LA EDUCACIÓN FÍSICO-DEPORTIVA Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y DEL CONOCIMIENTO: UNA VISIÓN SINCRÓNICA

INTRODUCCIÓN.

La ‘Sociedad del Conocimiento y de la Información’, acepción utilizada en la

actualidad para hacer alusión, entre otras muchas cosas, al espacio en el que

interaccionamos y evolucionamos conjuntamente gracias a la gestión de información y

conocimiento que demanda nuestro interés e inquietud personal, es uno de los puntos de

partida en los que debemos ayudarnos para introducir el concepto de ocio como

elemento de estrecha vinculación con la cultura en la que se asienta y manifiesta

socialmente el ser humano. Existe una conexión muy fuerte entre educación y ocio. El

ocio es una parte importante en la vida de las personas, desde pequeños se nos educa

para trabajar o estudiar, pero en muchas ocasiones desaparecen otro tipo de educaciones

encaminadas a todo lo contrario: saber aprovechar adecuadamente el tiempo libre

disponible y ocuparlo de manera coherente y recreada a través de prácticas voluntarias.

Siendo sabedores de la importancia que tiene hoy en día la práctica de actividad

física, resulta curioso comprobar el interés que ha surgido en nuestro país por el

ejercicio como medio para promover la salud y ocupar el tiempo libre. En cierta manera

parece que hemos pasado de considerarlo como algo de valor limitado e incluso

alienante, a propugnarlo como un bálsamo o panacea universal que puede utilizarse para

conseguir una mejor calidad de vida. Sin duda, el ejercicio o la actividad física ofrecen

una extensa gama de aplicaciones que proporcionan un amplio espectro de posibilidades

que van desde ámbitos como la salud y el ocio activo, a otros vinculados con la

enseñanza de aspectos relacionados con el cuerpo y el movimiento (educación física),

3

la prevención y rehabilitación de patologías (motoras, psicológicas y sociales), y

muchas más en esta línea de conocimiento y práctica, optimizando todas ellas nuestra

calidad de vida. Los valores sociales de la actividad física y del deporte son en nuestra

sociedad indiscutibles, más si cabe cuando ésta otorga tanta importancia al tiempo de

ocio y a la recreación. Hemos pasado de una sociedad industrial a una sociedad

postmoderna. Esta preocupación existente respecto a los hábitos y tendencias para

ocupar el tiempo libre, conlleva la aparición de la denominada “pedagogía del ocio”.

Para ésta, la actividad física supone un pilar básico sobre el que sustentar la mayor parte

de sus intervenciones.

De la potenciación del deporte y la actividad física en el ámbito educativo,

popular e institucional se constituyen y refuerzan nuevos procesos de aprendizaje psico-

motor en la iniciación deportiva, fenómenos de entrenamiento en medio y alto nivel,

procesos de enseñanza-aprendizaje en la Educación Física institucionalizada, prácticas

físico-deportivas que fomentan la salud y ocupación efectiva del tiempo libre (ocio

activo), etc., todo ello abordado desde una óptica profesional que debe controlar a la

perfección la combinación entre planificación y operación. Cada una de las situaciones

se caracterizarán por relaciones directas entre profesionales de la materia y sujetos

implicados en estos ámbitos de práctica señalados, abordando y asumiendo

responsabilidades de manera equilibrada y medida en aspectos tanto motores como

socio-afectivos y psicológicos.

Cada año la vinculación entre estas ciencias y las nuevas tecnologías emergentes

en información y comunicación resulta más estrecha. Aunque a primera vista, el hecho

de que algo con una significación corporal y de relación directa entre personas como la

Educación Física y el deporte nos evoque desafinidad hacia el uso de tecnologías y

avances cibernéticos, nada más lejos de la realidad. Día tras día, adquiere una mayor

importancia la inserción de las nuevas tecnologías dentro de este campo educativo y de

formación. A través de este documento se pretende dar un enfoque de conjunto con el

que poder esclarecer algunos pensamientos que rodean esta idea. Sobre un punto de

partida generado en un enlace temático que abarca Educación Física, Tecnología y

Sociedad de la Información y del Conocimiento, y a través de un breve recorrido

bibliográfico, concluiremos una serie de reflexiones finales que nos aporten una visión

postmoderna, llena de viveza y enmarcada en la documentación europea.

