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Resumen introduccion a la sociologia


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2015  •  Tesis  •  3.733 Palabras (15 Páginas)  •  136 Visitas

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INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA
Peter Berger

La sociología como un pasatiempo individual
El autor comienza el libro hablando de la imagen de los sociólogos en la sociedad. La gente no tiene muy claro a que se dedican los sociólogos e incluso los propios estudiantes de sociología confunden a menudo en que consiste ésta. La imagen del sociólogo como persona benefactora de la sociedad es errónea y engañosa, ya que no necesariamente la sociología puede emplearse para objetivos idílicos, sino también para objetivos no tan benévolos. La criminología, por ejemplo, puede ser muy útil para las autoridades que tratan de acabar con el crimen, pero también puede ser útil para todos aquellos que traten de fomentarlo. Hay quien también relacionan la sociología con el trabajo social, pero éste tiene más que ver con la psicología que con la sociología. Que se dé esta relación entre la sociología y el trabajo social tiene que ver, hasta cierto punto, con el fenómeno del “retraso cultural” (el autor habla del contexto de EEUU, además el libro fue escrito hace décadas). La realidad es que el trabajo social es una práctica positiva en la sociedad, mientra que la sociología trata de comprender la sociedad. Aunque esto no impide que un cierto conocimiento de sociología pueda ser muy útil al trabajador social. Pero es que la sociología no solo ha de interesarle a los trabajadores sociales, sino también a los vendedores, a las enfermeras, a los evangelistas,... a cualquier persona cuya profesión incluya una gran relación con la gente. La sociología está exenta de valores, o al menos así debe ser. Esto no quiere decir que el sociólogo no deba tener valores, ya que esto no puede darse. Pero el sociólogo ha de interesarse por comprender la sociedad de una manera científica y metodológica y por lo tanto objetiva, dejando a un lado sus valores y opiniones .Ha de ser objetivo sin permitir que sus preferencias ni prejuicios personales corrompan su análisis objetivo de la realidad social. El sociólogo debe informar tan correctamente como le sea posible, y esto sólo puede ser así se deja al margen sus valores y prejuicios. Augusto Comte, el filósofo francés que creó el nombre de sociología a principios de SXIX, consideraba que la sociología debía ser la doctrina del progreso, una sucesora secularizada de la teología como maestra de las ciencias. Esta definición de Comte dejó huella en Francia, pero también en los EEUU. Formándose así otra imagen del sociólogo como reformador social. Hay que reconocer que resulta satisfactorio comprobar que la sociología ha servido para mejorar la suerte de algunos grupos humanos, pero ésto no es algo que se suela dar con asiduidad, ya que, como hemos dicho antes, la sociología no es una

