Historia De La Educacion En Mexico
DYLANJIMENEZ15 de Mayo de 2014
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"UNIVERSIDAD POPULAR AUTONOMA DE VERACRUZ"
CAMPUS CUNDUACAN.
ASESOR: LIC. VICENTE A. PINO Y MAY.
MATERIA: HISTORIA DE LA EDUCACION EN MEXICO CONTEMPORANEO.
CORREO: Vapine164@hotmail.com
ALUMNA: YOMALI SANTOS OSORIO.
CORREO: yoma_li@hotmail.com
LIC. EN PSICOPEDAGOGIA
Introducción.-
El presente ensayo pretende mostrar una síntesis de lo que corresponde al desarrollo educativo en el siglo XIX, periodo clave en la educación en México, ya que es donde se comienza a modernizar las ideas referentes a las instituciones escolares, cuyos objetivos era la educación de las masas, difundir la educación pública elemental. El país ya consolidado como independiente, busca en este periodo un mecanismo que le dé fortaleza a la nación, que la edifique como un espacio en el que se comparten normas, tradiciones, costumbres, hábitos e historia, y es a través de la educación formalizada que se logra.
Sin embargo como nuevo país hay desequilibrios, y en torno al tema educativo también lo hay, tantas innovaciones e ideas extranjeras aunadas a las necesidades de la nación, van conformando poco a poco el Sistema Educativo Mexicano. Es importante resaltar, como lo veremos en alguno de los apartados, que es en la época del Porfiriato donde se alcanza un nivel máximo en materia educativa, ya que la educación abarca desde los párvulos hasta establecimientos de nivel superior.
UNIDADII
Fundamentos ideológicos que influyeron en la educación del siglo XIX
Los principios filosóficos educativos de esta época daban continuidad a lo que se buscaba antes de la independencia de México, abarcar a la mayor cantidad de población e innovar en las prácticas educativas. Esta últimas introducían valores, sentimientos, costumbres, ideas, comportamientos que perfilaban la identidad del mexicano, a veces de manera impuesta, otras de manera inapropiada y otras más de manera acertada.
Se cuestionaban los modelos de enseñanza, los contenidos y propósitos de la antigua escuela, es por eso que hubo una gran cantidad de documentos, reglamentos y oficios que pretendían renovar la vida educativa suprimiendo lo que consideraban obsoleto para el nuevo régimen social, político y cultural. Incluso se formaron organismos respaldados por el gobierno, encargados de llevar el control y de homogenizar la educación.
Uno de los hechos más notables de la vida escolar en el siglo XIX fue el proceso de la secularización que sufrió la sociedad mexicana en todos sus niveles. La propagación de la educación laica que debía ser recibida por todos los individuos, impregnó a la sociedad de nuevas ideas y valores, fue positiva la aceptación en la población que esta idea fue perfilando la conformación de la institución educativa mexicana. Sin embargo proliferaban las escuelas particulares en comparación con las gratuitas, y se distinguían en dos tipos: 1) escuelas públicas establecidas en zonas rurales o urbanas, 2) Escuelas particulares, fueran laicas o bien religiosas.
Para el año de 1820 se introduce un nuevo sistema de enseñanza Las escuelas Lancasterianas cuyo método requería de una sala espaciosa capaz de albergar a doscientos o más escolares distribuidos en largas mesas y bancos de diez en diez. Con el profesor se llevaban a cabo ejercicios de lectura y cálculo. En 1882 se plantea la necesidad de un local construido a propósito, independiente de las viviendas o de la casa del maestro como era costumbre, y bien ubicado.
Durante la etapa del Porfiriato se mandó un grupo de maestros a Estados Unidos con el fin de estudiar su sistema educativo con el objetivo de implantar en México mejoras pedagógicas. De ahí se toman las siguientes ideas: el jardín de niños (Kindergarten), evaluar al alumno de manera individual, mensualmente enviar una boleta de calificaciones con numeración del 1 al 10 de las materias cursadas y de la conducta en clase.
Prácticas escolares y condiciones de trabajo docente
En este periodo el libro de texto se convirtió en el instrumento privilegiado para la difusión de una concepción del mundo, además se convirtió en el recurso didáctico fundamental para la práctica de la lectura y escritura. Abundaban prácticas como la lectura en voz alta, en voz baja, lectura colectiva basada en la memorización y también la lectura individual y reflexiva. Las obras que todo plantel educativo debía de conocer eran: El Periquillo Sarniento, La Quijotita y su prima, ambos de Fernández de Lizardi y el Catecismo del Padre Ripalda fueron ejes de a educación literaria, moral y religiosa durante este periodo.
