Teorías Contemporáneas De Educación

INTRODUCCIÓN

Históricamente el hombre junto con su pensamiento ha evolucionado y en cuanto a este último en materia educativa hemos identificado importantes cambios debido a que actualmente contamos con mayores recursos tecnológicos para estudiar la conducta, los procesos neurofisiolóficos y las diversas experiencias de aprendizaje con las cuales se guían a los alumnos a aprender desde cualesquiera de los paradigmas educativos que existen.

Actualmente ha crecido exponencialmente el interés por profundizar en la investigación de cómo diseñar explicaciones y actividades educativas alternativas y de calidad lo que ha generado una gama de posibilidades que permiten hacer el proceso de enseñanza aprendizaje una actividad cada día más compleja, pero a la vez más interesante. Esto es lo que me ha motivado a escribir mi posición respecto al paradigma que me parece más idóneo para conducir a los estudiantes hacia aprendizajes más duraderos, significativos y con sentido que les permita enfrentar los conflictos –especialmente los cognitivos- que le presenta la vida diaria. Mi interés por escribir este ensayo parte de las lecturas realizadas durante el primer módulo que lleva por título “Ciencias Contemporáneas de la Educación” de la Maestría en Docencia que oferta el ETAC y la UDM; y de las reflexiones que he hecho en torno a mi experiencia docente confrontada con las propuestas de los diferentes paradigmas y los resultados que he observado en la forma de acceder al conocimiento de mis alumnos.

Después de haber transitado por el sendero de la lectura de los materiales que se nos proporcionaron me pareció importante partir de la perspectiva de que el aprendizaje no es una simple retención pasajera de información, sino que implica un proceso de interacción dinámica e inevitable entre el sujeto cognoscente y el objeto de conocimiento y que continuamente se amplia. Por ello resulta básico entender algunas ideas clave sobre aprendizaje para conceptualizar el aprender como un proceso activo que ocurre dentro del alumno y que es influido por el ambiente o contexto y la mediación del profesor.

Con respecto a esto último es importante recalcar que en los últimos años se han producido una serie de trabajos y publicaciones que han permitido conocer las diferentes variables que intervienen el proceso de estudio para mejorar el aprendizaje. Especialmente se ha reconocido la relevancia del aprendizaje significativo y la participación activa del alumno en el proceso de construir su propio aprendizaje según sus disposiciones internas en interacción con su ambiente. De este último destacamos el papel fundamental que desempeña la comunicación.

Por lo anterior, retomo como paradigmas centrales en este escrito el aprendizaje significativo de Ausubel, el constructivismo social de Vigostky y la Programación Neurolingüística cuyos aportes desde mi punto de vista y experiencia personal ofrecen posibilidades eficientes para mejorar tanto mi práctica docente como el modo en el que los alumnos acceden al conocimiento. No retomo ya aspectos del conductismo por el hecho de que en los foros con mis compañeros maestrantes hemos identificado que sus aportes sólo colocan al alumno en un papel pasivo y receptor cual recipiente sólo se le llena de conocimientos y permanece estático; en otras palabras se coloca en un estado de confort.

DESARROLLO

Es de mi interés compartir con los lectores del presente escrito contextualizar algunos conceptos que intervienen en el aprendizaje. Es sabido por todos que existen múltiples definiciones respecto a lo que es aprender; pero a mi parecer las siguientes son fundamentales para tratar el objeto del presente ensayo.

La inteligencia entendida como la capacidad global de un individuo para pensar de un modo razonable es vista como la capacidad para resolver problemas, comunicar ideas y actuar de manera eficaz es lo que nos hace diferentes a otras especies del reino animalia. Y el aprendizaje visto como el proceso de adquisición de habilidades, destrezas motoras y cognoscitivas que explican en parte el enriquecimiento y transformación de las estructuras internas de las potencialidades del individuo para comprender y actuar sobre su entorno con base en niveles de desarrollo y maduración implica un proceso de construcción que es producto de la interacción social y a través del cual se adquieren las competencias que actualmente se mencionan en el sistema educativo.

Complementan lo anterior la tesis que sustenta que los procesos cognoscitivos del sujeto juegan un papel fundamental en el procesamiento y búsqueda de la información, así como la construcción de su propio conocimiento. La habilidad para explorar en un ambiente rico en recursos alienta la reflexión y permite el acceso a niveles superiores de complejidad con el apoyo de estrategias y técnicas de aprendizaje.

