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Comunicación como campo profesional

Yandry Fernández PerdomoMonografía5 de Octubre de 2016

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“Comunicación como campo profesional”

Por Yandry Fernández Perdomo

Índice

Objetivos        

Introducción        

Desarrollo        

1-Conceptos de profesión, profesionalización y comunicación.        

1.1-Asociaciones Profesionales        

2-Comunicación como profesión        

2.1-Subcampo profesional de la comunicación        

3-Papel de la Formación académica        

3.1-Áreas de Formación profesional        

3.2-Competencias Profesionales        

4-Principales profesiones en el subcampo profesional de la comunicación        

4.1-Periodista        

4.2-Marqueting en función de la comunicación        

4.3-Comunicadores Publicistas        

4.4-Comunicadores en las Relaciones públicas        

4.5-Comunicadores sociales        

Conclusiones        

Recomendaciones        

Anexos        

Bibliografía        

Objetivos

Objetivo general:

Conocer los rasgos que identifican a la comunicación como campo profesional.

Objetivos específicos:

Definir comunicación, profesión y profesionalización.

Caracterizar de manera sintética a la comunicación como profesión en los diferentes subcampos profesionales de la misma.

Establecer ideas que muestren el papel de la formación académica de los profesionales de la comunicación.

Valorar el desempeño profesional que deben de realizar los profesionales de la comunicación en sus diferentes profesiones, así como los retos y perspectivas de las mismas.

Introducción

En la segunda mitad del siglo XX culminó uno de los procesos más importantes dentro del campo de la comunicación. La humanidad formó parte del establecimiento de los sistemas de comunicación masiva en las sociedades surgidas a partir de las revoluciones burguesas por el desarrollo de la radio y el surgimiento de la televisión.

Los medios de comunicación masiva han abastecido de información a generaciones enteras de seres humanos en todo el mundo pese a que, como apunta José Antonio Alcoceba Hernando, se trata de medios de “contrastada eficacia comunicativa en las pautas y procesos de socialización, y por qué no decirlo, en las estrategias de control social sobre audiencias cada vez más numerosas y dispersas.” (Hernando, 2004)

El éxito de estos sistemas comunicativos, que lograron imponerse a otros menos desarrollados y eficaces como el de comunicación asamblearia, mediante emisarios o a través de redes de distribución de mensajes, fue el resultado de un proceso histórico caracterizado por el establecimiento hegemónico de diferentes sistemas de comunicación en cada sociedad y por largos períodos de tiempo y fueron perfeccionándose de acuerdo a las necesidades socio-comunicativas de la sociedad y a los cambios tecnológicos originados en ella.

Bajo la lógica de este contexto se comprende entonces por qué desde finales del siglo XIX en Europa y Estados Unidos se inicia la formación de periodistas, sobre todo en el oficio de la prensa escrita. En América Latina sucedió de igual forma aunque posteriormente, dado el inferior grado de desarrollo de nuestras sociedades. Ya hacia la década del cuarenta del siglo XX en la mayoría de los países latinoamericanos comenzaban a surgir las primeras escuelas encargadas de formar profesionales para el periodismo, como respuesta de las Universidades y/o el ámbito académico a la creciente demanda de personal calificado por parte de las instituciones comunicativas. Esta realidad, vigente aún en la actualidad, fue rápidamente advertida por los sectores dominantes que dirigieron su influencia hacia la orientación de los currículos y planes de estudio de las carreras de periodismo y comunicación.

