EL TRABAJO REMOTO A LA ESPERA DE SU REGLAMENTACION

EL TRABAJO REMOTO A LA ESPERA DE SU REGLAMENTACION

Eduardo Javier Valencia Garcia

Yhordan Alexander Vargas Saldaña

El trabajo remoto consiste en realizar las actividades necesarias para cumplir con los objetivos laborales que nos asigne la empresa, alejados físicamente del lugar donde se deben realizar, llámese las oficinas de la empresa; y utilizando las herramientas tecnológicas de la información y comunicación (TIC) que permitan desarrollar dichas actividades tal como se realizan de forma presencial. Es debido a ello que surge la siguiente pregunta: ¿Es necesario que el trabajo remoto sea regulado legalmente igual al trabajo presencial? En nuestra opinión, el trabajo remoto debe ser regulado igual al trabajo presencial, teniendo en cuenta que las responsabilidades y funciones que se realizan son las mismas que se hacen de forma presencial.

El trabajo remoto está regulado de forma temporal bajo decreto de urgencia N° 026-2020, del 15 de marzo 2020, debido a la pandemia; por lo que, es momento que tenga una reglamentación definitiva la cual contemple de igual manera las normativas del trabajo presencial y con ello poder incluirse de forma definitiva en la ley N° 30036 que regula el teletrabajo. Es importante mencionar, que esta modalidad de trabajo presenta beneficios tanto para el trabajador como para el empleador:

Las ventajas para las empresas como para los trabajadores son básicamente la reducción de costos, menor inversión en espacios físicos para las empresas y horro en el transporte y la alimentación en el caso de los trabajadores quienes además tendrán los mismos derechos y las mismas condiciones de trabajo Buscando evitar mayor propagación del COVID-19 y aumentar la productividad e impulsar el desarrollo humano... (Delgado, 2020, p. 77).

Es por ello que se entiende la preocupación de ambos sectores por su reglamentación definitiva, puesto que, como va evolucionando la pandemia, esta modalidad de trabajo podría decirse que vino para quedarse; toda vez que los beneficios antes citados nos invitan a pensar que puede contribuir a la productividad, eficiencia y también a la rentabilidad de los sectores que pueden hacer uso de esta nueva forma de trabajar.

En cuanto a la productividad, ha quedado demostrado que es una importante ventaja para los empleadores:

Otro ejemplo de ello, son los resultados del primer año de implementación del piloto pionero de teletrabajo en el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI), entidad que en 2019 mejoró en un 30% el índice de productividad de sus trabajadores. (Arriola, 2020, p. 40).

Por lo cual, es evidente que el trabajo remoto presenta beneficios para ambas partes involucradas, por lo cual, la necesidad de que sea regulado de forma definitiva y sea una alternativa real y no temporal para el sector laboral, es un tema que debe ser tratado como prioritario en el actual gobierno.

El trabajo remoto debe ser regulado de manera definitiva ya que se realiza el mismo trabajo de forma presencial es así que, algunos estudios indican que el trabajo remoto contribuye con las personas que tienen deficiencias para interactuar con los demás, así mismo ayuda a organizar su tiempo de manera productiva y eficiente. La productividad es hoy en día más inclusiva ya que va de la mano con el trabajo remoto, quien ha dado luz propia a esa población marginada laboralmente, estas personas podrán trabajar desde su casa y no tendrán problema para desplazarse a un lugar de trabajo o esa persona que tiene dificultad para comunicarse ya sea por falta de habla u oído, por medio de la tecnología actual podrá desempeñarse correctamente en su cargo laboral.

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