EL PROCESO INICIAL.Observación en terreno

UNIVERSIDAD ADOLFO IBÁÑEZ

Magíster en Innovación

Representación

TRABAJO INDIVIDUAL

FECHA: Octubre del 2019

AUTOR: Narciso David Díaz López

PROFESOR GUÍA: Javier Traslaviña

EL PROCESO INICIAL

Mediante la observación en terreno fuimos en búsqueda de alguna solución indirecta que apuntara a resolver alguna necesidad de lo cotidiano de una forma distinta a lo teóricamente establecido. Nos agrupamos por equipos y el nuestro tenía en común la comunicación de información en lugares urbanos. (Información Sociabilizada en Teletrack, Comunicación Vial de Servicios y Generación de Ideas efectivas)

Fue un proceso complejo lograr convergir en una representación abstracta del problema en común que se buscaba resolver, mi aporte a proceso grupal fue genérico, participé en todas las etapas con especial foco en la indagación en terreno que realicé. Lo más difícil fue poner al costado lo que ya conocíamos y lograr escuchar activamente a nuestros compañeros resistiendo constantemente el impulso de ir por una solución concreta. Las herramientas de indagación nos fueron útiles para encontrar las correlaciones entre los distintos ámbitos, actores, contextos, espacios y factores que incidían en la problemática y las soluciones.

Una vez que pusimos foco en las personas y en las necesidades que creíamos que tenían, logramos identificar los movilizadores que podrían estar influyendo en las acciones que realizaban los individuos y ello nos condujo a una primera convergencia en un nuestro punto de vista inicial sobre la solución que estábamos observando que describimos como: En un contexto donde la economía está debilitada y donde las personas acuden a distintos medios para buscar incrementar sus recursos, identificamos personas que necesitan Interactuar y Comunicar sus mensajes en Espacios Colectivos para realizar actividades de intercambio que les retribuya dinero en el corto plazo para así satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia.

No obstante, al seguir avanzando en la indagación y expandiendo cada idea, poco a poco notamos como nuestro problema tomaba formas muy distintas a las de inicio y no sabíamos dónde nos estaba llevando. La clasificación por clusters y la identificación más precisa de los actores nos condujo divergir nuevamente respecto de nuestros puntos de vista donde nuevamente tuvimos que retroceder en el proceso para replantearnos la problemática, pasando de un problema relacionado con la comunicación a otro que tenía más relación con espacios físicos. Fue ahí cuando replanteando nuestro punto de vista de equipo respecto de la solución construimos nuestro nuevo punto de vista sobre el problema que se buscaba resolver el cual describimos como “Espacios adecuados para Intercambiar información”.

HACIENDO CALLE

Para profundizar un tema en específico, decidimos poner foco en el Teletrack. Fue ahí cuando nuevamente salimos a la calle, ahora con foco de dónde queríamos indagar, cuándo y con quién.

El primer día fui al Teletrack de la Calle Blanco en Valparaíso. La técnica que utilicé ese primer día fue evaluar la usabilidad tratando de mezclarme con el resto para experimentar lo que ahí estaba ocurriendo. Me senté en una silla bastante incómoda, el lugar era muy frío y las personas estaban todas con chaquetas abrigadoras. Mi ropa no era la adecuada para ese lugar, sentí mucho frío las 2 horas que estuve ahí. Durante mi observación puse atención en cada persona que estaba en el recinto, era un miércoles a la hora de almuerzo.

Lo que pude observar fue que todas las pantallas que proporcionaban las estadísticas de las distintas carreras eran muy poco utilizadas por los clientes. Lo que más usaban eran unos folletos de papel que estaban disponibles gratuitamente en el mismo recinto y donde cada uno anotaba. Tomé uno de esos folletos para ver de qué se trataba, ahí estaban todas las estadísticas relevantes de los caballos y los jinetes. Pude ver que en general todos utilizaban esos folletos para tomar nota de los resultados de las carreras para hacer sus combinaciones de las próximas carreras.

Para complementar, inicié una observación a los usuarios en su contexto. El 100% de los clientes del lugar eran hombres y a juzgar por su apariencia con una edad superior a los 50 años en casi la totalidad. Las únicas mujeres eran las cajeras, quienes interactuaban muy amistosamente con cada cliente, fui a las cajas a hacer una apuesta sin entender mucho de lo que se trataba, pregunté cómo funcionaba y la disposición fue muy buena, me explicaron que podía hacer combinaciones entre carreras lo que podía redundar en premios que crecían exponencialmente. Mis apuestas las hice tomando en cuenta las estadísticas de preferencia de las apuestas, peso de los caballos y el tipo de cancha en la que iban a correr (todo lo anterior utilizando sólo mi intuición de los factores que pudieran afectar favorablemente en el desempeño de una carrera). Fue desafiante tratar de llegar a una conclusión que me dejara tranquilo de estar apostando bien y además tratar de combinar los resultados con 3 carreras parecía más un algoritmo estadístico que una simple apuesta. Luego de varios minutos logré construir mis preferencias y aposté. Lo que sentí fue un desafío a mi capacidad analítica y a la vez entusiasmo al momento de que se corrieron las 3 carreras. Por los escasos minutos que duraba cada una me trasporté a un lugar distinto donde el frío, la incomodidad y los olores poco importaban, la sensación adrenalínica que percibí con las apuestas fue muy agradable a pesar de no haber ganado nada de dinero.

Siguiendo con mi observación, disimuladamente me cambié de silla para estar más cerca de un grupo de personas que estaban conversando y tratar de escuchar lo que decían. Cada persona que entraba era conocida por alguien, todos interactuaban, discutían y se molestaban con frases como: “Anday puro dando la hora”, “Erí de cartón” etc. También un señor respondió “Acá vengo a divertirme, si fuera por ganar plata me quedo en la pega” … También me di cuenta de que existía una gran red de contactos, era muy frecuente que recibieran llamados con “datos” de las carreras, los cuales anotaban en la papeleta de las estadísticas y construían sus apuestas.

Un señor mayor empezó a hablar con otro respecto de un tercero que había “Jugado Chueco”, al parecer no les había compartido un “dato” de una carrera donde habría ganado una combinación que pagaba muchas veces la apuesta inicial. Hablaban de que desde ese entonces

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