados deseados son muy importantes para el clima en ella, puesto que, si el entramado de relaciones que se produce como consecuencia de la tarea educativa en común está cargado de interacciones socio-afectivas armoniosas, el clima de la clase será gratificante y contribuirá a crear condiciones favorables para el aprendizaje; por el contrario, si ese entramado está caracterizado por la competencia, agresividad, envidia e intriga, el clima será poco gratificante y por consiguiente las condiciones para el proceso de aprendizaje serán poco favorables. (Molina y Pérez, 2006)

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