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Sobre Un Lenguaje Intelectualista


Enviado por   •  13 de Abril de 2014  •  5.102 Palabras (21 Páginas)  •  170 Visitas

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“Sobre un lenguaje intelectualista”

Resumen corto:

En “El final del leninismo, Havel y la esperanza social”, Richard McKay Rorty, retomando el esquema posmoderno, plantea el fin del relato marxista. Presentando tanto hechos concretos, como citas y criticas sostiene que tal metarelato es inestable, ambiguo y caduco. En efecto, a lo largo del texto se esmera para argumentar porqué hay que abandonar la idea de que hay una fuerza subyacente que explique el devenir histórico, y que los intelectuales sean capaces de entender y explicar.

Siguiendo una línea posmoderna, el autor enaltece las denominadas “pequeñas vías experimentales”, de las que va a hacer un intento de definir el modo de proceder, como actor, en ellas, así como también el modo de ser de tal actor, es decir, del intelectual. Así mismo, Rorty hace un análisis sobre los Partidos de Izquierda, sosteniendo que se debe modificar el lenguaje utilizado: ante la falta de suficiencia del lenguaje marxista, resulta necesario un lenguaje distinto; como también abandonar determinados aspectos: entre ellos el “romanticismo de la historia del mundo”; y, definir la marcha que ha de seguir, es decir, la manera de actuar de los intelectuales. Es importante aclarar que estas consideraciones que plantea Rorty son para emprender una solución a las dificultades que está enfrentando tal partido ante el triunfo de una política neoliberal.

En el presente trabajo se realizará un análisis sobre la propuesta rortreana, marcando tanto concordancias como desacuerdos. En efecto, con respecto a estos últimos, se hará especial hincapié tanto en la imagen del intelectual planteada por Rorty, como el lenguaje que propondrá.

Palabras clave:

Intelectual, lenguaje, pequeñas vías experimentales, dignidad intelectual.

Introducción:

En Noviembre de 1989 cae el muro de Berlín, acontecimiento que marcó el fin de la Unión Soviética. Para muchos se proclamó el fin del relato marxista (para otros, el fin de una lectura dogmatica de Marx), hecho que ya venía latente desde la muerte de personajes como Lenin (1924) o Mao (1976), como también es un hecho perceptible en el constante aburguesamiento del proletariado. Esto dejó las puertas abiertas para la proclamación de la “eternidad del mercado” y el triunfo de la política neoliberal.

Tal contexto permitió el enaltecimiento de lo que se denomina postmodernismo, un movimiento que ya prefiguraba entre algunos intelectuales y que preveían que esto estaba aproximándose.

Para principios de los ’80, tal movimiento comienza a gestarse primero en la arquitectura. Los autores que se inscribían a él querían cortar con la idea de “racionalidad y funcionalidad” en sus obras, heredado del modernismo. Luego el movimiento comienza a aparecer en otros ámbitos artísticos, decretándose la “muerte del autor” o “la muerte del relato artístico”. Finalmente, yendo al ámbito filosófico, en 1987 el filósofo Jean-François Lyotard publica su libro La condición posmoderna donde decreta la “muerte de los grandes relatos”. Retomando el análisis sobre los capitalismos desarrollados de Alain Tourine en La Sociedad Posindustrial, el autor sostiene que las sociedades, al entrar en esta edad postindustrial, se corresponden con una nueva cultura, la cultura posmoderna. ”Por posmoderno -dice el autor- se tiene a la incredulidad con respecto a los meta relatos” . En 1990 se publica el libro En torno a la posmodernidad del autor Gianni Vattimo junto con otros autores, donde considera que “la modernidad deja de existir cuando desaparece la posibilidad de seguir hablando de la historia como una entidad unitaria” y sostiene que el posmodernidad “está ligado al hecho de que la sociedad en que vivimos es una sociedad de la comunicación generalizada, la sociedad de los medios de comunicación (mass media)” .

Se puede decir, entonces, que tal movimiento se caracteriza por negar una linealidad de la historia, no hay algo así como un devenir, o un gran relato. Ante la necesidad de una solución plantean el enaltecimiento de los pequeños relatos, una emergencia del pensamiento parcial. Por un lado, tal solución resulta favorable ya que da a lugar un pluralismo y heterogeneidad que “hace más sutil nuestra sensibilidad ante las diferencias, y fortalece nuestra capacidad de soportar lo inconmensurable” . Pero por otro lado, en el ámbito político, como ya dijimos, beneficia a la proclamación de la “eternidad del mercado” y el triunfo de la política neoliberal.

Para hablar sobre tal ámbito vayamos al autor que nos compete, Richard McKay Rorty, autor que, en tanto sujeto a este contexto histórico forma parte de lo antedicho, y trata de esbozar una solución sobre el modo de actuar en la política. Para analizar su propuesta utilizaré el capitulo “El final del Leninismo, Havel y la esperanza social” .

El autor norteamericano forma parte de la línea posmoderna al plantear la caída del relato marxista y en oposición a tal metarelato defiende lo que él denomina las “pequeñas vías experimentales”. Para sostener tal caída, su argumentación, por un lado, se basa en hechos concretos: Como buen pragmatista, utiliza tales hechos para demostrar la ambigüedad de las palabras, o en este caso, de una teoría. Los hechos en que se basa son el fin del régimen leninista y el partido Bolchevique, así como también los acontecimientos producidos en 1989: La caída del muro de Berlín y la aparición de la figura de Václav Havel, tras la caída del régimen comunista. Por otro lado, defiende su postura a través de citas de las tesis de Ernesto Laclau y Francis Fukuyama, principalmente. En efecto, ambos autores plantean tanto el final de leninismo y el comunismo como la imposición permanente de los Estados de bienestar democráticos.

Rorty también hace una fuerte critica a los straussianos y a Alexandre Kojève por plantear la imposibilidad de abandonar el “el ideal platónico-hegeliano del sabio”, así como también critica al romanticismo de la historia del mundo que se vendría dando en la modalidad Platón-Hegel-Marx-Heidegger y que también se lo puede encontrar en el “Socialismo científico” planteado por Lenin.

Con respecto al proceder en las pequeñas vías experimentales plantea por un lado, realizar un cambio total en el vocabulario del Partido de Izquierda, eliminando la jerga marxista e imponiendo un vocabulario banal y ateorico. En efecto, no solo considerando los argumentos ya mencionados, sino que el autor también plantea que tal vocabulario utilizado resulta caduco e inestable. En cambio, el vocabulario

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