Operatividad Empresaria
jazzemi17 de Enero de 2015
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Contenido
INTRODUCCION 3
OPERATIVIDAD EMPRESARIAL 4
LA GESTIÓN OPERATIVA 5
LA GESTIÓN ESTRATÉGICA 6
LOS DIFERENTES NIVELES DE LA GESTIÓN ESTRATÉGICA 7
NIVEL CORPORATIVO 8
NIVEL DE NEGOCIO 8
NIVEL FUNCIONAL 8
CLIMA ORGANIZACIONAL 9
Cultura organizacional 11
MEMORIA DESCRIPTIVA 13
CONCLUSION 15
INTRODUCCION
Es importante tener en cuenta en este concepto, que ninguna empresa puede subsistir si no posee algún tipo de beneficio, por lo que siempre se debe mantener un cierto nivel de competencia con las otras empresas que se dedican a fabricar y elaborar los mismos productos que la nuestra. El concepto de gestión se mueve en un ambiente en el cual, por lo general, los recursos disponibles escasean, y en base a esto, la persona encargada de la gestión debe aplicar diferentes fórmulas para que se esta manera se logren persuadir y motivar constantemente a todas las fuentes del capital empresarial, con el objetivo de lograr que las mismas apoyen todos los proyectos que la empresa planea emprender.
OPERATIVIDAD EMPRESARIAL
Si nos enfocamos en la aplicación del concepto de gestión para llevar a cabo las actividades de una empresa, es importante destacar que por lo general, el mismo suele tener mucha más aplicación en las empresas privadas, que son más conocidas como el sector privados empresarial. De todas formas debemos decir que las empresas que le pertenecen al sector público, es decir, aquellas que son propiedad del estado, también suelen tener buenos modelos de gestión, pero los mismos suelen independizarse bastante de lo que es el concepto de gestión más técnico.
Y es aquí en donde radica la diferencia más grande, ya que el sector privado, aplicando el concepto de gestión en el desarrollo de sus actividades obtiene muchas más ganancias que una empresa correspondiente al sector público, es por ello que es importante considerar la tecnicidad del concepto de gestión como parte de la gestión empresarial. De todas formas es importante también que se haga mención del hecho lógico que nos confirma que las empresas privadas cuentan con muchos más recursos que aquellas del Estado, y uno de esos recursos es la tecnología, una herramienta que ha ayudado ampliar el concepto de gestión en todas las aplicaciones correspondientes.
LA GESTIÓN OPERATIVA
La gestión operativa en el ámbito empresarial se refiere al día a día, esto quiere decir que son acciones realizadas para que la empresa sobreviva, siga existiendo, al día siguiente. Por ejemplo, nos dejan de pagar una cantidad importante de dinero y eso produce una gran tensión en nuestra tesorería, o varias personas clave de un determinado departamento enferman y esta área de la empresa no puede realizar sus objetivos, o una maquina se vería seriamente y no podemos producir unas unidades o prestar un servicio determinado. En todos los casos hemos de solucionar algo que nos afecta en ese momento.
En el caso de las decisiones operativas encontramos una serie de características definitorias. Por ejemplo, que siempre intentan solucionar problemas de corto plazo esto que la información que tengamos sea cuantitativa. Si retomamos los ejemplos anteriores veremos que podemos saber exactamente el dinero que nos falta, el número de personas enfermas o las unidades exactas que dejaremos de fabricar por la avería de una máquina.
Asimismo, normalmente son problemas que afectan un área funcional de la empresa, y en consecuencia otra de las características de la gestión operativa es su visión particular, por lo que podríamos decir que es introvertida, mira hacia la empresa.
Otra característica distintiva y diferenciadora de la gestión operativa, como veremos cuando comparemos con la estratégica, es que la primera suele ser reactiva, se trata de reaccionar frente a los problemas que ya existen en la realidad de la organización. Asimismo, las decisiones del día a día acostumbran a ser auto regenerativas, es decir podemos dar solución ya aplicada a un problema parecido. Por ejemplo, si ante la falta de liquidez grave pero puntual de la que se hablado líneas arriba, encontramos un banco dispuesto a ofrecernos soluciones, o ante las bajas repentinas o las averías imprevistas hallamos una compañía con la cual podemos subcontratar una parte de la producción con garantías, siempre que se nos presenten parecidas dificultades buscaremos similares arreglos. Por tanto, si quisiéramos definir en una palabra la gestión operativa, nos podríamos quedar con "inercia".
