Ensayo Gerente por primera vez

PRIMERA PARTE: Entonces, va camino a dirigir

1. El camino hacia la gerencia

Existen diferentes maneras de llegar a los puestos gerenciales dependiendo de si existe algún programa en las empresas o no.

La gerencia no es para todos

La mayoría de las empresas no cuentan con un programa de entrenamiento para gerentes siguen el método conocido como “nada o te hundes”. Aquí se da por sentado que el empleado promovido a cargos gerenciales sabe cómo dirigir. Esto es de suma importancia ya que influye directamente en el éxito de cualquier organización. En la mayoría de las organizaciones la única manera de obtener promociones es por medio de puestos de dirección. Lo que muchas veces la gente no desea sin embargo en búsqueda de crecimiento profesionalmente aceptan el puesto.

El omnipotente

Este tipo de gerente es aquel que piensa que, si quiere algo correctamente hecho, lo mejor es hacerlo uno mismo. Esto trae consigo muchos problemas ya que la presión que tiene el gerente es abrumadora, así como el sentir de sus subordinados, ya que se cansa de realizar tareas simples y no se sienten importantes en su trabajo. Lo cual hace difícil alguna posibilidad de promoción. El gran problema de este tipo de gerente es la dificultad en delegar responsabilidades.

Los selectos

Son aquellos elegidos para ocupar una función de responsabilidad porque son familiares o tienen alguna relación con el jefe. Aquí el gerente tiene que probarse así mismo ya que de lo contrario tendrá un simple respeto superficial. Algo clave para lograr esto es la capacidad de liderazgo. El líder es la persona con la que otros cuentan, la persona cuyos criterios son respetados porque usualmente son razonables. Esto se mejora con la práctica.

1. El comienzo

El momento de instalarse

Aunque sucede la mayoría de veces es mejor hacerse a la idea de que la gente hablará de usted y como llego a ese puesto gerencial. Incluso habrá dudas sobres si es capaz de realizar sus funciones, comparándolo con su antecesor así haya sido bueno o malo. Antes de querer cambiar todo es mejor seguir un proceso lento, paso a paso. El control sobre sus subordinados y la comunicación son piezas claves, ya que estos controlan el futuro de su puesto.

Como poner en práctica su nueva autoridad

La autoridad debe analizarse con un almacén de provisiones “cuanto más son las provisiones que quedan para cuando son realmente importantes usarlas es mejor”. En otras palabras, no asuma que necesita usar la autoridad que le brinda su cargo. A veces es mejor no crear una imagen negativa al iniciar con el cargo.

Un toque personal

Es de gran ayuda proponerse que, en los primeros sesenta días de trabajo, se logren crear líneas de comunicación con cada persona del área que se es responsable. Es importante escuchar y mostrar un interés genuino, explayando a los subordinados en búsqueda de que cumplan con sus propios objetivos. Aquí son más importantes las habilidades humanas que las técnicas.

Cómo lidiar con su humor

Es muy efectivo mostrar su sentir ocasionalmente de manera sincera sin intenciones de manipular. Aunque mostrar diferentes cambios de humor es algo que baja la efectividad.

Cómo tratar con sus sentimientos

Mantener la calma en situaciones difíciles ayuda a pensar claramente, sin embargo, es importante mostrar sentimientos ya que de no hacerlo la gente pensará que es un gerente robot.

1. Forje confianza y seguridad

Una meta principal del gerente es forjar confianza y seguridad de los empleados en sus habilidades y en la opinión que tienen del gerente (competente y justo). Asignar tareas desafiantes a los subordinados creará el hábito de ser exitosos, lo que aumentará su confianza en ellos mismos. La confianza se construye sobre el éxito. El fracaso es bien recibido y se debe corregir en privado, así como se debe reconocer el éxito personal de forma privada o el éxito colectivo de manera pública o privada. El perfeccionismo es imposible por lo cual es malo utilizarlo con los subordinados, que vivirán con miedo a equivocarse.

Al forjar la confianza se promueve un ambiente de trabajo confiable.

