Competencias Docentes
claudia_1225 de Febrero de 2013
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INTRODUCCION
Al preocuparnos por el niño de hoy, pensamos que debemos prepararlo para que pueda adaptarse a cambios muy rápidos, para que sea capaz de asimilar valores esenciales del espíritu humano en medio de un ambiente agradable, de lo contrarió auto-afirmarse como un ser individual social, sin caer en lo acostumbrado que hace a los alumnos masivos uniformes, pasivos reflexivos.
No hay que olvidar que todo individuo, con más razón el niño, aprende de lo que despierta su interés y de ahí partir para que resulte ser un verdadero aprendizaje significativo que lo llevara a una mejor comprensión en su ingreso a la primaria.
Todo educador debe cuestionarse una y otra vez, porque ese alumno que posee inteligencia y viveza, no quiere participar en clase o busca permanentemente pretextos para salir del aula o no asistir al jardín, si se detuviera unos segundos a analizar paso a paso “su estilo de enseñanza”, quizá deduzca que ha olvidado lo más importante a su alumno que le interesa? Que quiere aprender?
O quizá hasta donde yo educadora estoy preparada para estos cambios Encontrar respuesta e estas preguntas, abre un panorama de estrategias a la que desee buscar nuevos caminos para llegar a lograr una educación integral y el desarrollo de sus competencias docentes.
El Escuchar una lección, escuchar ejercicios o estudiar en un libro pueden ser actividades de aprendizaje, de ahí que el profesor más tradicional puede pretender organizar y fomentar dichas situaciones, la idea misma de situación de aprendizaje no presenta ningún interés para los que piensan que a la escuela se va a aprender y que todas las situaciones se supone han de servir a este propósito. Insistir en las “situaciones de aprendizaje” no añade nada nuevo a la visión clásica del oficio de profesor, esta insistencia incluso puede parecer pedante, como si se insistiera para decir que un medico “concibe y fomenta situaciones terapéuticas”, en vez de reconocer simplemente que cura pacientes, al igual que el profesor instruye a sus alumnos, los profesores de hoy en día no se consideran espontáneamente como diseñadores y animadores de situaciones de aprendizaje.
Organizar y animar situaciones de aprendizaje es mantener un lugar justo para estos métodos. Es sobre todo sacar energía, tiempo y disponer de las competencias profesionales necesarias para imaginar y crear otra clase de situaciones de aprendizaje, que las didácticas contemporáneas consideran como situaciones amplias, abiertas, con sentido y control, que hacen referencia a un proceso de investigación, identificación y resolución de problemas, la competencia global pone en movimiento varias mas especificas como:
Conocer, a través de una disciplina determinada, los contenidos que enseñar y su traducción en objetivos de aprendizaje: donde los contenidos que se enseñan es lo mínimo cuando se pretende instruir a alguien, mas esta no es la competencia pedagógica, sino que consiste en relacionar los contenidos por un lado con los objetivos, y por el otro, las situaciones de aprendizaje.
Trabajar a partir de las experiencias: la escuela no se construye a partir de cero, cuenta con sus saberes previos, no es una mente vacía, al contrario se un montón de cosas, se ha hecho preguntas y ha asimilado o elaborado respuestas que le satisfacen de forma provisional, así es como la enseñanza a menudo choca de frente con las concepciones de los alumnos
Trabajar a partir de los errores y de los obstáculos en el aprendizaje: basado en el postulado de que aprender no es primero memorizar, almacenar las informaciones, sino mas bien reestructurar su sistema de comprensión del mundo, misma que requiere de un importante trabajo cognitivo y se inicia para restablecer un equilibrio roto, controlar mejor la realidad, a nivel simbólico y practico.
Construir y planificar dispositivos y secuencias didácticas: Los conceptos de dispositivo y de secuencia didáctica hacen hincapié en el hecho de que una situación de aprendizaje no se produce al azar, sino que la genera un dispositivo que sitúa a los alumnos ante una tarea que cumplir, un proyecto que realizar, un problema que resolver.
Implicar a los alumnos en actividades de investigación, en proyectos de conocimiento: Antes de ser una competencia didáctica de una gran precisión, relacionada con los contenidos específicos, saber implicar a los alumnos en actividades de investigación y en proyectos de conocimientos pasa por una capacidad fundamental del profesor; hacer accesible y deseable su propia relación con el saber y con la investigación, encarnar un modelo plausible de alumno.
