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LA MORAL DE KANT


Enviado por   •  3 de Junio de 2015  •  Tesis  •  1.806 Palabras (8 Páginas)  •  967 Visitas

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LA MORAL DE KANT

3ºII

Kant pretende derivar de la naturaleza humana, de esa capacidad de racionalidad propia y constitutiva del hombre los principios morales y jurídicos obligatorios. El fundamento de la obligatoriedad de las leyes morales no se puede buscar en las circunstancias del mundo, sino sólo a priori en los conceptos de la razón pura; que después se vuelve razón pura práctica, razón práctica.

La autonomía moral del individuo deviene la ley fundamental moral. Pero Kant, a pesar de cierto subjetivismo, no pasa por alto un orden objetivo de las cosas; Kant no es el representante de un subjetivismo moral puro, como fue desarrollado por el neokantismo y por ciertas doctrinas existencialistas.

Por otro lado, Kant creyó haber encontrado en el llamado imperativo categórico, la piedra de toque y, en consecuencia, el punto de partida para la ética que los milenios antes de él no habían descubierto. Mas para la ética es difícil fundarse sobre el imperativo categórico. A pesar de todo, Kant, por medio de la libertad autónoma que concede incondicionalmente a la persona, ésta se convierte en gran medida en sostén del orden moral. Una frase famosa de Kant que apoya lo anterior al mismo tiempo está dirigida contra todo totalitarismo: "...todo ser racional, existe como fin en sí mismo, no sólo como medio... "

En Kant, la moral y el derecho tienen un fundamento común. Las exigencias de ambas resultan de la razón práctica, que parte del sentimiento y la voluntad. Esta razón es autónoma, la autonomía significa en Kant solamente que el hombre encuentra la ley de sus acciones en su razón práctica.

Desde tiempos inmemoriales la ética o filosofía moral se ha ocupado y preocupado siempre de la praxis humana.

La moral o lo ético es un conocimiento, un conocimiento que se evoca principalmente al hombre y a Dios -en la mayoría de los casos-, de la relación que se establece entre el conocimiento del hombre y el de Dios se deriva así mismo el conocimiento de lo que es bueno y de lo que es malo.

Este conocimiento moral se encuentra presente en la conciencia de todo hombre, un conocimiento que es objeto de estudio tanto en el campo teórico como en el práctico y que constituye un saber filosófico que se ocupa de lo que se debe o no se debe hacer.

La moral según Kant es la percepción y distinción a priori (en el primer momento), entre lo bueno y lo malo.

Según Kant todos los seres racionales podemos distinguir entre lo bueno y lo malo sin recibir instrucción para ello.

Nuestra moral se apega a lo bueno, al bien (lo ético).

El hecho moral en Kant o los deberes de Dios

Tradicionalmente, la doctrina moral y sus normas derivadas hallaban su fundamento en los principios teóricos fundamentales, que proporcionaban la base de los principios morales. Así ocurría con la Idea de Bien de Platón, o con el Dios medieval, o con la Sustancia de Spinoza, por señalar solo tres ejemplos.

La moral fundamenta al Mundo, el Alma y Dios

Sin embargo, en Kant se da el proceso contrario. Si la razón pura había concluido en el carácter ilusorio de las ideas de Mundo, Alma y Dios (de las que desconocemos “siquiera la posibilidad”), la razón práctica, es decir, el uso moral de la razón, confiere a estas ideas “consistencia y realidad objetivas, es decir, su posibilidad queda demostrada por el hecho de que la libertad es real”.

El hecho moral

De este modo, la moral, en Kant, no se fundamenta en principios teóricos, sino en un hecho (Faktum): el hecho moral. Este hecho consiste en que “la razón pura puede ser práctica, es decir, puede determinar pos sí misma a la voluntad”. Y ello, con independencia de las condiciones empíricas.

Por lo mismo, el hecho moral está enlazado necesariamente con la conciencia de la libertad de la voluntad, “aun más, es idéntico a ella”.

Así pues, para Kant, la moral se origina en dos hechos, presentes en la razón humana: la ley moral de la razón práctica y la libertad de la voluntad. Ambos hechos se manifiestan unidos en la conciencia moral.

La conciencia del deber

En la conciencia moral, la ley moral se manifiesto como conciencia del deber. El deber es “la necesidad de una acción por respeto a la ley”, por lo que se presentará a la conciencia en la forma de un imperativo. “Deber y obligación son las únicas denominaciones que nosotros debemos dar a nuestra relación con la ley”.

En el conjunto de la filosofía de Kant, la existencia del orden moral (que se desarrolla en el ámbito del noúmeno, de la cosa en en sí, incognoscible por la razón teórica), se prueba por la existencia de la conciencia moral, formada por la ley y por la libertad.

La elección y la libertad

La moral se funda en su aplicación práctica. También en la naturaleza finita del hombre, expresada en la falta de acuerdo constante entre la voluntad y la razón.

Para Kant, si siempre hubiera acuerdo entre la razón y la voluntad, la moral resultaría superflua; pero las inclinaciones sensibles se imponen a las racionales. Como el hombre es el único ser que tiene sensibilidad y razón, sus acciones pueden seguir lo impulsos de la primera o los dictados de la segunda: en esta posibilidad de elección consiste la libertad

EL HECHO MORAL El mundo no está hecho

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