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Evaluacion Curricular

juveraa1 de Diciembre de 2013

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Capítulo 1: Criterios y procedimientos de evaluación y acreditación.

La evaluación para la acreditación es un proceso de revisión de los programas académicos y de su operación, esto con el fin de mejorar la calidad académica de las instituciones y sus planes y programas.

En el caso de la evaluación, ésta función está a cargo de los CIEES, y lo concerniente a la acreditación está regulado por el COPAES. Actualmente, los CIEES están integrados por nueve cuerpos colegiados y se han reportado en el nivel 1 (programas con un alto grado de desarrollo y consolidación) 2184 programas. En lo referente a la acreditación el COPAES ha reconocido a 26 organismos acreditadores y reporta 1637 programas educativos acreditados. Se está en proceso de contar con un Sistema Nacional de Evaluación.

El término Evaluación Educativa puede definirse como una actividad o proceso sistemático y objetivo, de identificación, recogida o tratamiento de datos sobre elementos o hechos educativos, con el objetivo de interpretarlos, valorarlos y, sobre dicha valoración, tomar decisiones (García Ramos, 1989).

La evaluación es un símbolo que se le da al desempeño del alumno en alguna materia, actividad, trabajo, etc. Que se requiera, está basada en distintas técnicas que nos ayudan a saber que el alumno sea capaz en distintas competencias, que ha desarrollado de manera objetiva sus habilidades, con los valores y actitudes correctas. Como dice García Ramos, en su definición de evaluación ''esta nos ayuda a tomar una decisión sobre si el alumno acredita la materia, el ciclo escolar, etc. ''

La evaluación requiere diversos criterios y se debe tener en cuenta que debe ser objetiva, valida, sistemática y flexible, capaz de motivar al alumno.

Bernard (1976: 10 y ss.), uno de los autores nacionales pioneros en esta temática, que plantea que ''los criterios para la evaluación de materiales impresos han de poseer para ser eficaz, al menos, estos tres atributos'':

1) Objetivos, o lo que es igual, apoyarse en aspectos claramente observables y mensurables, que eviten peligrosos subjetivismos.

2) Flexibles, en el sentido de que puedan adaptarse a la diversidad de niveles educativos y materias. concretas

3) Operables, o lo que es igual, expresados en normas de aplicación. Los criterios que puede proporcionar la didáctica general aunque válidos, resultan por sí solos insuficientes.

Si nos basamos en esos puntos que nos menciona Bernard sabremos claramente que para realizar una evaluación objetiva como docentes nos debemos plantear las siguientes preguntas:

• ¿Qué evaluamos?

 Conocimientos, habilidades, actitudes, valores, desempeño.

• ¿Cómo evaluamos?

 Con técnicas distintas ya sea observación o desempeño.

• ¿Para qué evaluamos?

 Para saber cuáles son los conocimientos y el aprendizaje obtenido en cuanto algún tema, conocer sus habilidades, destrezas y aptitudes.

• ¿Dónde evaluamos?

 En el entorno del aula y fuera del.

• ¿Qué hacemos con la información que obtenemos?

 Realizamos y formamos criterios de evaluación de manera simbólica.

• ¿Quienes participan en la evaluación?

 Todos los actores de la educación, sociedad, institución, alumnos.

• ¿Quiénes son los beneficiarios de la evaluación?

 Sociedad, institución, alumnos.

Al respondernos las cuestiones anteriores podremos realizar una evaluación objetiva, y asertiva hacia nuestros alumnos, y sabremos hacia dónde va dirigido su aprendizaje.

(Díaz Barriga, F. y Rojas, 1998: 191) ''Los trabajos que los profesores suelen encomendar a sus alumnos pueden ser muy variados: ejercicios, solución de problemas, visitas a lugares determinados, trabajo de investigación, etc. Se realizan en forma individual o en pequeños grupos. Los trabajo son entregados y el profesor los evalúa y ubica dentro de un contexto didáctico o de enseñanza específico''

Se deben tener distintos criterios y técnicas de evaluación porque si evaluamos sólo con un examen, toda la preparación no sirvió de nada, ya que va orientada a la simple aprobación de un examen. Nuestra preocupación debe estar basada en la adquisición de aprendizajes permanentes, y no preocuparnos solo por él resultado sino, también por él proceso.

