SALUD MENTAL EN ADOLESCENTES

Proyecto

        A lo largo de nuestra vida constantemente nos sometemos a circunstancias tanto negativas como positivas, cada una de ellas dejando una huella en nuestro interior, sin embargo, ¿Cómo solemos responder ante esas situaciones?  Si nos encontramos en una posición desfavorable, ¿somos capaces de afrontarlo? ¿Somos capaces de manejar nuestras emociones? ¿Cómo es posible que un mal momento de nuestra vida pueda afectar nuestro rendimiento o desenvolvimiento como persona?  

        Cada una de estas incógnitas son directamente proporcionales con la salud mental, quiere decir, que van de la mano. La salud es un estado en el que un ser vivo carece de alguna lesión o enfermedad, ejerciendo con normalidad cada una de sus tareas. Al relacionarlo con el aspecto mental, o mejor dicho a la `salud mental’, se habla de un estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural que garantiza su participación laboral e intelectual para alcanzar una gran calidad de vida.

        Una persona al presentar inestabilidad emocional independientemente del origen, a raíz de ello se pueden ver afectados elementos como la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, la sensación, el aprendizaje y hasta el lenguaje, por lo tanto, un  estudiante al tener una salud mental deficiente se ve afectado en cuanto a su rendimiento académico, ya que dicho estado mental causa un gran impacto en la forma en que el individuo piensa, siente y actúa al enfrentarse a su entorno, dificultando todos sus procesos rutinarios.

        La ausencia de los elementos que definen a una persona con una salud metal equilibrada impide tareas o áreas relativamente pequeñas tales como la concentración, estimulación, comunicación efectiva e incluso el buen manejo del tiempo teniendo como consecuencia o problema un déficit en el fruto académico y perjudicando muchas de las metas de dichos estudiantes, causando así un estancamiento en el mismo.

        En ciertas ocasiones la persona que padece una mala salud mental no se inmuta de ello, alcanzando un punto donde su nivel de ansiedad o depresión resulta rutinario y no momentáneo, he ahí donde está el problema. La salud mental es un componente de la salud integral, tener una buena salud mental no es solamente no presentar ningún tipo de psicopatía o trastorno mental, va de la mano con saber manejar las emociones y evitar caer en un clico depresivo o de otro tipo, es tan importante éste eslabón que la OMS (organización mundial de la salud) en 2013 promovió una gran cantidad de charlas y soluciones.

        No es tan complicado denotar a un estudiante consumido por pánico escenifico de manera caótica, o el temor que este irradia al responder las preguntas de su profesor o el ser distante con sus compañeros de clase, siempre es importante destacar que puede ser gracias a múltiples circunstancias, sin embargo, se busca emplear maneras para descifrar exactamente el por qué y manejar estrategias que contribuyan en el trato y orientación para obtener resultados positivos.

         En medio de los estudiantes, factores de indicio de una mala salud mental son extremadamente comunes. Una de las raíces del problema es observar éstos indicios y percibirlos como algo normal o simplemente minimizarlas sin darles importancia alguna.  

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