PEDAGOGIA: DISCURSOS Y PRACTICAS

UNIVERSIDAD

MAESTRIA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

CURSO: REFERENTES DE LA PEDAGOGIA Y DE LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

PROFESOR:

ESTUDIANTE:

SEMESTRE: PRIMERO (I PERIODO 2020)

FECHA: Febrero de 2020

RESUMEN: León Pereira, T. (1994). Enfoques Pedagógicos. Revista cuatrimestral de la subdirección de Educación de CAFAM, 2(1), 31-39.  

TEXTO: PEDAGOGÍA: DISCURSOS Y PRÁCTICAS

RESUMEN

La educación se encuentra en un desfase entre lo que se dice y lo que efectivamente se hace como practica pedagógica, esta diferencia entre discurso y acción es una realidad. Aunque es muy amplio el campo teórico alrededor del tema educativo, este no es suficiente para que en la practica el docente sea el protagonista en liderar, guiar y resignificar el contenido en las aulas. Es imperativo hacer cambios en la forma y manera que se enseña, comprendiendo que debe ajustarse a un contexto real que permita transformar el proceso educativo. Por consiguiente, este texto propone aportar elementos para la comprensión y el análisis de nuestra realidad pedagógica y para una toma adecuada de decisiones.

Durante los últimos años se han modificado directrices nacionales de enseñanza y se introduce un nuevo discurso pedagógico, frente a esto el docente ha asumido actitudes que permiten clasificarlo en alguno de los siguientes grupos.

En primer lugar, se encuentra el grupo de “los comprometidos…” (Pereira, 1994, p.33). que tienen claro hacia donde quieren formar al estudiante, por eso lo orientan para que sean autónomos en su proceso de formación aprovechando sus capacidades y habilidades para que logren conseguirlo. Estos maestros favorecen que el padre de familia retome su papel de primer educador y sean equipo en el quehacer pedagógico con el estudiante y el docente. Esta actitud del docente encierra características donde su metodología de enseñanza es a partir de un programa escolar concertado y asumido por el grupo, facilitando el aprendizaje de los educandos. Lo anterior permite que se obtengan resultados satisfactorios desde la auto y coevaluación como los elementos básicos para la compresión de los procesos educativos.

En segundo lugar, están “los acomodados…” (Pereira, 1994, p.35). que frente al cambio intentan estar actualizados y adaptarse a las nuevas metodologías, pero es precisamente esa creencia la que permite que se continúe con aquello dicen haber superado.  En este grupo los alumnos no poseen el conocimiento y los padres de familia se mantienen bastante alejados del proceso; por otro lado, están los maestros como los únicos que enseñan y saben perpetuando en los espacios de actualización de planes de estudio o informes académicos las mismas frases que les han sido suministradas a lo largo de su trayectoria profesional.  

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