La importancia de la disciplina en escuela y casa para los adolescentes

Alumna: Andrea Colín Reséndiz.

Grado y Grupo: 3°C

Asignatura: Español.

INSTITUTO TLALPAN.

La importancia de la disciplina en escuela y casa para los adolescentes.

 ESCUELA:

La disciplina para los adolescentes en la escuela requiere que los dejes cometer errores naturales y que puedan experimentar las consecuencias de su comportamiento. Como por ejemplo, cuando olvida con frecuencia las tareas, tienes malas nota, etc. Eso requiere que te acerques al adolescente y le hagas ver sus errores para que el mismo tome la decisión sin interferir y sin que haya algún peligro en alguien más. Los enseña a tomar buenas decisiones y les sirve en la vida adulta. Cuando se establecen reglas o limites se espera que los adolescentes las sigan y al no cumplirla se les cruza una consecuencia con la cual se espera que ellos aprenden a convertirse en una parte productiva de una comunidad grande o pequeña y todo esto les ayudara a su avance en el mundo laboral o su educación superior. Y aprender las reglas de una comunidad es una parte muy importante en la adolescencia. Todos los adolescentes deben aprender a establecer sus propios límites es igual que como los adultos deben aprender a saber manejar sus relaciones, su tiempo, organizar horarios de trabajo y de vida, etc. Los adolescentes aprenden a hacer el mismo pero en la escuela aprenden a seguir los límites que se establecen y hacer frente a las consecuencias por superar límites. El entregar trabajos como se establecieron y a tiempo los servirá en su vida adulta. También aprenden a dar y obtener RESPETO. Al respetar las reglas y límites establecidos en la escuela y al aceptar la disciplina cuando no lo hacen, así los adolescentes aprenden a respetarse a sí mismos y a respetar a la autoridad, con esto se pueden ganar el respeto de los profesores y de cualquier otra autoridad sobre ellos y es un beneficio colateral para la disciplina en la escuela para los adolescentes.

CASA:

Nunca es bueno castigar al adolescente cuando está enojado, porque, es posible que diga algo de lo que después se pueda arrepentir y puede llevar a restricciones severas. Al igual que no pueden imponer un castigo que en el momento no estará dispuesto/a o preparado para cumplir. Así que es importante pensar en las posibles reacciones que podrá tener el adolescente ante la disciplina que pueda tener en mente, particularmente si está en el lado de lo extremo. Las consecuencias a corto plazo funcionan mejor porque los menores que son castigados durante un mes o más pueden salirse de casa porque piensan que si ya están castigados por un mes no pierden nada al seguir haciendo otras cosas que no deben, muchos castigos pierden su efectividad después de las 24 horas. No es bueno que castigue a mas miembros de la familia si el castigo solo va para una persona, si tienen planes no los dejen caer por una persona. No es bueno utilizar la culpa como un medio de disciplina, no funcionan y en el caso de funcionar los adolescentes lo resienten y ven que es injusto. Es bueno ayudar a los adolescentes a aprender de sus errores, no es bueno que por una falta de conducta todo siempre se convierta en tortura y los dos mensajes que se deben transmitir son, que, todo problema tiene solución y el segundo es que el adolescente es responsable de su conducta. Es bueno imponer disciplina d manera constante. Establecer límites pero no cumplirlos es parecido a instalar un sistema de seguridad elaborado en su casa y no encenderlo en la noche. No estamos insinuando que la disciplina deba aplicarse como un dogma. Una de las razones por la que es importante repetir los sucesos con su hijo es porque a veces se enterará qué circunstancias atenuantes contribuyeron a la mala conducta. Pero como regla general, cuando los padres ponen un castigo al azar, están reforzando el comportamiento negativo. El enviar señales mezcladas puede llegar a confundir al adolescente o crear falta de respeto hacia él o la madre. Manténgase firme cuando establezca un límite. Esto supone que ambos padres con regularidad acuerdan en dónde marcar el límite, lo cual no siempre es el caso. De hecho, una pareja puede tener puntos de vista radicalmente diferentes respecto a una situación aislada o general. Los niños pronto aprenden a conseguir lo que quieren manipulando al padre más tolerante contra el padre más estricto. No existe una solución simple para esto, además de que se sienten juntos a negociar una lista de límites y consecuencias con las que ambos puedan vivir. Poner reglas por escrito, tal como sugerimos anteriormente, no es tanto para el bienestar del niño sino para ayudar a mamá y papá a mantener un frente unido. Si no pueden ponerse de acuerdo, considere pedirle consejo a un consejero matrimonial y familiar. Puede pedir colaboración de otras mamás y papás. Intentar dirigir a su hijo en la dirección correcta algunas veces se puede sentir como nadar contra la corriente, especialmente cuando las reglas que prevalecen en su hogar no las comparten otras familias. Seguramente conoce a varios, si no es que a todos, los padres del círculo de amigos de su hijo adolescente. Quizás un grupo de ustedes esté de acuerdo sobre algunos lineamientos relativamente uniformes que regulan asuntos como, la hora de llegada a casa o películas y videos para adultos, etc. Pero cualquier cosa que haga, no ceda en los estándares principales de comportamiento que establezca para su hijo o hija. Nunca es tarde para hacer ajustes, Si se describe como excesivamente estricto, empiece a cambiar a un punto medio aprendiendo a elegir sus batallas. Probablemente usted tenga el problema opuesto, y sea excesivamente permisivo. El papel de partidario de la disciplina no es natural en todas las personas. Ningún padre disfruta estar en el extremo que recibe las miradas asesinas y de enojo de un adolescente. Pero para las mamás y los papás que tienden a mimar en exceso a sus hijos y ahora ven las señales de advertencia de que debe hacer un cambio. Los niños necesitan que sean sus padres primero y sus amigos después. Mantener consistentemente los límites y seguirlos hasta llegar a las consecuencias toma mayor importancia cuando los padres permisivos intentan convertirse en padres más autoritarios. Hasta ahora, sus hijos han estado acostumbrados a manipular a mamá y papá. Se puede esperar que se rebelen contra esos nuevos límites. De hecho, su mal comportamiento puede ser cada vez peor en un tiempo. Una vez que se dan cuenta de que sus padres están hablando en serio acerca de hacer cumplir la disciplina, usualmente aprenden a respetar las reglas del hogar.

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