práctica, sino un esfuerzo por comprender. Pero el sociólogo no es un mero recolector de estadísticas acerca de la conducta humana, ni tampoco es esa persona que se pasa toda la jornada laboral realizando encuestas. No se puede negar que la estadística y las encuestan son una parte importante del trabajo del sociólogo, pero no hay sociología sin teoría, es esta la parte más importante del sociólogo, la que más le define. Y es que muchos sociólogos no saben mucho sobre estadística, pero no podemos juzgar la sociología por estas situaciones. Los datos estadísticos en sí mismos no forman la sociología. Se convierten en sociología únicamente cuando son interpretados sociologicamente y colocados dentro de un marco de referencia teórico que sea sociológico. Estos datos son materia prima que puede ser utilizada para la interpretación sociológica. Otra imagen del sociólogo relacionada con ésta última es la del hombre interesado en la metodología científica para después aplicarla a los fenómenos humanos. La realidad es que la sociología siempre se ha pretendido a sí misma como una ciencia, de ahí que el sociólogo deba trabajar sobre la metodología que más le acerque a la condición de ciencia. Y es que entre los sociólogos siempre ha habido un gran complejo de inferioridad científica, producido a menudo por la crítica de los científicos naturales. Este complejo ha hecho que los sociólogos hayan creado una jerga complicada que llama la atención a todo aquel que esté fuera de la disciplina. Pero es que la sociología, en su proceso de ser ciencia, ha de crear una terminología científica propia. Esta jerga sociológica destaca sobre el resto de jergas científicas porque la jerga sociológica hace alusión a elementos que son conocidos por todos, ya que “todo el mundo sabe de sociedad”. No se puede hacer un análisis científico de la realidad sin una terminología exacta y exenta de subjetivismos, de ahí se entiende que los sociólogos no empleen un léxico vulgar, ya que esta cargado de subjetividad. Y es que si una jerga es ininteligible para cualquiera menos para el circulo reducido de adeptos del campo en cuestión, es una prueba de su respetabilidad intelectual. Finalmente, existe la imagen del sociólogo como observador destacado y como frío manipulador de hombres. Esta imagen muestra al sociólogo como un hombre que se designa así mismo como ser superior. Ser que se limita a valorar la vida de los demás, poniendo sus habilidades manipuladoras sociales al servicio de las autoridades del lugar. Esta imagen sobra decir que es errónea, aunque tampoco se puede negar la relación entre política y sociología. La verdadera imagen del sociólogo ha de ser la del individuo interesado por la sociedad en sí. La sociología debe ser interesante para los sociólogos, ya que los sociólogo deben interesarse por el comportamiento humano, por las relaciones sociales, por lo que sucede entre los hombres y mujeres de la sociedad y el porqué sucede. El sociólogo es un individuo que también vive en la sociedad, por lo tanto esta inmerso en ella tanto dentro del trabajo como cuando sale de él y está en su vida cotidiana. Aún cuando está en su tiempo de ocio el sociólogo sigue

observando e interesándose por lo que sucede en la sociedad que le rodea, es por eso que para el autor la sociología es un pasatiempo
individual. La sociología nos hace ver lo que hemos visto toda la vida, pero desde un nuevo punto de vista, nos hace ver la sociedad de una forma que va más allá de la simple fachada. Y es que la máxima de la sociología es que las cosas no son lo que parecen, hay un trasfondo que da forma a toda la realidad social, y hay que observar y analizar ese trasfondo, esa infraestructura, para comprender realmente los fenómenos sociales.

LA SOCIOLOGÍA COMO UNA FORMA DE CONCIENCIA

El autor en este capítulo trata de explicar la naturaleza y el origen de la sociología enmarcándola en un momento histórico determinado y también en una sociedad y manera de pensar determinada. Además, trata de diferenciar entre la perspectiva de cualquier actor social con la del sociólogo, así como la de diferentes conceptos, diferenciando el sentido social del sentido sociológico. La sociología es una disciplina propia de la sociedad occidental y en un momento histórico determinado: a partir de la época en que el hombre comenzó a pensar de forma razonada, durante la caída del antiguo régimen y con la caída, también, de sistemas de organización social no basadas en la Razón (como las monarquías absolutistas y el cristianismo). Por lo tanto, el origen de la sociología puede fijarse en un momento histórico y cultural determinado, éste es el de el renacimiento del hombre como centro de todas las actividades en la sociedad occidental y a la caída de la unidad cristiana, que derribó la fachada y dejó al descubierto la infraestructura
social que había detrás de ésta. La Sociología, o formas parecidas a ésta, nace en aquellos momentos en los que la cultura dominante ve sacudida su estabilidad, ya que en esos momentos se trata de buscar la comprensión de la sociedad por medios racionales, ya que ésta se vuelve inestable e impredecible. Es por eso que los sociólogos han de interesarse por el origen y naturaleza de los hechos y acciones sociales, no pueden limitarse simplemente a contemplar la fachada, el aspecto superficial de los aspectos sociales; han de interesarse por que hay detrás de ellos, que es lo que los causan y a la vez que causan. Así se podrá comprender mucho mejor a la sociedad y los cambios sociales que sufre. Además, el sociólogo no deberá quedarse simplemente en los aspectos

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