UNIVERSIDAD CATÓLICA DE EL SALVADOR TEOLOGÍA

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE EL SALVADOR TEOLOGÍA II

2ª ACTIVIDAD DEL PRIMER PERIODO

SOBRE LAS IMÁGENES

Publicado el: 28 de marzo de 2016 Por: Lic. Oscar Alfredo Recinos Galdámez

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Desde hace varios días he visto una publicación en Facebook sobre la eterna “cuestión de las imágenes” en la Iglesia Católica, cosa que me parece buena porque motiva a la gente a que busque la verdad y sepa dar razones de su fe. Esta visión sobre las imágenes se hace según lo que se encuentra escrito en Éxodo 20, 1-5, en el que se lee:

Entonces Dios dijo todas estas palabras:

Yo soy Yavé, tu Dios, el que te sacó de Egipto, país de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí. No te harás estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. Yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron.

Otro texto que hace eco sobre el tema es el del Salmo 135, 15-18, que dice:

Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de las manos de los hombres: tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven; tienen orejas, pero no oyen, y no hay aliento en su boca. ¡Qué sean como ellos los que los fabrican, y también los que confían en ellos!

Ahora bien, resulta muy curioso que EN OTROS TEXTOS de la Sagrada Escritura diga “otra cosa” sobre las imágenes.

En Éxodo 25, Dios pide a Moisés que construya el Arca de la Alianza y hasta le da medidas y todos los detalles de la hechura. Así mismo, en Números 21, 8 dice:

Yavé le dijo a Moisés: «Hazte una serpiente-ardiente y colócala en un poste. El que haya sido mordido, al verla, sanará.»

También encontramos en Juan 3, 14:

De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto.

Entonces, ¿La Sagrada Escritura se contradice? ¿Dios nos engaña? Claro que no. Dios es perfecto y no puede equivocarse. Dejaría de ser Dios si hubiera engaño o error en Él.

Así pues, lo que se puede concluir al comparar estos textos es lo siguiente:

1. EFECTIVAMENTE, DIOS PROHÍBE LA IDOLATRÍA. Nada debe ocupar el primer lugar de nuestro corazón más que Él mismo.

1. LAS IMÁGENES SON UN MEDIO, NO UN FIN. Una imagen nos ayuda a remitirnos a lo que ella misma representa. Un ejemplo ayudará: si yo veo la foto de perfil de la chica que me gusta en su Facebook, mi reacción es pensar en la persona que está representada o plasmada en esa imagen. Jamás voy a amar la foto. Amo a la persona en su totalidad, no la foto.

Lo mismo sucede con las imágenes de los Santos, de Cristo o de la Virgen, me remiten a sus personas, a lo que son verdaderamente. Las imágenes no son personas ni tienen vida.

1. VENERAR NO ES LO MISMO QUE ADORAR. La adoración es exclusiva para Dios. Los Santos y la Virgen María son venerados o “admirados”, por eso están sus imágenes, para que nos recuerden que sí podemos seguir su ejemplo.

En las plazas o parques es común encontrarse con estatuas de personajes que han marcado la historia, incluso en tu habitación tienes fotos de tus futbolistas o cantantes favoritos. Y no significa que los adores, sino que los admiras.

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