4

2. FUNDAMENTACIÓN Y DISCURSO.

2.1. LAS CIENCIAS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y DEL DEPORTE EN LA

SOCIEDAD DEL SIGLO XXI: OCUPACIÓN ACTIVA DEL OCIO EN LA

SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y DEL CONOCIMENTO.

Hablar de prácticas de ocio en la Sociedad de la Información y del Conocimiento

supone aludir a una serie de ocupaciones obligadas que engendran por sí mismas una

doble función: catártica de lo cotidiano y educativa en el aprendizaje de nuevas formas

de recreación. Son numerosas las actividades susceptibles de práctica para la ocupación

del tiempo libre, en cualquier caso en este apartado haremos referencia a las

relacionadas con la actividad física y el deporte (ocio activo). Vicente (1988) nos

comenta que el movimiento, como fuente de conocimiento y de comunicación, de

sentimientos y emociones, de placer estético, de salud, de esparcimiento, como factor

de desarrollo filogenético y ontogénico, etc., es uno de los aspectos distintivos del

comportamiento humano; al lado de lo puramente biológico y mecánico, la ciencia lo

está estudiando cada vez con más ahínco en sociedades y culturas como la nuestra. Si

aceptamos como válida la equivalencia entre ‘ciencias de la actividad física’ y ‘estudio

de todo lo relacionado con el movimiento humano desde distintas vertientes’,

obtenemos un amplio elenco de materias y temáticas objeto de análisis. El ocio y la

educación del ocio serán elementos clave dentro la Sociedad del Conocimiento y de la

Información, y formarán parte importante de las ciencias de la educación física.

Sabemos que existen diferentes tipos de educación dentro un sistema social, hablamos

de educación formal, de educación no formal y de educación informal. Dentro de esta

última aparecen recogidas todas aquellas habilidades, destrezas y/o aprendizajes “no

académicos” que se adquieren a lo largo de la vida, practicándose y perfeccionándose

durante el tiempo libre dedicado al ocio. Parte importante de este proceso educativo

viene significado también a través del uso del cuerpo y con ello del movimiento.

El deporte y la actividad física en nuestro tiempo, como ocupación dentro del

ocio, adquiere cada día un mayor número de practicantes. Bajo la circunstancia de

"temporalidad del ocio" (García Ferrando y cols, 1998), y diferenciando entre distintos

tipos de prácticas en función de su duración y de su ubicación a lo largo del año, nos

podemos llegar a cuestionar qué tipo de ‘ocio activo’ se lleva a cabo en ciudades y en

espacios no urbanos. Si delimitamos conceptualmente la palabra “ocio”, acudimos

como punto de partida obligado a la definición que Dumazedier (1971) realiza, en la

cual se recogen seis características esenciales: ocupación voluntaria, descanso,

diversión, formación, participación social y capacidad creadora; a las que se debe

añadir una séptima: la recuperación. Complementando estos conceptos, señalamos

también una serie de enfoques sociales que realizan otros autores que vinculan el ocio

con el deporte; se destacan el ocio moderno como actividad dinámica, el deporte para

todos, y el deporte practicado frente al deporte para ser visto (Cagigal,1971; Pigeassou

y Miranda,1995).

En las sociedades contemporáneas el ocio pasa de ser considerado un ‘medio’ a

constituir un ‘fin’ en sí mismo. Su importancia se asienta en la evolución tecnológica,

en factores relacionados con la inserción laboral tardía y la jubilación temprana, factores

económicos, higiénico-sanitarios y sociales. En muchas ocasiones se ha dicho que la

actividad física y el deporte constituyen un antídoto perfecto contra este tipo de

situaciones comentadas. Si bien podemos añadir en palabras de San Martín (1997) que

5

los efectos del ocio en la calidad de vida, aportan beneficios tales como: el humor, la

felicidad, la salud mental, la salud física y el autoconcepto. Se observa de esta manera,

como una óptima sistematización en la ocupación del tiempo de ocio redunda en la

consecución de un ideal de desarrollo integral (físico, psíquico y social). No podemos

concluir este apartado sin señalar que no existe ocio sin trabajo, y que a raíz de esta

interacción antagónica se habla de ‘libertad percibida’ a la hora de cuantificar el grado

de satisfacción de una persona en su actividad diaria de ocupación del tiempo libre (en

el que se incluye el tiempo de ocio). En este sentido, la Educación Física tanto

institucionalizada como no, tiene aún muchas cosas que aportar para favorecer una

adecuación social del ocio activo a las nuevas tendencias de práctica en la Sociedad del

Conocimiento y de la Información. Una de las líneas

...