Lamentablemente en la actualidad, se aprende a aprobar y no nos preocupamos del aprender a aprender, de otra forma, ¿dónde quedan las capacidades y los propósitos?, es por eso que como docentes debemos hacer énfasis en enseñar a nuestros alumnos la importancia de una evaluación en sus diversos tipos y que esta no solo es una calificación otorgada para una acreditación, sino es la que ayudara a reforzar su aprendizaje y que este llegue a ser más significativo para ellos mismos y a su vez puedan aplicarlos a la vida diaria de manera objetiva y funcional.

La información que obtenemos a partir de los trabajos o tareas, luego de ser revisados y evaluados, se devuelven lo más rápido posible con retroalimentación correctiva precisa y positiva.

Capítulo 1.1: Objeto de la evaluación

Las decisiones sobre cómo se realiza la evaluación: los instrumentos, procedimientos, momentos, indicadores, criterios, que se utilicen en el proceso evaluativo.

Las tendencias históricas en cuanto a la consideración del objeto de evaluación del aprendizaje, trazan direcciones tales:

• Del rendimiento académico de los estudiantes, a la evaluación de la consecución de los objetivos programados.

• De la evaluación de productos (resultados), a la evaluación de procesos y productos.

• De la fragmentación, a la evaluación holística, globalizadora, del ser (el estudiante) en su unidad o integridad y en su contexto.

Todo saber implica un saber hacer, con independencia de sus diferentes niveles de demanda cognitiva, por lo que la acción ocupa un papel rector en la formación, la restauración y la aplicación del saber. De ahí que el análisis de la acción en la que se expresa "el conocimiento" sea un aspecto crucial para la evaluación, al inicio, durante y al final de un proceso de enseñanza aprendizaje.

La evaluación del proceso de aprendizaje trae consigo el viejo problema de la individualización de la enseñanza, en el sentido de reconocer y atender las diferencias individuales entre los alumnos.

El proceso de evaluación incluye dos operaciones fundamentales: obtención de datos objetivos e interpretación, a fin de seleccionar entre distintas alternativas la decisión más acertada. Así, la evaluación se ha convertido en un elemento esencial para otorgar financiamiento a proyectos y programas educativos, sobre todo en el nivel superior, por parte del gobierno federal.

Capítulo 1.2: Política y ética en la evaluación

“Las políticas no sólo crean marcos legales y directrices de actuación. También suponen la expansión de ideas, pretensiones y valores que paulatinamente comienzan a convertirse en la manera inevitable de pensar. Al fijar unas preocupaciones y un lenguaje, establecen no sólo un programa político, sino un programa ideológico en el que todos nos vemos envueltos.” (Contreras, José Domingo. "La autonomía del profesorado". Editorial Morata, España, 1997. pág. 174-175. “)

 Política educacional

La evaluación no es solo una tarea técnica sino que posee una naturaleza política puesto que tiene como finalidad contribuir a la toma de decisiones.

La evaluación es principalmente un intento por conocer mejor determinados aspectos de la realidad social y educativa utilizando recurso científico con la intención de alcanzar conclusiones que ayuden a la toma de decisiones, lo cual refiere claramente a la dimensión política de la actividad evaluativa.

(José Luis L. Aranguren. 1997) "El objeto formal de la ética es, en última instancia, no la vida, sino el carácter adquirido en ella. A la vida venimos con una "naturaleza", con un "haber" dado. A lo largo de la vida conquistamos un carácter, un "haber" por apropiación, y éste es el que importa éticamente. Lo que se ha llegado a ser con lo que se era por naturaleza, lo que en ella y sobre ella hemos impreso: el "carácter".

 Ética en la evaluación

La relación docente-alumno es una relación de poder y debe haber una regulación implícita del uso de ese poder por parte del docente.

Por esto las decisiones que resulten del proceso de evaluación deben situarse en un contexto ético. Si bien hablamos de ética en la evaluación esta también debe ser justa, sin preferentes y evaluar al alumno correctamente, en base a su desempeño, valores, actitudes y conocimientos, sin comparaciones.

Las maestras Medina y Verdejo, en el capítulo "Consideraciones éticas y otros aspectos que influyen en el proceso de evaluación" de su obra "Evaluación de aprendizaje estudiantil" señalan seis principios éticos fundamentales sobre los cuales debe descansar la acción educativa:

• La beneficencia

• La no-maleficencia

• La autonomía

• La justicia

• La privacidad

• La integridad

Si estos principios son aplicados por todos los docentes en la evaluación le daremos al alumno esa confianza de que la evaluación

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