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Riesgos Y Politicas Publicas

nellyssalas23 de Mayo de 2013

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RIESGO Y LAS POLITICAS PÚBLICAS

las tres grandes perspectivas teóricas que existen sobre el riesgo en ciencias sociales -la cultural-antropológica de Douglas, la basada en el concepto de governmentality de Foucault y la sociedad del riesgo de Beck-, es ésta última la más útil a la hora de analizar el principio de precaución. Esto es así porque la obra de Beck permite entender la precaución como instrumento político que se enfrenta al riesgo, entendido éste tanto en su vertiente de construcción cultural como de fenómeno objetivo. Posteriormente, el análisis se centra en el propio principio de precaución, señalándose que es un instrumento en expansión que ha ido extendiendo su campo de aplicación a muy diversas políticas; que se caracteriza por su imprecisión, patente en la multitud de definiciones que sobre el mismo se manejan; y que exige una forma de actuar opuesta a las rutinas político-institucionales establecidas. Tras examinar cómo el principio de precaución tiene su origen en la política medioambiental alemana, el artículo pasa a analizar los conflictos políticos y comerciales que enfrentan a la Unión Europea y a los Estados Unidos en relación con la aplicación del mismo.

CONTEXTOS SOCIALES Y POLITICOS QUE INCIDEN EN LA GENERACION DEL RIESGO

La investigación de los fenómenos del ambiente urbano como su gestión requieren un enfoque amplio. La conformación de estos fenómenos es compleja y en ella participa un conjunto de actores sociales privados y públicos, individuales y organizacionales que son protagonistas de la constitución del riesgo y de los desastres. Se deben sopesar y establecer posibilidades, lógicas, transformaciones, tendencias, conflictos y consensos y se deben establecer las coordenadas en que se desarrolla el riesgo. Por una parte, la espacialidad de los problemas y los impactos ambientales, su localización y articulación. Por otra, su temporalidad que da cuenta de la generación y procesos de historicidad del riesgo urbano ambiental.

Si lo urbano es producido como un bien público1, con base en necesidades colectivas, se plantea el problema clave de cómo conciliar los intereses públicos, que se expresan en las políticas urbanas, tendientes a satisfacer el bien común con los intereses de los actores privados. Una política o gestión exitosa de lo urbano que atenúe los riesgos debe, necesariamente coordinar y compatibilizar esos intereses con otros inter sectoriales y niveles inter jurisdiccionales.

Desde el punto de vista de la gestión, es necesario privilegiar un área que articule gestión pública urbana y riesgo. Que incluya, por ejemplo, el uso y las transformaciones del suelo urbano, la densificación y expansión del ámbito de la ciudad, así como la existencia y mantenimiento de su infraestructura.

Una visión amplia sobre el medio ambiente urbano debería partir del reconocimiento de la fragmentación social de la ciudad, identificando tres puntos fundamentales:

1) Las relaciones entre la sociedad y su medios

2) Las relaciones entre diversos actores sociales

3) Las articulaciones entre distintos niveles jurisdiccionales y sectoriales.

De los contenidos de este último punto se deriva la cuestión de la escala de análisis a aplicar en el estudio de la construcción del riesgo urbano. Se hace evidente que no alcanza utilizar únicamente el territorio urbano como unidad de análisis, sino que es preciso incorporar a la región circundante.

LA CONSTRUCCION SOCIAL DEL DESASTRE EN LA CIUDAD Y LO RURAL

APROXIMACION A LA VULNERABILIDAD HUMANA Y RURAL, Y SU GESTION AMBIENTAL

El ambiente urbano, expresa una forma particular de ocupación del territorio por una

población, donde la concentración, densidad y calidad de dicha ocupación, va

generando una progresiva diferenciación funcional y social.

Este ambiente antropizado incluye tanto al ambiente natural de la ciudad, conformado

por los elementos físicos de la naturaleza (como la topografía, el clima, el suelo, etc.),

al ambiente construido, compuesto por la estructuras resultantes de la dinámica social

sobre el territorio urbano (viviendas, vialidad, equipamiento, etc.), y por ultimo incluye a

la sociedad que habita en un determinado contexto territorial; es decir, el ambiente

social con sus particulares características que lo distinguen en función del nivel

socioeconómico, del acervo cultural, de su condición étnica, de las condiciones de

salud y de educación, entre otras particularidades. (Di Pace et al, 2004)

De esta forma, el ambiente urbano surge de diversos procesos de interacción entre la

instancia natural, la construida y la social. Cada una de ellas es condicionante de las

otras dos, y a la vez resultante de ambas. La comprensión del ambiente urbano y sus

problemáticas esta sujeto a la determinación de las relaciones y condicionamientos

que existen entre estas tres instancias.

