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Diaz Barriga. La Didactica


Enviado por   •  9 de Octubre de 2013  •  3.754 Palabras (16 Páginas)  •  733 Visitas

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Pensar la Didáctica

La Didáctica: es una disciplina conceptual que mejora la compresión de los proyectos de reforma educativa y de la intervención docente.

Este contiene dos elementos. En primer lugar, la Didáctica es una disciplina sustantiva del campo de la educación, cuya tarea consiste en establecer elementos que permitan debatir los supuestos subyacentes en los procesos de formación que se promueven en el conjunto de sistema educativo.

En segundo Término, la Didáctica es una asignatura esencial en la formación docente. Ya que la misma fue una disciplina q formo parte de todos los planes de estudio de formación de profesores para la educación básica.

La Disciplina concebida en el siglo XVII por Juan Amos Comenio fue la base sobre la cual se desarrolló posteriormente la Pedagogía como disciplina educativa. La didáctica llega al siglo XX con profundas tenciones entre sus diversas perspectivas: el Domino “Modelos de la escuela tradicional” es controlados por diversos postulados del movimiento escuela nueva y escuela activa.

El abandono de la Didáctica, signo de las actuales reformas Educativas.

La globalización ha sido el marco en el cual se ha gestado en la educación una era de reformes cuyo rasgos principal es que se caracterizan, en su conjunto, por estar centradas en una pedagogía que podríamos denominar “Eficiente” o “Técnico-eficiente”. Se trata de una generación de reformas que están recorriendo el mundo de diversas maneras. La gestación y/o el acompañamiento de estas reformas se han ido conformando a partir de estudios y las orientaciones de diversos organismos internacionales.

Los resultados de tales investigaciones o estudios, tienen dos destinatarios públicos de alto nivel, para los cuales, ante la ausencia de otros estudios comparados, estas indagaciones ofrecen datos útiles, y un conjunto de intelectuales de cada país firmemente convencidos de la necesidad de impulsar reformas que garanticen la eficiencia del sistema educativo.

Bajo el lema de “Impulsar el calidad, la equidad y la cobertura del sistema” se han promovido una serie de políticas que afectan la concepción del trabajo docente en la religión.

Conforme a la óptica de desconfiar del docente, de su trabajo y de su preparación, la propuesta con el Banco Mundial inicio sus recomendaciones educativas para la década del noventa incluía el apoyo a los materiales didácticos y los libros de texto, bien elaborados por si mismos, pudieran llegar a desempeñar un papel fundamental en el aprendizaje del estudiante.

A mediados de los años noventa se comenzó a experimentar, bajo el lema “autonomía de la institución escolar” , como un proyecto a partir del cual se establecían bolsas de recursos, y las escuelas tenían que presentar proyectos para competir por estos. Este programa fue conocido como “escuelas de calidad”. Los proyectos escolares presentados apuntaban a la mejora de la infraestructura edilicia: baños dignos, áreas de recreación, etc. No se trata de que tales elementos no fuesen importantes en la dinámica escolar: en sentido estricto, siempre deben ser un componente esencial en ella, pero el problema radica en que estos elementos no necesariamente redundan una mejora de los procesos didácticos del trabajo en el aula. De hecho, las evaluaciones efectuadas en el marco de este programa atribuían el mejoramiento del aprendizaje de los estudiantes a factores externos a la situación escolar: mayor atención de los padres, supervisión de las tareas, etc.

Un problema epistémico de la Didáctica: sus corrientes de pensamiento.

La enseñanza de la didáctica suele convenir la complejidad de esta disciplina en un problema simple y superficial. La didáctica no se enseña, en general, solo como un variado de conjunto de estrategias docentes más o menos amplias y coherentes con la finalidad de que el profesor pueda aplicarlas en el escenario escolar. El tratamiento conceptual puede variar desde las formulaciones clásicas del pensamiento didáctico hasta el empleo de diferentes perspectivas interaccionares tomadas de las escuelas de pensamiento de la Psicología del Aprendizaje, o de diversas concepciones que emanan de los medios masivos de comunicación o del desarrollo de las llamadas “nuevas tecnologías de la información”.

Con toda certeza se puede afirmar que hay dos tendencias que permiten una significativa comprensión de su evolución en el ámbito de las llamadas “Cs de la Educación”.

Por una parte esta perspectiva en la cual se origina el pensamiento didáctico en el siglo XVII, con la obra de Juan Amos Comenio, que se puede considerar una perspectiva clásica en el pensamiento didáctico. Algunos autores la definen como una perspectiva centrada en el contenido, en tantos que otros la consideraban una visión heterónoma de la educación. En cualquier caso, la lógica interna de este pensamiento está circunscripta a los problemas de determinación del orden del contenido: Todo contenido debe ser estudiado desde una secuencia lógica, en que los demás precedentes permitan la comprensión de los temas siguientes.

Por otra parte, hacia fines del siglo XIX se fue conformando un movimiento de partía de una profunda critica de modelo establecido desde el origen del saber didáctico. Genéricamente, se la conoció como “movimiento de la escuela activa” o “escuela nueva”. Con valiosos desarrollos tanto en Europa como, posteriormente, en Estados Unidos, en el contexto de este movimiento se pueden hallar trabajos de estudios como Claparede, Montessori, Declory y Freinet.

A partir de la aparición del movimiento Escuela Activase introdujeron en el trabajo didáctico dos enfoques, por medio de los cuales no solo se impulsa una idea y se busca la forma de llevarnos adelantes, sino que se rechazan los postulados de la otra alternativa.

El saber docente y la capacidad que este haya desarrollado para estimular a sus alumnos y entusiasmarlos con el conocimiento es un elemento clave en esta posición. Por el contrario, En la otra propuesta se considera que los estudiantes deben ser los principales responsables cuanto a determinar su ritmo de trabajo; son ellos los que deben dar muestras de los temas que reclaman su interés y trabajar con dedicación en el desarrollo de su aprendizaje. El docente tiene el conocimiento experto que lo ayuda a establecer las condiciones en el aula, en la escuela o en actividades extraescolares que permitan un continuo fluir entre la vida real y los trabajos que se realizan en el salón de clases. La participación y el compromiso de todos son una responsabilidad compartida, por lo cual la confianza en las posibilidades

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