Polaridad Y Unidad Ensayo

Polaridad y unidad

El ego del individuo le hace imposible percibir, reconocer o imaginar siquiera la unidad o el todo en cualquier forma, ya que el ego del ser humano desea tener siempre algo que se encuentre fuera de él y no le agrada la idea de tener que extinguirse para ser uno con el todo.

Nuestro entendimiento no hace otra cosa que desmenuzar la realidad en pedazos más y más pequeños (análisis) y diferenciar entre los pedazos (discernimiento= juicio por medio del cual percibimos y declaramos la diferencia que existe entre varias cosas).

Para estar sano hay que estar completo.

Más allá de la polaridad en la que nosotros como individuos, nos encontramos inmersos, está la unidad en la cual no hay cambio, ni transformación, ni evolución, porque a unidad no está sometida al tiempo ni al espacio.

El nada es lo único que existe realmente, sin principio ni fin, por toda la eternidad.

Las polaridades son dos aspectos de una misma realidad que nosotros hemos de contemplar sucesivamente.

Si detrás de la polaridad esta la unidad, detrás del tiempo se halla la eternidad.

Todo camino de salvación o camino de curación lleva de la polaridad a la unidad.

Para la comprensión de la enfermedad y la curación es importante entender que significa realmente la curación.

Siempre hay dos posibilidades, pero nosotros solo podemos realizar una, por lo tanto, en cada acción siempre queda irrealizada la posibilidad contraria. El tormento de la elección nos persigue constantemente.

No podemos eludir la decisión, porque no hacer nada es ya decidir contra la acción, no decidir es una decisión contra la decisión. Ya que tenemos que decidirnos, por lo menos procuramos que nuestra decisión sea sensata o correcta, lastima que nuestro sistema de valoración que nos ayuda a decidir sea cuestionado constantemente por otras personas que optan en cada caso por la decisión contraria y lo justifican con otros sistema de valores. Y entonces uno empieza no solo a defender sus valores sino a tratar de convencer al mayor numero posible de semejantes de las excelencias de estos valores, al fin, naturalmente uno debería convencer a todos los seres humanos de la justicia de los propios valores y entonces tendríamos un mundo bueno y feliz. Lastima que todos piensen igual y la guerra de las opiniones justas siguen sin tregua y todos quieren hacer solo lo correcto.

Lo único que nos salva del dilema entre lo correcto y lo incorrecto es la idea de que dentro de la polaridad no existe el bien ni el mal absoluto, es decir de manera objetiva, no existe ni lo justo ni lo injusto.

Puesto que cada valoración depende

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