Brecha digital durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19 en los estudiantes de la Facultad de “Ciencias Sociales” de la Universidad “Pablo de Olavide” (Sevilla).

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Proyecto de Investigación

Brecha digital durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19 en los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la

Universidad “Pablo de Olavide” (Sevilla).

 Equipo de investigación: Director: Emilio Pérez Martín

Equipo de investigación: XXXX XXX XXX - Trabajador Social

XXXX XXX XXX- Sociólogo

Asignatura: La investigación en el análisis de los problemas sociales

 Índice

Presentación del tema y contextualización del tema-------------------------------------------Pág.3 Marco teórico--------------------------------------------------------------------------------------Pág.3-7

Objetivos---------------------------------------------------------------------------------------------Pág.8

Metodología-------------------------------------------------------------------------------------Pág.8-11

Justificación Hipótesis

Tecnicas de obtencion- produccion de datos, seleccion de la poblacion y muestra (estudio cualitativo o cuantitativo) y tecnicas de analisis de datos

Programación y fases de la investigación-------------------------------------------------------Pág.12

Recursos (económicos, humanos)---------------------------------------------------------------Pág. 13

Bibliografía----------------------------------------- ------------------------------------------------Pág.14

1.  Presentación del tema y contextualización del tema

En marzo de 2020, España y el mundo entero entraban en una crisis económica, social y sanitaria nunca vista por nuestra generación. Ello provocó el cierre de todos los comercios, hostelería, y centros educativos de todo el mundo. Todo ello ocasionó, que estos últimos, tuvieran que reinventarse para no perder el curso escolar que se encontraba terminando el 2º trimestre en el  caso de colegios e institutos y en el 2º semestres en el caso de las universidades españolas, como en el caso que vamos a estudiar, la facultad de Ciencias Sociales de la “Universidad Pablo de Olavide”.

Es por ello, que de inmediato se comenzó a trabajar de manera online a través de las diferentes plataformas que se habilitaron para ello, y con las que se trabajó hasta finalizar el curso 2019/20.

Junto a todas estas novedades, surgieron imprevistos antes vistos, pero ahora con más impacto, ya que era la única forma de trabajo que se tenía desde docentes y alumnado, por lo que podría aparecer algún síntoma de brecha digital entre los alumnos y docentes de la facultad.

1.  Marco teórico

Durante el tercer mes del año 2020, la organización mundial de la salud

(OMS), declaró la situación de pandemia mundial causada por el nuevo virus: Covid-19. La cepa de contagios se ha originado en la ciudad de Wuhan (China) y su extensión ha sido rápida y global. Los gobiernos de la mayoría de los países del mundo han tenido que tomar decisiones drásticas para mitigar lo antes posible los efectos del virus y proteger la salud de los ciudadanos.

Durante la situación del primer confinamiento domiciliario, la UNESCO estima que 1,38 billones de estudiantes de todos los niveles permanecieron sin escolarización presencial, debido al cierre de los centros educativos.

En España, una de las primeras medidas que adoptó el gobierno central de Pedro Sánchez, fue el cierre de la actividad presencial en colegios y universidades. Esta medida generó una gran inquietud tanto entre el alumnado como en el seno de las familias, debido a las repercusiones que tal decisión supuso para la “normalidad” del alumnado del país.

En España el alumnado universitario supera el millón y medio de estudiantes.

Tras esta recomendación, realizada desde el gobierno de la nación hacía las Comunidades Autónomas, le siguió el Estado de Alarma, por Real Decreto, publicado en el Boletín Oficial del Estado el 14 de marzo de 2020 y por el cual se prohibió la circulación de ciudadanos por las calles, quedando así el confinamiento domiciliario en general de los ciudadanos españoles.

Conforme al confinamiento por la Covid-19, los estudiantes de la universidad Pablo de Olavide, al igual que los demás estudiantes tanto de universidades como de otros niveles educativos (primaria, secundaria…) tuvieron que realizar una transformación digital forzosa debido a la situación generada.

La transformación digital es un proceso que implica una serie de cambios profundos y coordinados en la cultura, la plantilla y la tecnología que permiten nuevos modelos

educativos y operativos de cara a transformar las operaciones, las direcciones estratégicas y la propuesta de valor de una institución (Grajek & Reinitz, 2019).