José Samuel Martínez López resume este proceso asegurando que “si partimos de que las llamadas escuelas de comunicación históricamente sólo aparecieron hasta que surgió un tipo de sociedad que hizo de la comunicación y la información un punto central de su proyecto y constitución, de inmediato entenderemos por qué no fue sino hasta después de comenzada la segunda mitad del siglo XX que en América Latina (luego de la inevitable incorporación de los medios a nuestras sociedades) se dio inicio —casi paralelamente— a los estudios e investigaciones sobre la comunicación, así como a la profesionalización y formación de especialistas en el campo.” (López, 2005)

“Las profesiones sistematizan conocimiento para formar un oficio práctico, un ámbito de habilidades e información que encaran un paquete de problemas y situaciones. En el caso de la comunicación la profesión modelo ha sido la de periodista, una figura social emergente en el siglo diecinueve, y que evolucionó hasta el veinte y sigue vigente” (Cáceres, 2002)

El campo de la comunicación se ha configurado de forma incierta, su crecimiento acelerado generó problemas tales como la indefinición del campo de trabajo, entre otros.

La conformación de este campo se comprende dos perspectivas: el ámbito profesional o laboral y el académico. En sus inicios ambas vertientes intentaban caminar a la par, sin embargo la dinámica de la primera se constituyó compleja y en algunos aspectos acelerada, por lo que la segunda se vio inhabilitada para cubrir de forma inmediata, las necesidades que demandaba el campo laboral.

Según Gabriela Sosa García, “la profesión de la comunicación no surgió con las primeras escuelas de comunicación prácticas como el periodismo ya se ejercían desde tiempos remotos, de esta forma el oficio comunicativo se practicaba antes de que se crearan las escuelas dedicadas a su enseñanza y se diera el estudio científico de la disciplina”.(García, 2000)

Se dice que la profesión comunicativa nació con el surgimiento de las industrias de la información, la propaganda y el entretenimiento (esto en diferentes momentos históricos). Estos campos demandaron de la comunicación especialistas para cada ámbito, que al paso del tiempo originaron la profesión como tal.

Pero el periodista forma parte de un mundo empresarial y social que se ha diversificado en muchas direcciones. Su oficio está en mutación y diversificación constante. Y por otra parte no es el único profesional encargado de la información, lo que se puede considerar el centro del oficio periodístico. También está el oficio del maestro, del político, del asistente social, y por supuesto el del bibliotecónomo y el bibliotecólogo, y el emergente del informático, el experto en sistemas, y así diciendo. Sobre información existe un haz de oficios que convergen en una nueva formalización posible.

El origen primero de la profesión indica que es necesario y urgente, las necesidades y los problemas sociales de contacto, interacción, conexión, vinculación y comunicación. Todos los aspectos de un nuevo entorno de vida general, la cibercultura. Pero esa es otra historia, y es sólo un elemento más de todo lo que hoy nos indica que el mundo cambió, nosotros somos otros, y necesitamos otras percepciones, otros comportamientos, otras profesiones.

 

 

Desarrollo

1-Conceptos de profesión, profesionalización y comunicación.

Cuando hablamos de comunicación encontramos varias definiciones, aplicaciones y conceptos, por ejemplo, según Manuel Martín Serrano "comunicación es una clase de interacción en la cual los seres vivos intercambian información entre ellos mismos, él reconoce la aptitud para relacionarse con otro ser vivo, recurriendo a un comportamiento comunicativo". (Barbero, 1990)

Desde este punto de vista la comunicación es un fenómeno natural, sin embargo, cuando esta se convierte en objeto de estudio, se desarrolla una disciplina que la estudia, pero no se precisa si se trata de técnicas para transmitir mensajes o es una teoría que se encarga del estudio o bien, de la producción, distribución y consumo de comunicación o información; a partir de estas ambigüedades la confusión e indeterminación del campo de la comunicación es contundente.

La indefinición del campo de la comunicación se da tanto en el ámbito académico, como en el laboral, es difícil distinguir quién define a quién, ya que el campo académico ha intentado dar respuesta a las necesidades del entorno, sin embargo el constante cambio social no permite que los contenidos académicos tengan vigencia por mucho tiempo; por otro lado en el campo laboral, al predominar la idea de que los medios masivos son el campo natural de los egresados de comunicación, no cede paso fácilmente para consolidar y legitimar otras opciones de aplicación del campo comunicativo, ya que en otros contextos sociales, la comunicación es aplicable y necesaria.

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