Informe de investigación en psicologia

 GOBIERNO REGIONAL CAJAMARCA[pic 2][pic 3][pic 1]

 DIRECCION REGIONAL DE SALUD CAJAMARCA

   DIRECCION SUB REGIONAL DE SALUD CUTERVO                                                                           CENTRO DE SALUD MENTAL COMUNITARIO PLENITUD

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AUTOR

Lic. MARYURIT GISVEL OBESO RAMIREZ

CUTERVO CAJAMARCA PERU

ÍNDICE

I.        RESUMEN        3

II.        INTRODUCCIÓN        4

2.1.  formulación del problema        6

2.2. Problemas específicos        6

2.3.        Objetivo General        7

2.4. Objetivos específicos        7

III.        MARCO TEÓRICO        7

Antecedentes Internacionales        7

IV.        METODOLOGÍA        11

4.1.        Tipo y diseño de investigación        11

4.2.        Definición Operacional        12

4.2.1. Operacionalización de variables        12

4.3.        Población        16

4.4.        Muestra        16

Fuente: Nómina de matrícula 2023.        17

4.5. Procedimiento de recolección de datos        17

4.6.        Procedimiento para el sistema de datos        18

V.        RESULTADOS        18

VI.        DISCUSIÓN        21

VII.        Referencias        26

1. RESUMEN

La presente investigación tuvo por objetivo determinar el efecto del programa de habilidades sociales en la disminución de conductas agresivas en adolescentes de una I.E de Cutervo; realizándose una investigación de tipo descriptivo – pre experimental. La población estuvo conformada por 30 alumnos, cuyas edades oscilan entre los 15 y 17 años. Para la recolección de datos se aplicó el cuestionario de Agresividad de Buss y Perry. Los resultados evidenciaron que el programa de habilidades sociales conformado por 12 sesiones logró disminuir significativamente la agresividad de forma general, así como en cada una de sus dimensiones: física, verbal, ira y hostilidad; por lo que se concluye el estudio afirmando que la fomentación de conductas asertivas, control de impulsos, inteligencia emocional entre otras competencias permite que los adolescentes puedan canalizar de forma adecuada su energía y con ello minimizar la presencia de agresividad.

1. INTRODUCCIÓN

La adolescencia es una etapa de constantes cambios, es aquí, donde los individuos se preparan para convertirse en adultos; pero para ello, tienen que sufrir algunos cambios físicos y psicológicos que van a repercutir considerablemente en su comportamiento (Allen y Waterman, 2019). En esta etapa es usual observar el surgimiento de la agresividad como un mecanismo de protección frente a situaciones abrumadoras o de corte estresante (Socastro y Jiménez, 2019). No obstante, en algunos casos la agresividad que es un instinto innato en el ser humano, supera significativamente el umbral del individuo desencadenado situaciones de riesgo y/o peligro para su entorno más cercano como la familia o escuela principalmente (Caballero et al.,2018).

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud ([OMS], 2020) manifiesta que la agresividad en la etapa de la adolescencia es un problema social que crece a gran escala en diferentes países del mundo, especialmente en los latinoamericanos. En el mundo, se cometen anualmente alrededor de 200,000 casos de agresiones, de los cuales los principales implicados son adolescentes de edades comprendidas entre los 12 y 18 años; siendo las principales víctimas personas de sexo masculino.

En América Latina, se ha reportado que cerca del 52% de adolescentes que pertenecen al nivel superior de estudios fueron víctimas de agresiones por parte de sus compañeros de aula. Perú es el país con mayor predominancia de agresión entre los estudiantes, representado por el 67%; mientras que Argentina no muy lejano de esa cifra refleja que el 59% de sus estudiantes presentan este tipo de conductas disruptivas, les sigue Brasil que alcanza un porcentaje del 27% de agresión en varones y 41% en mujeres (Sadith et al, 2018).

Al respecto, en el contexto nacional según una entrevista realizada por Radio Programas del Perú (RPP) a la Doctora Maritza Figueroa, Miembro Asociado de la American Psychological Association (APA), dio a conocer que uno de los principales estragos que ha traído como consecuencia la pandemia, son las conductas agresivas en los niños y adolescentes; puesto que este es un mecanismo para trasmitir una necesidad, un deseo de querer ser tomados en cuenta; sin embargo, como no gozan de adecuadas habilidades sociales para comunicarse asertivamente optan por conductas primitivas que les permitan ser el centro de atención en sus respectivos contextos (RPP, 2022).

En tanto, el Diario Comercio (2022) dio a conocer que el retorno a clases presenciales después de 2 años de pandemia, sumado a la migración de venezolanos a tierras peruanas y la ausencia de habilidades para socializar y manejar situaciones conflictivas ha desencadenado una ola de peleas callejeras, donde los principales agresores son adolescentes de instituciones educativas estatales en su mayoría. Además, a ello, se le suma que el Sistema Especializado en la Atención de Casos de Violencia Escolar (SíseVe) del MINEDU, solo en lo que va desde el mes de marzo a mayo, se reportó 1139 denuncias por agresiones entre escolares, siendo una cifra bastante alarmante; no obstante, existen casos que no son denunciados por lo que la cifra ascendería mucho más.

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