La enseñanza formal consistía no solo en aprender a leer y escribir, sino también a redactar, las cuatro operaciones básicas de aritmética, con varios recursos como el uso del ábaco, canicas y lentejas; la geometría haciendo figuras de cartón, la geografía hacían visitas a los causes del río, en algunas de ellas se enseñaba la doctrina cristiana y clases de dibujo. El uso de la pluma y el cuaderno era muy meticuloso.
Una de las cuestiones particulares era el orden en las escuelas, era rígido y se mantenía un control de vigilancia exhaustiva. Niños y niñas estudiaban por separado ya que podía ser de influencia nociva. Sin embargo ya se concebía a la escuela como un espacio de socialización que ayudaba a forjar el carácter moral del alumno y esto pone en tela de juicio a las escuelas particulares que se llevaban con un preceptor a domicilio. Dentro de las aulas se lograba observar un equilibrio perfecto. El silencio en la sala de escritura se prolongaba en cada objeto, en cada elemento físico que conformaba el lugar. El principio y método educativo era: “la letra con sangre entra” Con esta frase nos podemos dar una idea de los mecanismos empleados para la enseñanza. Las reprendas se imponían de acuerdo a la infracción, ya sea llamadas de atención, gritos o castigos corporales, coscorrones en la cabeza, reglazos en las manos, hasta el hacerse acreedor de las “orejas de burro” y quedarse parado en el rincón del salón o se le exhibía públicamente en el patio.
El mobiliario escolar tenía una función y un momento específico para usarse: pautas y plumas de palo, botellones de tinta en la mesa, estantes para el repuesto de papel, plumas, pizarras y gises.
Los maestros tenían auxiliares, la dinámica escolar consistía en escuchar las explicaciones verbales del profesor, práctica pedagógica central que consistía en transmitir valores, ideas, creencias y comportamientos. Inclusive el recreo estaba caracterizado por los juegos de pelota, trompo, huesos de chabacano, el diablo y la monja.
“LA PRENSA PEDAGÓGICA EN EL SIGLO XIX “
Dentro de la prensa educativa hay dos grupos de publicaciones: las revistas destinadas a los niños y otra destinadas a los maestros.
Luz Elena Galván actualmente revisa las publicaciones para los niños y niñas durante el siglo XIX. María Esther Aguirre y Teresa Camarillo en su escrito “Expresión de lo educativo en el pensamiento del siglo XIX” señalan que en el último tercio del siglo XIX se dio una reorientación educativa en México, vinculada con el desarrollo de la pedagogía, la profesionalización de los docentes y nuevas prácticas de difusión.
Ernesto Meneses en su obra “Tendencias educativas oficiales en México 1821-1911 “ señala en los capítulos XVII y XVIII la trascendencia educativa y cultural que las publicaciones pedagógicas tuvieron, así como su relación con la profesionalización de los maestros, destacando el papel difusor y constructor de la escuela moderna. En el “Apéndice” incluye un apartado llamado Revistas que en su primera parte sita 17 revistas pedagógicas a las que llama escolares, publicadas de 1870 a 1911. La introducción a estas publicaciones los hace transcribiendo lo que Ezequiel A. Chávez dijo en 1900, en su libro: México su evolución social 1902. Para Ezequiel había 3 tipos de publicaciones escolares: las especiales, las publicaciones con pocas paginas dedicadas a la instrucción primaria y útiles para divulgar los principios de metodología, y las que ofrecían información oficial de legislacion, planes y programas.
En la obra de Francisco Larroyo “Historia de la educación en México” , el autor ve la relación que hubo entre los orígenes de la Pedagogía en México, la difusión de nuevas ideas educativas y el papel que jugaron los intelectuales: Carlos A. Carrillo, Enrique C. Rèbsamen, Julio Hernández, Gregorio Torres Quintero, Alberto Correa y las publicaciones que dirigieron: México Intelectual, La Reforma a la escuela elemental, La enseñanza, El magisterio nacional y La enseñanza normal.
Milada Bazant en su ensayo “Lecturas del porfiriato” habla de la importancia social de saber leer y de lo que se leía; dentro de las lecturas informales que hacia la población alfabeta del siglo XIX, las clasifica en: literatura y científica, variada, y útil y práctica. En el Tratado elemental de Pedagogía publicada en 1900 por el doctor Luis E. Ruíz hay un apartado denominado “Periódicos Pedagógicos que se publican en la república Mexicana “ , en el aparecen los títulos de 30 publicaciones organizadas según el lugar donde se editaban.
LA PRENSA PEDAGÓGICA
Las publicaciones periódicas constituyen uno de los medios de difusión de la palabra escrita. Estas publicaciones ofrecen información actual y constante de hechos, acciones e ideas, además que generan corrientes de opinión, y se constituye en dialogo y discusión
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