La escuela en principio está totalmente organizada para favorecer la progresión de los aprendizajes de los alumnos hacia objetivos previstos al final de cada ciclo escolar, sin embargo funciona diferente porque no se pueden programar los aprendizajes humanos como la producción de objetos industriales. No es solamente una cuestión de ética, resulta imposible debido a la diversidad de estudiantes y su autonomía de temas e intereses, por consiguiente toda enseñanza digna debe ser estratégica, en otras palabras concebida a largo plazo cada acción se decide en función de su contribución esperada en la progresión optima de los aprendizajes de dada uno.
Lo que parece caer por su propio peso en los planos de los principios en realidad es extremadamente difícil en las condiciones de la acción cotidiana, por lo que la producción a menudo se limita al año escolar.
Lo ideal será optimizar la organización del tiempo que queda, proponiendo situaciones problema que favorezcan los aprendizajes previstos, tomarlos de donde se encuentren y llevarlos más lejos a su zona de desarrollo próximo, como nos sugiere Vigotsky, proponer situaciones desafiadoras que empujan a cada uno a progresar, que estén a su alcance, llamándolas situaciones movilizadoras.
Para que cada alumno progrese hacia los objetivos previstos, conviene muy a menudo en una situación de aprendizaje optimo para él, no basta cuando tenga sentido, le concierna y lo movilice, además tiene que requerirlo en su zona de desarrollo próximo.
Una situación estándar solo puede ser excepcional para todos, porque no tienen el mismo nivel de desarrollo, los conocimientos previos, la misma relación con el conocimiento, los mismos intereses, los mismos medios y formas de aprender. Diferenciar es romper con la pedagogía frontal, la misma lección, los mismos ejercicios para todos, pero sobre todo situar una organización de trabajo y de los dispositivos didácticos que colocan regularmente a cada uno en una situación optima, y en primer lugar a los que tienen más que aprender. Saber elaborar y hacer evolucionar estos dispositivos es una competencia con la que sueñan y que construyen poco a poco todos los profesores que piensan que el fracaso escolar no es una desgracia, que cada uno puede aprender. “Todos Capaces” afirma el GFEN y con el estamos todos los que defendemos el principio de educabilidad. ¡Ahora nos falta proponer Situaciones de Aprendizaje Adecuadas!!!
El problema será insoluble siempre que imaginemos que, para crear una situación de aprendizaje optima para cada alumno, hace falta encargarse de el personalmente. Esto no es ni posible ni deseable, la solución no es transformar la clase en una serie de relaciones duales, que el profesor se encargue de cada alumno, uno detrás de otro ya que aunque se elabora un plan esto solo resolvería una parte del problema, profesores que han intentado el apoyo pedagógico o han dado clases particulares, saben hasta que punto uno puede encontrarse desprovisto en una situación de tutoría, mientras que esta resulta aparentemente ideal.
Algunos aprendizajes solo pueden hacerse gracias a interacciones sociales, ya que solo se tiene como objetivo el desarrollo de competencias de comunicación o coordinación, ya sea porque la interacción es indispensable para provocar aprendizajes que pasan por un conflicto cognitivo o una forma de cooperación
Si analizamos la cultura profesional de los profesores de apoyo experimentados, sus competencias, sus representaciones, sus actitudes, sus conocimientos y habilidades lo enlistamos de la siguiente manera:
1.- Saber observar a un niño en situación, con o sin instrumentos.
2.- Controlar una progresión clínica, saber sacar buen partido de las pruebas y errores, estar formado en una practica metódica, sistemática.
3.- Saber construir situaciones didácticas a medida.
4.- Saber negociar/explicitar un contrato didáctico personalizado
5.- Practicar una aproximación sistemática, no buscar un chivo expiatorio, tener la experiencia de la comunicación, el conflicto, la paradoja, el rechazo, lo no dicho, no sentirse atacado o amenazado personalmente a la mínima disfunción.
6.- Estar acostumbrado a la idea de supervisión, ser consciente de los riesgos que se corren y que implica una relación de responsabilidad.
7.- Respetar un código deontológico explicito más que remitirse al amor de los niños y el sentido común.
8.- Familiarizarse con una aproximación amplia de la persona, la comunicación, la observación, la intervención y la regulación.
9.- Tener control teórico y práctico de los aspectos afectivos y relacionales del aprendizaje, tener una cultura psicoanalítica de base.
10.-Saber que a menudo hace falta salir del registro propiamente pedagógico para entender e intervenir con eficacia.
11.- Saber tener en cuenta los ritmos de las personas más que los calendarios de la institución.
12.- Estar convencido de que las
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