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TRANSICIÓN DE LAS TEORÍAS DEL LIDERAZGO


Enviado por   •  1 de Junio de 2015  •  2.017 Palabras (9 Páginas)  •  333 Visitas

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TRANSICIÓN DE LAS TEORÍAS DEL LIDERAZGO

La literatura sobre liderazgo es voluminosa y gran parte de ella es confusa y contradictoria. Para abrirnos paso sobre ese verdadero bosque examinaremos tres enfoques básicos que explican las cualidades de un buen líder. La primera teoría trato de buscar rasgos universales de la personalidad que tenían los líderes en mayor grado que el resto de la población. La segunda busco explicar el liderazgo a partir del comportamiento del individuo. Ambas han sido llamadas “puntos de arranque falsos”, por su concepción equivocada y demasiado simplista del liderazgo. En los últimos años se ha recurrido a los modelos de contingencia que explican las fallas de las teorías anteriores que impidieron conciliar y combinar la diversidad de los resultados de la investigación .

TEORÍA DE RASGOS

Si quisiéramos describir a un líder basándonos en los conocimientos generales que aparecen en los medios de comunicación modernos, podríamos enumerar cualidades como inteligencia, carisma, determinación, entusiasmo, fuerza, valor, integridad, seguridad en sí mismo, y otras, llegando posiblemente a la conclusión de que los líderes deben de ser personas muy especiales. La búsqueda de características con las ya mencionadas , las cuales distinguen al líder del resto de la población , fue el trabajo principal de los primeros psicólogos que estudiaron el liderazgo.

Es posible aislar una o más características sociales, físicas, intelectuales, o de personalidad en personas a quienes generalmente se les reconoce como líderes (Napoleón, Hitler, Lincoln, Juana de Arco, César Chávez , Martín Luther King... etc) que no posee el no líder? Quizás aceptamos que todos ellos corresponden a una nueva definición de líder, pero son personas con características diametralmente opuestas. Si el concepto de rasgos fuera válido, habría que encontrar características específicas que tuvieran todos los líderes.

Los intentos de aislar esos rasgos en los trabajos de investigación han conducido a callejones sin salida. Por ejemplo en una reseña de veinte estudios diferentes se descubrieron casi ochenta rasgos propios del líder, pero sólo cinco de ellos eran comunes a cuatro o más de las investigaciones. La investigación sin duda fue un rotundo fracaso sí pretendía identificar una serie de rasgos que siempre distinguirán al líder de los seguidores y a los buenos líderes de los líderes ineficientes.

Pero si la investigación pretendía descubrir los rasgos que se asociaban contantemente con el liderazgo, los resultados pueden interpretarse bajo una luz más impresionante. Por ejemplo, la inteligencia, el dominio, seguridad en sí mismo, un gran dinamismo y los conocimientos conexos con determinadas tareas son cinco rasgos que muestran correlaciones positivas y congruentes con el liderazgo. Pero no debemos pensar que las correlaciones positivas significan “predictores definitivos”.

Las correlaciones entre esos rasgos y el liderazgo generalmente han oscilado entre +25 y +35, resultados interesantes sin duda, pero no impresionantes en absoluto.

Los resultados anteriores representan las conclusiones basadas en setenta años de investigación. Esas correlaciones tan modestas, aunadas a las limitaciones inherentes de la teoría de los rasgos (prescinde de las necesidades de los seguidores, rara vez esclarece la importancia relativa de los diversos rasgos, no distingue entre causa y efecto , o sea son los líderes personas seguras de sí mismas o su seguridad se debe al éxito?), han hecho que los investigadores orienten su búsqueda en otra dirección. Si bien en la última década ha renacido el interés por los rasgos, una tendencia de rechazo se inicio ya en el decenio de 1940. La investigación del liderazgo en el periodo entre la década de 1940 y la mitad de 1960 puso de relieve los estilos de conducta que preferían los líderes.

TEORÍAS CONDUCTUALES

La imposibilidad de dar con la solución en la teoría de los rasgos impulso a los investigadores a estudiar las conductas propias de algunos líderes. Se preguntaron si tenía algo de especial la forma en que un buen líder se conduce. Por ejemplo tiende ha ser más democrático que autocrático?

Se esperaba que no sólo la teoría conductual aportara respuestas más definitivas sobre la naturaleza del liderazgo, sino que de tener éxito sus consecuencias prácticas serían muy distintas a la de los rasgos. Si la investigación de los rasgos había acertado en sus conclusiones -->[Author:GCM] entonces tendríamos un criterio para seleccionar ala persona idónea que asumiera posiciones formales en los grupos y en las organizaciones donde se requiere liderazgo. En cambio si los estudios de la conducta lograban detectar las determinantes conductuales decisivos del liderazgo, podríamos entrenar a las personas para que se conviertan en líderes. La diferencia de la teoría de rasgos y la conductual, en cuanto a su aplicación, reside en sus suposiciones. En caso

de ser válida la teoría de los rasgos ello significaría que los líderes son básicamente innatos, o se tiene ese don o no. Por otra parte si el líder posee comportamientos específicos, es posible enseñar el liderazgo (podemos diseñar programas que incluyen esos patrones de conducta en quienes desean ser líderes eficientes. Ello constituye una posibilidad más interesante pues significa que podemos ampliar el número de líderes. Si el entrenamiento da resultado, nunca habrá escasez de líderes.

Ha habido varios estudios que examinaron los estilos de conducta. Reseñaremos brevemente los dos más conocidos: El grupo Ohio State University y el grupo de la University of Michigan. Después veremos cómo los conceptos derivados de ellos pueden utilizarse para crear una cuadricula para analizar y evaluar los estilos de liderazgo.

TEORÍAS DE CONTINGENCIA

Los que analizaban los fenómenos del liderazgo fueron convenciéndose cada vez más de que predecir el éxito del liderazgo era más que el simple aislar unos cuantos rasgos o conductas preferibles. La imposibilidad de obtener resultados congruentes dio origen en un nuevo énfasis en los factores situacionales. La relación entre el estilo del liderazgo y la eficacia indicó que en cierta condición a, el estilo x será el apropiado, mientras que el estilo y lo será en la condición b y el estilo z en la condición c. Pero que cosa eran las condiciones a, b, c, etc? Una cosa era afirmar la que la eficacia del liderazgo depende de la situación y otra muy distinta lograr aislar esas condiciones situacionales .

Se han hecho abundantes investigaciones para aislar los factores centrales de

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