Sociología Laboral El tiempo del trabajo

Sociología Laboral

El tiempo del trabajo

UADE

Especialización en Relaciones Laborales

Profesor: Andrea Genoud

Alumno: Nicolás Bogacz

7 de octubre de 2015

Esta monografía reflexiona sobre el concepto de trabajo, su objetivo, su valoración actual y el sistema de relaciones sociales que lo conforman. A través de interrogantes y vivencias personales buscare definir que representa para mi generación el trabajo. Hablemos también del tiempo que le dedicamos y de disfrutar. Empecemos.

Hipótesis

¿Cuál es el propósito del trabajo? ¿Es para todos igual? ¿Se puede ser 100% feliz en el trabajo? ¿Se puede disfrutar el camino? ¿El trabajo es un camino, un medio? ¿Eres un apasionado de tu trabajo? ¿Tomas decisiones? ¿Para que trabajamos? ¿Para quién trabajamos? ¿Qué es la felicidad? ¿Cuáles son las ventajas de ser tu propio jefe? ¿Cuáles son las contras? ¿Y la relación de dependencia? ¿Dependencia? ¿Sometimiento? ¿Dependemos de otros? ¿Y si yo hago las cosas bien pero a la empresa le va mal a pesar de eso? ¿Qué gano? ¿Un bono? ¿Más plata? El día tiene 24 horas, dormimos un tercio, trabajamos el otro tercio (en el mejor de los casos) y el otro tercio es “tu día”. ¿Cierra la ecuación? Si te cierra, genial. Bien por vos. Yo me lo cuestiono.

Definición de trabajo

El trabajo puede definirse como la ejecución de tareas que implican un esfuerzo físico o mental y que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios para atender las necesidades humanas. El trabajo es por tanto la actividad a través de la cual el hombre obtiene sus medios de subsistencia por lo que tiene que trabajar para vivir o vivir del trabajo de los demás.

Contexto

Tenemos que pensar en el contexto en el que vivimos y como fue mutando. Hoy ya no se piensa en un trabajo para toda la vida. Eso cambió. Esto viene cambiando desde el inicio del imperio Romano hasta estos días donde el trabajo fue variando hasta llegar a ser lo que es hoy por hoy para la generación Y o  Z. Un medio, para algunos. Para otros sigue siendo un fin. Se priorizan otras cosas como el tiempo y la flexibilidad y ya no tanto la estabilidad. Aunque el trabajo sigue siendo un eje de cómo se estructura la sociedad. “¿Cómo te llamas? ¿Qué haces?” pareciera ser lo básico para conocer a una persona. Si una empresa hoy quiere premiar un empleado, más que un bono, el mejor reconocimiento es un viernes libre o una semana más de vacaciones. Queremos tiempo para nosotros.

Medá ya se preguntaba en 1995 si ya no era hora de “desencantar el trabajo”. Darle la importancia que realmente se merece en cada uno de los casos. Cambiar la prioridad. Cambiar el foco.

Hoy todo es más efímero. Vivimos en una sociedad capitalista y de consumo, donde los bienes son cada vez menos durables y tienes que cambiarlos más rápido porque se vuelven obsoletos o el marketing te vende que tienes que tener lo último u otro mejor porque si no quedas afuera de la sociedad. Eso te lleva a tener que trabajar más, para ganar más, para tener lo último, lo mejor. La sociedad de consumo lo exige.

Tiempo. Ya Erich Fromm pensaba en 1955 en  “no separar la actividad de trabajo de la vida política, del empleo del tiempo de libre y de la vida personal”. No estoy de acuerdo en esto de “separar” las “vidas”. Hoy más que nunca se piensa en el trabajador como un ser único, integro. No tenemos una vida laboral y otra personal. Es la misma vida y hoy más que nunca queremos, nuestra generación, disfrutarla.

Vivimos inmersos en un capitalismo donde trabajamos para sobrevivir y para hacernos de los medios para nuestra existencia. Esta es tal vez una de las razones por la cual el trabajo, ya sea en relación de dependencia o independiente,  todavía es concebido por los segmentos asalariados mayoritarios, como una algo nocivo y como un verdadero sufrimiento, al ser una actividad impuesta y no necesariamente o del todo elegida.

El “nuevo” concepto de trabajo – Cuanto trabajamos

Una vez en la cola de un supermercado una persona de la tercera edad me ayudó a sacar las cosas del chango mientras yo embolsaba: me lo quede mirando sorprendido y me dijo con una sonrisa: “Lo único que no se recupera es el tiempo”. Me quedé aún más sorprendido y pensativo. De hecho empecé a copiar esa actitud en el supermercado y la gente es muy agradecida. ¿Quién te devuelve el tiempo que “invertís” trabajando y no estas con tus seres queridos o haciendo lo que realmente te gusta?

En Facebook circulan muchas frases motivadoras que pueden ser una más o pasar desapercibidas, pero si te encuentran pasando un momento reflexivo puede ser el disparador de muchos pensamientos. Una decía:

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“Si no trabajas por tus sueños alguien te va a contratar para que trabajes por los suyos”.

¿Cuál es tu sueño? ¿Estás trabajando por tu sueño? ¿Lo tenemos claro, lo conocemos? ¿Alguien nos ayuda alguna vez a tenerlo claro? ¿Y si nos morimos si saber cuál era nuestro sueño? En principio suena triste.

Otro pensamiento es: ¿No somos muy inmaduros a los 18 años para elegir que vamos a estudiar y dedicarnos a eso por el resto de nuestras vidas? En Argentina es así y si a los 22 años no tienes una carrera de grado y a los 28 no tienes 2 posgrados existen ámbitos donde te miran y no entienden que hiciste con tu vida. No todos tenemos las mismas aspiraciones. No todos tenemos las mismas concepciones de lo que significa ser feliz y para que trabajamos.

Otra de Facebook: “Trabaja de lo que amas y no tendrás que trabajar por el resto de tu vida”.[pic 2]

Cuando estamos de vacaciones tenemos un estado, generalmente,  muy relajado, porque estamos disfrutando. Y cuando volvemos en menos de media jornada de trabajo ya se nos pasa y estamos estresados de vuelta.

Eckhart Tolle lo describe muy claramente:

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“El Stress es causado por estar “aquí” pero queriendo estar “allá””.

¿No es muy “caro” trabajar todo el año para tener 15 o 20 días de vacaciones? El cálculo es 52 semanas al año y 2 o 3 de vacaciones. Es el 5%. Sin ir más lejos, tenemos que trabajar 5 días para descansar 2 (de vuelta en el mejor de los casos). ¿No sigue siendo muy “caro”?

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