En la universidad esta transformación debe ser integral, afectando a todas sus misiones, pero desde una perspectiva estratégica que conlleve una redefinición de su modelo institucional. Es decir, no se trata de seguir haciendo lo mismo, ni de introducir tecnología ni de digitalizar procesos. La transformación digital requiere un reinvento en sus procesos e integra al elemento más importante de la institución, las personas. Esto implica que se han de

involucrar a las personas con las tecnologías en un verdadero reto hacia el futuro tecnológico, para que adopten la forma más transparente y así llegar a la innovación de los

procesos.

Para lograr este difícil objetivo es imprescindible la capacidad de liderazgo de los equipos de gobierno universitarios; sólo así se podrá definir una estrategia de arriba abajo que cree el marco de referencia tecnológico y de procedimientos para el mundo universitario. Este marco, debe a su vez, otorgar un margen de libertad operacional necesaria para que la comunidad universitaria ejerza su actividad con capacidad de innovación y creatividad, e incluso la estrategia debería tener la flexibilidad suficiente para realimentarse de esos flujos

ascendentes y así crear las espirales propias de la gestión del conocimiento en un contexto digital (Fidalgo-blanco, Sein-Echaluce & García-Peñalvo, 2015; Rubio-Royo, Cranfield McKay, Nelson-Santana, Delgado Rodríguez & Occon-Carreras, 2018).

Partimos de la premisa, como afirman Zubillaga y Gortazar (2020), de que la educación a distancia implica la planificación y el diseño de experiencias de enseñanza y aprendizaje online. Sin embargo, la celeridad con la que las instituciones de educación superior tuvieron que adoptar la medida del cierre de las aulas no dejó margen de maniobra para realizar estas tareas, de ahí el concepto de enseñanza remota de emergencia. Siguiendo las recomendaciones de la Red Española de Agencias de Calidad Universitaria (REACU, 2020) se adopta la terminología Educación o Enseñanza “A Distancia”.

Esta situación de emergencia no ha podido ser asumida en muchos casos, generando situaciones problemáticas para la comunidad universitaria.

Es ahí donde aparece jugando un papel crucial la brecha digital, la cual, hemos de definir en primera instancia que esta se trata de un modo de exclusión social, el cual se define, según Tezanos (2008) como un proceso estructural que afecta a las distintas dimensiones vitales de las personas (situación laboral, económica, social y cultural) y tiene una connotación negativa pues se refiere a las carencias que pueden sufrir las personas o grupos. Además, la exclusión social se inserta en una dinámica de exclusión-inclusión, ya que, el proceso de exclusión social no sucede de una manera determinada, en un momento determinado, sino que forma parte de combinaciones sociales que tiene un efecto distinto en cada persona o grupo de personas.

Este autor afirma que actualmente la exclusión social forma parte de los cambios que están conduciendo a un nuevo modelo de sociedad caracterizada por una transformación de los modelos de producción, donde existen nuevas formas de organización económica, el mercado está cada vez más globalizado, con una creciente automatización e implementación tecnológica, que está dando lugar a grandes cambios en las demandas de nuevos puestos de trabajo y en los sectores sociales menos cualificados.

Con el paso del tiempo, el concepto de brecha digital se ha ido matizando con la revolución tecnológica, teniendo como consecuencia el aumento de dicha brecha, con diferentes

caracteres. Con ello, podemos decir que la brecha digital no se debe sólo al desconocimiento de información y conocimiento de las nuevas tecnologías, sino que se debe a una situación socioeconómica también. (Olarte, 2017).

Actualmente, la educación de los seres humanos es inherente a los procesos de la globalización, a través de los efectos de este movimiento y fundamentalmente de sus causas.

En el futuro próximo de las grandes transformaciones por las que cruza la educación en el planeta, aparece la corriente de la Educación Basada en Competencias (Competence Based Education), habilitada por las tecnologías de la información y la comunicación, en el ámbito de la llamada sociedad del conocimiento, que en gran medida se basan en el acceso a la información y el conocimiento a través de sistemas computarizados (Martínez, Padilla y Meneses, 2014).

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