LA GESTIÓN ESTRATÉGICA
Las decisiones estratégicas, en cambio, se refieren al medio y largo plazo; el objeto de esta gestión es asegurar que la empresa siga existiendo en un futuro, lo más lejano posible. En este caso nos podríamos plantear aspectos como: ¿Podríamos ser seguir siendo tan innovadores o hemos de buscar otras formas de diferenciarnos de nuestros competidores?, ¿nos introducimos en el mercado X?, ¿realizamos un Joint-Venture o una alianza estratégica con la empresa "Y"?, ¿dejamos de fabricar en nuestro país? En definitiva en este tipo de decisiones son completamente diferentes a las operativas, no nos afectan hoy sino que tratan de mejorar, o la menos mantener, nuestra posición en el futuro.
Un aspecto muy importante es que, mientras que en las decisiones operativas hemos dicho que se trata de reaccionar a los problemas que se presentan o se han presentado, en el caso de las decisiones estratégicas tenemos que de ser proactivos, de anticiparnos a la aparición de los primeros síntomas de los problemas estratégicos, puesto que los síntomas al notarse y ser evidentes ya pueden ser muy tarde.
La gran diferencia es que, mientras que en el caso de la gestión operativa sólo tenemos que sentarnos en nuestro despacho y esperar a que los problemas vayan apareciendo, nadie nos va a llamar para avisarnos que dentro de uno o dos años habremos perdido nuestra ventaja competitiva si no tomamos algunas decisiones ahora.
Esta pro actividad, este anticiparse al futuro es la cuestión clave en los aspectos estratégicos. No hay que pensar en qué decisiones voy a tomar mañana, sino en qué decisión debo tomar hoy para conseguir lo que quiero mañana. Lo grave, como ya se ha advertido, es que si espero a tomar la decisión mañana normalmente ya será tarde.
Además del enfoque a largo plazo y la pro actividad, se puede añadir la visión general de la empresa (en lugar de la visión funcional d ela gestión operativa) como otras características de la gestión estratégica. El modelo GIB, trata de demostrar, que sólo se puede decidir estratégicamente contemplando la empresa globalmente.
Asimismo, si pensamos en los ejemplos descritos en el caso de la gestión operativa, y los comparamos con los mencionados cuantificar muchos aspectos como el sostenimiento de la Ventaja Competitiva, la introducción en nuevos mercados, las alianzas o las Joint-Venture con otras empresas, o la deslocalización, más aún si estamos pensando a largo plazo, con todas las incertidumbres que este aspecto introduce. Por tanto, en la gestión estratégica la información es cualitativa, y con ella hemos de saber trabajar.
Otro aspecto importante y diferenciador de la gestión estratégica, en comparación con la operativa, es que mientras esta última era normalmente introvertida, miraba, casi únicamente, hacia la empresa, la primer es extrovertida, es decir observa hacia el entorno. Siempre que pensamos estratégicamente pensamos en el entorno (en cómo afectará a la actividad de nuestra empresa).Si el objetivo que perseguimos es que la empresa mejore en el futuro, está claro que se debe adaptar a este futuro, y cuando pensamos en adaptarnos al futuro, pensamos en ajustar la empresa a las variables económicas, sociales, tecnológicas, políticas, sectoriales, etc., en definitiva a aspectos estratégica: su relatividad. Es un término relativo, no absoluto; mi estrategia será buena si es mejor que la de mis competidores, se adapta mejor a nuestro entorno.
Éste, como veremos más adelante, será un punto crucial pues jamás podremos predecir con certeza cómo evolucionará el entorno. ¿Qué inflación tendrá nuestro país y el de nuestros competidores dentro de dos o tres años? ¿Estaremos en una fase de crecimiento económico o habrá una recesión? ¿Qué tecnologías aparecerán? ¿Qué hábitos de consumo cambiarán radicalmente? ¿Quiénes serán nuestros principales competidores?, todas estas son preguntas que pueden ser vitales en la gestión estratégica de una empresa. Todas ellas se refieren al entorno. Todas ellas son impredecibles.
De esta última característica podemos se deduce otra no menos importante. Si la gestión estratégica depende del entorno y éste cambia rápida e impredeciblemente, cada vez que pensamos estratégicamente nos estamos enfrentando a un entorno diferente del de la anterior ocasión en que nos hicimos esta reflexión. De modo que si tomamos una decisión estratégica que fue bien en un momento determinado, esto no quiere decir que la misma decisión sea hoy válida ni mucho menos. Por tanto, si las decisiones operativas eran autorregenerativas, las estratégicas no lo son; es más, su fecha de caducidad suele ser muy corta.
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