1. Demuestre su aprecio

Hacer comentarios positivos y elogios es realmente importante y son cualidades que definen la actitud de un buen gerente. Existen diversas formas en las que uno puede expresar un elogio: en persona, por teléfono, enviando correos electrónicos o por algún otro medio de comunicación. la relevancia de esto es que se logra hacer sentir mejor a la persona, sentirá que su trabajo es realmente relevante en la empresa, y, por tanto, incrementará su productividad. Para estar seguros de que se realice esta acción de forma correcta, se debe asegurar lo siguiente:

• Ser específico. Si quiere que los comportamientos se imiten, necesita ser específico con el tipo de comentarios positivos que transmita. Cuanto más claro es el gerente, más posibilidad hay de que el comportamiento sea repetido por sus subordinados.
•  Describa la repercusión. A la mayoría de los miembros del equipo les gusta saber cómo se vincula su trabajo en el contexto general o del esquema mayor de las cosas, tales como lograr los objetivos de la unidad, departamento u organización.
• No sobreactúe. Muchos de los directivos se van a los extremos cuando transmiten sus comentarios positivos. Les hacen a los miembros del equipo demasiados comentarios de este tipo. Y cuando esto ocurre, el impacto relevante que debería tener disminuye y consecuentemente, los elogios no parecen sinceros.

 La pericia verdadera

Durante una conferencia de gerentes, se les preguntó lo siguiente:

¿Cuál es el mejor ejemplo de comprensión de un gerente que alguna vez hayan experimentado?

¿Cuál es el peor ejemplo de dirección que hayan experimentado?

La emoción profunda que se manifestó fue bastante evidente, y todos los comentarios que se escucharon tuvieron que ver con alguna forma de apreciación que fue recibida o denegada cuando los miembros del equipo sentían que lo merecían.

Una respuesta destacó del resto: Un joven contó que alguna vez se le solicitó subir a su camioneta y manejar ochenta kilómetros hasta una remota instalación, para hacer una reparación importante en medio de la noche. Al regresar a casa, recibió una llamada del gerente preguntando si había llegado a casa a salvo. Este hecho indicaba la completa confianza del gerente en el trabajo de su subordinado y que su integridad física resultaba ser más importante.  

5. El oyente activo

La habilidad de escuchar resulta ser clave para ejercer correctamente el trabajo de gerente. Este puede involucrarse en las conversaciones ocasionales de los trabajadores para enterarse de lo que sucede tanto en la empresa como en la vida personal de cada uno. También debe emitir frases clarificadoras, plantear preguntas, resumir lo que ha escuchado y comunicarse activamente.

El oyente pobre

Muchos directivos, nuevos o no tanto, hablan demasiado y no escuchan lo suficiente. Se aprende muy poco cuando se está hablando, pero se puede aprender muchísimo cuando se escucha. Los nuevos gerentes cometen el error de pensar que cuando llegan a ese cargo todos escucharán atentamente a cada palabra. Mientras más hable, más se corre el riesgo de aburrir a los demás.

El oyente activo

 Los oyentes activos poseen varias destrezas y cualidades que pueden ser desarrolladas gradualmente. Por un lado, alientan a las personas a hablar, y cuando por fin se animan a intervenir en la conversación, no la vuelven hacia ellos mismos, sino que continúan con la línea de conversación de la otra persona. Para indicar claramente que se está compenetrando en lo que la otra persona está diciendo, uno debe:

• Mirar a los ojos.
• Asentir con la cabeza ocasionalmente.
• Hacer comentarios precisos.
• Sonreír.

Cómo concluir una conversación

Es importante saber terminar con una conversación para no extenderla más de lo necesario. Algunas herramientas para evitar ser descortés son:

Hacerle saber a la persona directamente, al inicio de la conversación, que necesitará retirarse en cualquier momento.

Hacer comentarios como “aprecio que haya venido”, “fue muy agradable hablar con usted”, “permítame pensar acerca de eso un tiempo, y luego se lo comunicaré”, etc.

Usando el lenguaje corporal: mirar el reloj ocasionalmente, tomar unos documentos y hojearlos de vez en vez, mover las piernas en señal de que se levantará o levantarse si es completamente necesario.

Las ventajas de escuchar

Las personas disfrutan de estar con personas que saben escuchar y se preocupan genuinamente por ellas.  Las destrezas de un buen oyente de hacen notar en ambos aspectos de la vida: el profesional y en el personal. Después de un tiempo de practicar estos nuevos hábitos, será difícil poder diferenciarlos.

6. El nuevo trabajo de gerente y cómo evitar obstáculos

Como gerente necesita jugar muchos roles: entrenador, establecedor de estándares, evaluador de desenvolvimientos, elogiador, maestro, motivador y mucho más. Algunos errores comunes que se cometen al asumir el cargo por primera vez son:

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