La ciencia del futuro

El primer capítulo “El futuro de los ordenadores” habla acerca de una ley llamada Ley de Moore (enunciada por primera vez en 1965 por Gordon Moore) la cual dice que cada 18 meses aproximadamente la potencia de los ordenadores se duplica y el tamaño de los microchips se reduce; también permite predecir la evolución de los ordenadores en un futuro cercano.

“En la próxima década, los chips se combinaran con sensores suprasensibles, de tal modo que estos puedan detectar enfermedades accidentes y situaciones de emergencia”

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Con base a esta cita, se demuestra que la Ley de Moore tiene (y tendrá) un buen impacto en la vida de los seres humanos puesto que la ley dice, además, que en un futuro cercano los microchips serán tan baratos que estarán por todas partes y cualquier persona podrá tener acceso a ellos; por lo cual serán de gran ayuda en todos los ámbitos, desde las relaciones personales hasta la salud ya que estarán en muebles, pantallas, carreteras, automóviles, etc. Evitando como se dice en la cita los accidentes.

Además a lo largo del libro se hace referencia a los dioses griegos a quienes se les comparan con la tecnología que tenemos en estos días y también a la que podremos llegar a tener en el futuro;

“El rápido ascenso de la potencia de los ordenadores para el año 2100 nos dará un poder igual al de los dioses mitológicos que adorábamos”.

Pág. 48

Lo que supone un gran control sobre todo lo que nos rodeara, evitando de nueva cuenta todo lo que pudiera afectar de manera directa la vida cotidiana del ser humano. Sin embargo esta tecnología no sería solo para eso sino que también se puede utilizar en el ámbito del entretenimiento (o en cualquiera, en realidad) con algunos proyectos como los siguientes:

• Gafas y lentes de contacto con acceso a internet.

• Un coche sin conductor

• Cuatro pantallas murales

• La mente dominando a la materia

• Leer la mente

• Fotografiar un sueño

• Mezclando la realidad real y la realidad virtual.

Este tipo de proyectos son solamente suposiciones de Kaku, sin embargo nadie niega que no puedan ser reales pues muchos de ellos ya tienen sus bases en las que apoyarse para llevarse a cabo y poder tenerlas en el futuro.

El segundo capítulo “El futuro de la IA” tiene como objeto de estudio el desarrollo que podría llegar a tener las maquinas, abriendo paso a lo que todo autor de ciencia ficción aspira ver un futuro, la inteligencia artificial; lo que significa que las maquinas puedan manejarse por sí solas.

Kaku considera necesario dividir en tres partes este capítulo. La primera parte empieza con una preocupación notable para la sociedad actual y para algunos profesionales del gremio de los científicos; pues si esta ciencia tan avanzada existiera en estos días sería un completo caos pues la sociedad no está educada para convivir con máquinas que ya no reciban ordenes de un humano sino que ellas solas (las maquinas) hagan lo que tengan que hacer.

Una cuestionable que se hace presente en este capítulo es: ¿Por qué los humanos tenemos la capacidad para pensar y las maquinas no? La respuesta es muy sencilla ya que el ser humano

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