EL TRABAJO Y SU IMPORTANCIA.

En la actualidad el trabajo tiene un valor muy importante y sirve para caracterizarnos y ubicarnos en tiempo y espacio. En la sociología ocupa una destacada categoría de análisis. Su objetivo es la producción de bienes y servicios para obtener necesidades humanas, en otras palabras es la actividad que realiza el hombre para obtener sus medios de subsistencia, según una perspectiva marxista. En su apogeo, pocos pensaron que el trabajo subordinado sería tan solo una forma histórica de la actividad productiva humana. Pocos se atreverían a pensar y considerar que el trabajo subordinado sería sustituido por nuevas modalidades, siguiendo la regla de transformaciones a la que se había sujetado desde la aparición del homo-faber. La certeza de que el trabajo subordinado sería el trabajo típico para siempre puede fácilmente comprobarse en la estructura de seguridad social que se planificó a partir de la segunda guerra mundial. Hoy asistimos a la declinación del trabajo subordinado. Vivimos una época de transición entre el trabajo de tipo fabril y las nuevas formas de trabajo. Las nuevas tecnologías, la transformación de los valores y de los modos de vida de amplios sectores de la población y la configuración de un nuevo sistema de necesidades sociales han generado nuevas ocupaciones y diversas modalidades de trabajo que procurarán una mayor productividad y competitividad. Al cumplir con estas demandas de un campo laboral que exige cada día más preparación, es necesario que surjan empresas especializadas en el mejoramiento profesional, con esto surgen nuevos empleos y así el trabajo sigue el transcurso de una cadena económica que lleva a la satisfacción de necesidades. (Necesidades de mercados- exigencias laborales-).

La sociedad posmoderna se caracteriza entre, otras cosas por ser individualista, esto nítidamente lo relacionamos al trabajo autónomo o liberal, que realizan los individuos de manera independiente en el mercado. Esto era impensable en sociedades programas para ejercer el trabajo subordinado, apoyadas en los avances tecnológicos del momento pretendían poner al servicio de la empresa los intereses individuales de los trabajadores con el fin de aumentar la productividad. Con la llegada de una nueva modalidad de trabajo virtual donde el empleado desarrolla su trabajo en empresas creadas y desmanteladas según las necesidades de la nueva economía global, el campo laboral crece rotundamente, no quiere decir que todos tengan trabajo, pero sí todos pueden trabajar.

El concepto de trabajo, seguirá sufriendo cambios y somos conscientes que no habrá trabajos estables para todos y esto genera, rápidamente nuevas formas de trabajo precario y de autoempleo. Por otro lado hay una exigencia de trabajo cualificado, y la valoración del estudio. Cada vez es mayor el número de personas que acceden a educación superior y que invierten en formación de postgrado, todos para cumplir con las exigencias. Estas exigencias son aún mayores si hablamos del sexo femenino, las mujeres deben tener una excelente preparación y formación para poder competir con los hombres en el mundo del trabajo. Ellas siguen experimentando grandes dificultades para acceder a empleos decentes.

Teniendo en cuenta el desarrollo que tuvo el concepto de trabajo a lo largo de los años, podemos llegar a decir hoy que este comenzó a perder su origen físico, su lugar de referencia. Estamos hoy en una era más digital, esto nos lleva a tener posibilidades muy diferentes de las anteriores en la historia, pasamos de obreros explotados en fábricas a productores independientes, de abusos en horarios al cumplimiento de nuestros derechos. Es algo claro que no desaparecen las fábricas ni los modos de producción primarios. También aun es visible en nuestra sociedad que la clase trabajadora sigue luchando para hacer valer sus derechos laborales y buscando nuevas percepciones salariales.

No cabe a nosotros prever el futuro del trabajo, somos parte de un sistema que busca una masiva reproducción, pero estamos siendo formados para marcar diferencias, construirnos y llegar a construir también otros horizontes de proyecciones laborales, así dejaremos el servicio de profesores a la tarea de educadores. Las formalidades del trabajo continuarán, las explotaciones pueden llegar a ser modificadas, pero la necesidad del dinero no. El mando está en manos de quien posee el dinero, sea este de la forma que sea, material o inmaterial,

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