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A quien quiera juzgarte, préstale tus zapatos


Enviado por   •  30 de Octubre de 2014  •  1.946 Palabras (8 Páginas)  •  198 Visitas

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A quien quiera juzgarte, préstale tus zapatos.

Nadie que no haya vivido una situación como la tuya, podrá fácilmente comprenderte. En una situación de dos siempre las opiniones sobran. Y las familias comienzan a tomar parte, juzgando entonces a quien desde su punto de vista ha sido el malo, el culpable, olvidando con esto que una relación de pareja es eso, de dos y solo de dos, donde solo ellos conocerán la realidad de su situación y lo que los demás vean será una percepción.

Nosotros mismos contamos las cosas a nuestra conveniencia (en la mayoría de los casos) acusamos de los errores, las fallas y las culpas a nuestra contraparte; omitiendo a veces la importancia de nuestra participación, recuerda: una pareja es de dos, para que una relación funcione o falle deben intervenir dos, siempre dos.

Una relación no prosperará si uno de los dos es el que quiere, el que dá, el que otorga, el que siempre cede, tarde o temprano se cansará de hacerlo; se cansará de solo dar y no recibir. Es una postura cómoda la de solicitar y saber que recibiremos, es cómodo ser quien recibe regalos y sorpresas, ordenar, recibir detalles pero la naturaleza del ser humano sale a flote, siempre cualquier ser humano por fuerte o valiente que sea necesitará ser valorado. Tú, hombre o mujer desearás llegar a casa después de una larga jornada de trabajo y en lugar de encontrarte con quejas y reproches por otra ves haber llegado tarde y el comportamiento de los hijos o las faltas en el hogar, tal ves solo necesitas el abrazo de tu pareja que con palabras suaves te haga saber que has llegado demasiado tarde, que se valora tu esfuerzo pero es preferible tu presencia en casa que un televisor nuevo, que el poder ir al cine todos los fine de semana, que el auto nuevo…

¿Has probado alguna ves hablar en “bajito”? ¿Has intentado no gritar cuando se te grita? ¿Has intentado no contestar con un grito cuando te han gritado?, esto es parte del principio “en la forma de pedir estar el dar”. Ahora lo sabes, cuando hablas en voz baja se te contestará igual, incluso sin saber porque. Si te gritan gritarás, porque se nos ha inculcado en nuestra formación que recibir un grito es humillante y sobajante, y también se nos ha enseñado que quien grita es quien tiene el poder, el control, es el fuerte. Esta enseñanza no escrita es la que prevalece en la mayoría de las sociedades, no se nos dice, se ha traspasado por generaciones con el ejemplo. Se nos ha enseñado la soberbia y el orgullo. Nada más falso y alejado de la realidad, y nada mas certero para alejar el amor de los demás, quien pierde el control es débil y actúa a la defensiva y con agresión, tan solo recuerda cuando fuiste niño, seguramente habrás notado que alguien siempre quiso hacer su voluntad y controlar a los demás y por eso nadie lo quería. Recuerda tu juventud y tus primeros amoríos. Todos tenemos derecho a decir que estamos cansados de intentar tal ves sea cierto, pero te ¿has detenido a reflexionar cuales fueron tus intentos? ¿Cuáles han sido esos intentos palpables? Hombre y mujeres somos muy distintos no percibimos las cosas igual por mas tonto que esto parezca, te daré un ejemplo: Mi amigo Gilberto le preguntó a su esposa que era lo que quería de regalo de aniversario, la nueva tv o la pulsera que mucho le había gustado, ella respondió que un tostador. El por su parte solo quería un cojunto de pants nuevo. Llegó el aniversario y ambos recibieron lo que pidieron, pero unos días después en una reunión de amigos Angela le reprochaba que le hubiera regalado un tostador y el con cara de sorpresa dijo que era lo que ella le había pedido y el pidió el pants. Angela respondió que era OBVIO que no quería eso pero esperaba que el adivinara que era lo que en realidad deseaba. Entonces la pareja de al lado, refirió situaciones semejantes donde la mujer (de naturaleza mas idealista y soñadora) espera a que su pareja “adivine” sus sentimientos, emociones, pensamientos. El hombre es mas de palabras claras y tan bien su naturaleza lo hace ser mas visceral y reactivo.

Es un hecho que no hay nada mas tierno y significativo para una mujer que el sentir que su pareja “le lee el pensamiento” pero no siempre es así. En la realidad de la vida de los adultos las cosas son diferentes, la situaciones, el día a día, las peligrosas rutinas llevan a los matrimonios a etapas incontrolables de monotonía, agotamiento y aburrimiento. Cuando esto se percibe es el momento de hacer algo de manera pronta, rápida. No puedes cerrar los ojos, por meses, incluso años esperando a que las cosas “vuelvan a ser lo que antes eran” jamás será así, la parejas, las relaciones cambian, pero el hecho de que cambien no es sinónimo de que las cosas vallan a terminar mal. El problema no es el cambio, si no hacia donde se dirige el cambio. Tu situación de pareja no será nunca la misma después de un hijo por ejemplo. Vivirán cosas nuevas, distintas y algunas muy inesperadas, pero es aquí donde viene la parte importante, el esfuerzo de ambos, el una especio de canoa con un remo a cada lado; para que se diríja bien y hacia donde ustedes lo decidan se debe trabajar en conjunto, de modo rítmico, si uno deja de remar la canoa tomará otro camino, y será mas dificl para el que

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