El ambiente urbano se encuentra sometido a fuertes demandas generadas por el

modelo de desarrollo económico y por el rápido aumento de la población en las

ciudades3. Produciéndose en ese contexto, una acelerada disminución en su calidad y

capacidad para sostener los ecosistemas y las distintas formas de vida en ellos. Los

impactos negativos que surgen de estos procesos se pueden observar en la

progresiva contaminación y degradación de los recursos agua, aire y suelo.

Estos impactos han generado también, una serie de efectos sociales; determinados

por la distribución desigual de los costos ecológicos del crecimiento económico; Por

las disímiles posibilidades y condiciones de acceso a los recursos naturales; Y, –

particularmente en Latinoamérica – por la escasa promoción, valoración o

desconocimiento de formas alternativas de utilización de estos recursos. (Herrero,

2004)

Las ciudades, concebidas durante largo tiempo como destacados centros de

producción, desarrollo social, innovación y creatividad, se han transformado en las

últimas décadas en espacios cada vez más inhóspitos en los que se multiplican la

pobreza, la violencia, la marginación y la degradación ambiental. La comprensión de los conceptos, variables y factores que determinan la problemática ambiental urbana constituye un requisito fundamental previo al diseño y materialización de estrategias de intervención sobre el territorio.

ALGUNAS DEFINICIONES

Los problemas ambientales constituyen (entre otras definiciones); a “aquellas

interrelaciones entre la sociedad y el medio físico (transformado o no) que generan directa o indirectamente consecuencias negativas sobre la salud de la población

presente o futura y sobre sus actividades (y relaciones) sociales; pueden provocar un

impacto negativo sobre los componentes de la flora y fauna, y alterar las condiciones

estéticas y sanitarias del ambiente”. (Herrero, 2004: 166)

Referido a la problemática que afecta a las distintas dimensiones y recursos del

ambiente, se utilizan frecuentemente dos conceptos:

Contaminación y degradación.

• La contaminación ambiental, indica que ha existido la introducción de agentes

externos (biológicos, químicos y/o físicos) en un medio al cual no pertenecen.

Constituye la alteración de un medio natural mediante formas de materia o energía

ajenas a éste, “causando el aumento o disminución de las concentraciones basales

de alguno de sus componentes naturales”. (Herrero, 2004: 166)

• La degradación ambiental hace referencia a la disminución o pérdida de la calidad

o utilidad de un medio determinado, reduciendo su productividad. La degradación

afecta a la totalidad del ambiente, es decir, a su dimensión natural (oikos), construida

(urbs) y social (civitas). La dimensión social de los problemas ambientales urbanos incorpora, a su vez, factores determinantes que consideran a los habitantes de la ciudad como parte

integral del sistema ecológico. Estos factores serían, la vulnerabilidad, la amenaza y el

riesgo.

• El concepto de vulnerabilidad social, señala que frente a una situación

amenazante, existen grupos más o menos expuestos. En ese sentido, este concepto

es instrumentalizado frecuentemente para identificar la población beneficiaria de

políticas sociales de emergencia y políticas sociales de Estado. Según Di Pace,

2004, la vulnerabilidad social transita en dos dimensiones de afectación: en una la

vulnerabilidad es entendida como debilidad ante una amenaza (ausencia de

resistencia), o bien entendida como incapacidad de recuperación después de la

ocurrencia de un desastre (falta de resiliencia).

• La amenaza, considera la relación entre el crecimiento de los sistemas urbanos y la

generación de disturbios en los ecosistemas del periurbano. Proceso en el que el

crecimiento de la ciudad degrada los recursos naturales y la calidad de vida de sus

habitantes.

Los factores de amenaza pueden ser:

De carácter natural, originados por las dinámicas geológicas y climáticas propias de la

biosfera; De carácter socio-natural, como reacción del medio natural ante la acción

humana; De carácter tecnológico, derivados de actividades potencialmente peligrosas para la

comunidad,

...

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