La capacidad de aprendizaje de cada individuo está determinada por diferentes factores, entre los cuales destacan tres principalmente:

- La herencia.

- El medio ambiente.

- Las técnicas de aprendizaje.

Considerando estos factores (Maldonado, 2001), la psicología ha realizado diferentes aportaciones al campo de la educación que han orientado a la pedagogía en el desarrollo de mejores formas de aprendizaje. Para ello describo algunas categorías de los diferentes paradigmas del constructuvismo y del cognitivismo que a mi parecer privilegian el aprendizaje efectivo en los alumnos.

Entonces, para entender no sólo el qué sino el cómo se aprende, debemos conocer algunos principios que fundamentan los estudios sobre el aprendizaje en torno a los paradigmas que he elegido categorizar en el presente ensayo. Así, alrededor de 1920 surgió la denominada Escuela Activa (o nueva) cuyos principales autores son Dewey, Ruusseau, Claparade y Decroly y cuyo interés se centra en la actividad de la persona que aprende y donde la acción es condición y garante del aprendizaje. Es en la década de los sesentas, principalmente con Piaget y Vigotsky, cuando aparece el cognoscitivismo, cuyo interés son las operaciones para el razonamiento. En 1980 surgió el constructivismo. La teoría constructivista tiene como base los procesos de mediación y construcción del conocimiento por parte del alumno. Destacando en este ámbito Ausubel y Brunner con el concepto de aprendizaje significativo. El primero afirma que el primer paso para conseguir que el alumno realice un aprendizaje y que éste sea realmente significativo consiste en romper el equilibrio inicial de sus esquemas respecto al nuevo contenido de aprendizaje. Al respecto, revisar lo que el aprendiz ya sabe, como primer paso del proceso de enseñanza y siguiendo a Ausubel (1968, citado en Schulman, 1999): “el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el aprendiz ya sabe” Por ende, “averigüe esto y enséñele en consecuencia”. Al analizar lo anterior, entonces como docente reflexiono que es de suma importancia elaborar un diagnóstico del nivel cognitivo con el que cuentan los alumnos centrándonos en los procesos y no en los contenidos como ordinaria y tradicionalmente lo hacen los docentes “casados” con el tradicionalismo educativo y conductismo psicológico. Por otro lado, no debemos perder de vista que aprender es salir de la zona de confort, desequilibrar y provocar la tensión cognitiva, complementando esto con la idea de que aprender; además, de acción cognitiva es emoción, la curiosidad y la humildad intelectual son algunos requisitos para aprender.

Después de atender lo anterior resulta más sencillo entender el concepto de aprendizaje significativo, pues en éste los conocimientos previos que el individuo posee se vinculan con los nuevos que desea aprender y no solamente retiene la información en forma mecánica sino que el individuo construye su propio conocimiento y así se transfiere el conocimiento a situaciones nuevas a través de la asimilación comprensiva transformando las estructuras cognitivas existentes.

Con base en lo anterior, en las aulas de trabajo docente en las que interactúo con los alumnos procuro incluir en mi planeación actividades que promueven que los alumnos transfieran lo que ya saben a situaciones nuevas; por ejemplo, en el caso del conocimiento que tienen respecto al nombre de los elementos químicos es de todos sabidos que la nomenclatura química se dificulta al acceder a ella a través de la memorización mecánica del conductismo; sin embargo, al guiar a los alumnos a que los asocien –asimilación comprensiva- con algún dato relativo a por ejemplo, los nombre de científicos, es más fácil recordar al rutherfordio, curio, fermio, einstenio, nobelio y berkelio por mencionar alguno de ellos. También es más fácil aprenderse los nombres del americio, el europio, el francio, el germanio y el indio por mencionar otros tantos si los asociamos con los nombre de América, Europa, Francia, Alemania, India o en el caso del mercurio, telurio, selenio, uranio y plutonio relacionándolo con los planetas Mercurio, Tierra, Urano y Plutón; además de la Luna. En mi experiencia he observado que de esta manera se hace significativo el aprendizaje; además, de interesante.

Ante los ejemplos anteriores, es importante recalcar que en el proceso de enseñanza-aprendizaje hay que tener en cuenta lo que un alumno es capaz de hacer y aprender en un momento determinado, dependiendo de su nivel de maduración o estadio de desarrollo operatorio en que se encuentra (según la teoría de J. Piaget). Ello nos permite a los docentes seleccionar los objetivos y los contenidos, así como planificar las actividades de aprendizaje, de forma que se ajusten al funcionamiento de la organización mental del alumno.

A manera de

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