IMPLICANCIAS DEL LIDERAZGO Y LA ÉTICA EN LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Implicancias del Liderazgo y la Ética en la Responsabilidad Social Empresarial

Alfredo Ramos Aquino

Todas las personas, incluyendo los niños tienen el potencial de liderazgo, sin embargo muchos no son capaces de actuar correctamente con la debida ética. Hablar de Enron Corporation, por ejemplo, es relacionarlo inmediatamente con palabras como engaño o fraude, debido a una incorrecta aplicación ética empresarial de sus líderes. Es innegable que una de las metas de los líderes es generar las mayores utilidades en cuanto a empresas de negocios se refiere, pero no debe ser el fin supremo sino también debe velar por el bienestar de sus trabajadores en sus diferentes aspectos laborales, es decir la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) debe ser incluido dentro de las políticas de la empresa. El liderazgo y la ética deben ser los medios para alcanzar el bien común de los empleados de las empresas.

Autores de libros sobre comportamiento organizacional y liderazgo, como Hellriegel y Slocum, Jr. (2004), González y Olivares (2004), Robbins y Judge (2009) y Ruiz (2003) definieron el liderazgo como la capacidad de una persona para influir en el grupo, de tal manera que se guíe a este grupo hacia el logro de objetivos y metas de una manera eficaz. Es interesante también analizar la conceptualización de Perdomo (2004) quien lo definió como el “proceso por el cual una persona que toma decisiones ejerce más influencia que otras integrantes del grupo en la realización de sus funciones”. Independientemente de los autores, todos apuntan al logro de objetivos a través de otras personas.

La ética, cuya aplicación es universal, se usa –bien o mal- en todas las ramas del conocimiento humano y en todas las profesiones, debiendo ser una cualidad imprescindible del líder, la misma que la permite generar confianza en la gente con la que trabaja. Se sabe que la ética va ligada estrechamente a la moral, es así que Fontela y Guzmán (2003) calificaron a la moral como referida a la conciencia individual, mientras que la ética se refiere a una moral social. Asimismo Ruiz (2003) planteó “que un mejor orden mundial […] no es posible si se carece de una ética que incluya valores coincidentes entre los seres humanos”. En términos simples, la moral nos ayuda a diferencial el bien del mal. La siguiente pregunta cae por su propio peso ¿Es posible aplicar la ética y el liderazgo con una Responsabilidad Social Corporativa (RSC)?

Figura 1. Responsabilidad social: Consecuencia del liderazgo y ética.

Elaboración propia

Habíamos mencionado que la RSE estaba referida al bienestar común de los empleados de una empresa. Mientras tanto la RSC se refiere al bienestar de la sociedad. Respondiendo a la pregunta anterior, sí es posible liderar con ética tanto la RSE como la RSC. Desde que Bowen (1953) citado en Marquina (2013) publicó su libro Social Responsabilities of the Businessman, el término Responsabilidad Social se ha hecho muy común en todo el mundo. Podemos realizar una suma algebraica y decir que el liderazgo sumado a la ética, nos proporciona la responsabilidad social (figura 1). Sin embargo, su aplicación ya se venía dando en otros países del mundo como en el Japón. Konosuke Matsushita, fundador de Matsushita Electric, una de las empresas multinacionales más grandes del mundo, en 1946 después de la segunda guerra mundial, había formulado los “principios relacionados con la gerencia, la sociedad y la vida humana”, llegando al convencimiento de que los seres humanos deben ser capaces de llevar una vida feliz, pacífica y rica tanto material como espiritualmente, (Matsushita, 2010).

Independientemente de los modelos de liderazgo que puedan aplicar los gerentes en el correcto desempeño de sus funciones, la ética debe acompañarlo si se desea tener un éxito eficaz. Los líderes auténticos, son para Robbins y Judge (2009) “los que actúan abiertamente y de buena fe sobre valores y creencias. Sus seguidores los consideran personas éticas”. K. Matsushita fue una de las personas más conocidas en el mundo que practicó el liderazgo auténtico, cual ave fénix levantándose de los problemas que se le presentaban en su organización, así como la crisis mundial de 1929 o la segunda guerra mundial, creó en 1946 un movimiento de paz y felicidad llamado PHP, siendo una de sus metas “hacer posible que el pueblo trabaje con gusto y mejore progresivamente su nivel de vida”. Ya en ese entonces Matsushita pensaba y actuaba con RSC, al incluir al pueblo –japonés- entre los principios con los que fundó PHP, una institución de investigación sin fines de lucro para estudiar al hombre y la sociedad y los planes sociales y políticos de Japón y el mundo.

Para Marquina (2013) la responsabilidad social en el Perú es una tarea pendiente. Discrepamos parcialmente con esta aseveración, porque ya existen empresas formales -mineras, petroleras, etcétera- que las vienen practicando desde varios años. Tal es el caso del grupo minero Hochschild Mining PLC, que a través de sus unidades mineras en el Perú y Argentina, se encuentra comprometido no solo con el desarrollo de sus colaboradores, sino también con las comunidades aledañas a sus respectivas zonas mineras. Para lograrlo, su presidente Eduardo Hochschild reestructuró los cinco compromisos de su política corporativa, de los cuales resumimos los tres relacionados a la responsabilidad social: (a) Brindar a sus empleados un lugar de trabajo seguro y saludable, (b) Gestionar y minimizar el impacto ambiental de nuestras operaciones, y (c) Fomentar la sostenibilidad mediante el respeto de las comunidades en las que operamos (Hochschild, 2010)

Podemos mencionar algunos ejemplos de cómo esta empresa aplicó la responsabilidad social. Dentro de la organización como RSE dio capacitaciones a los colaboradores –profesional y técnico- de acuerdo a su especialidad, realizó actividades para los familiares –padres e hijos- en los pueblos donde radican estos, la alimentación fue igual para todos, no existiendo por ende discriminación de ningún tipo; y fuera de la organización como RSC captó como trabajadores de la empresa al menos 10% de la población total, entregó internet a los pueblos cercanos, entregó y capacitó a la gente de las comunidades criaderos de truchas, de las cuales la gente vive sostenidamente de estas actividades. Todo esto fue posible –y hasta ahora lo es- porque el líder de esta corporación se encuentra comprometido con estos tipos de desarrollo. Como resultado de este tipo de liderazgo, no solamente ha generado la confianza de sus empleados, sino que ha evitado

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