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Uso de la mujer en la publicidad


Enviado por   •  28 de Marzo de 2013  •  Trabajos  •  2.046 Palabras (9 Páginas)  •  743 Visitas

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USO DE LA MUJER EN LA PUBLICIDAD

"Eres un cuerpo. Lo demás poco importa. No se trata en la publicidad de plasmar una persona femenina en toda su integridad y sus "deseos" reales. Sólo importa su Cuerpo, ese cuerpo de mujer pasivo e insinuante, melancólico, cariñoso o seductor. Ese cuerpo, despiezado la mayoría de las veces, que sirve como reclamo de cualquier tipo de producto. No ella, sino su cuerpo es el soporte de tornillos -piernas- , bebidas, - labios -, bujías – senos -, viajes – traseros -, etc., que no encuentran otro aliciente en sus productos publicitarios que estar asociados a cualquier parte del cuerpo femenino. Cuanta más erótica sea la zona elegida mejor, más vendible será el objeto en cuestión. Un respingón trasero juvenil para anunciar un tabaco, una mujer a medio vestir para publicitar un vídeo, otra tomando sol en una playa para una cerveza" Instituto Nacional de la Mujer

La mujer ha tratado de ser parte de una sociedad sin machismo, donde le sea permitido la participación política y no sea vista como un ser sin fuerza, mente e inteligencia. Esto ha sido un proceso que se ha llevado por muchos años, sin negar que en algunos lugares del mundo sigan siendo reprimidas, la mujer ha logrado introducirse en la sociedad sacando adelante el género femenino, demostrando que es tan capaz como el hombre de hacer las cosas por su propia voluntad. Así, la publicidad se ha aprovechado de esto degradando de una manera u otra a la mujer en sus anuncios publicitarios, donde son vistas como estereotipos para seducir al género masculino. Por ende, el uso de la mujer como “objeto” sexual en la publicidad genera violencia hacia el género. Pues, al convertirse en un objeto público, y su imagen incita, en ocasiones, al maltrato verbal o físico, obtiene un valor en el mercado y algunas veces la dignidad del género es afectada bruscamente.

De los casos de maltrato de pareja registrados por Medicina Legal en 2004, 36.901 fueron contra mujeres, lo que las señala como las principales víctimas de violencia intrafamiliar.

Del mismo modo, de los casos reportados de violencia sexual 85.76% fueron en contra de las mujeres. En Bogotá, durante el 2006 se reportaron 6649 casos de violencia física, dentro de los cuales 4300 correspondieron a mujeres maltratadas al interior del hogar. En el 2007, estudios hechos por Medicina Legal, se registraron más de 300 mil casos por lesiones personales de los cuales alrededor de 62 mil corresponden a violencia intrafamiliar, de esta cifra, 32.076 pertenecen a violencia de pareja, es decir, contra la mujer. El maltrato hacia las mujeres o violencia intrafamiliar, aumenta cada vez más. Y es el hombre cabeza de hogar y quien tiene control sobre ella, el principal causante de este problema. El crecimiento del maltrato hacia las mujeres, se debe en gran parte a los anuncios publicitarios; donde las mujeres son usadas como objetos y símbolos sexuales; pues al ver a la mujer de esa forma y en un anuncio de índole publicitario se relacionan con seres de poca inteligencia. El hombre se crea la idea de que las mujeres son seres que se dejan manipular muy fácilmente, ya sea por dinero o por algo material que quieran obtener; que son un producto, el cual por darle algo a cambio, hará todo lo que se le ordene. Esto hace que él se sienta poderoso en su propio territorio, siendo este su hogar. Ve a la mujer como algo que está dispuesto a hacer lo que él desee, pues es quien trae la comida, paga los servicios y brinda seguridad, es decir, está a cargo, económicamente del hogar. Muchas mujeres tienden a caer en esa forma de pensar y ven a su pareja no solo como a alguien a quien aman sino como a alguien sin el cual no podrían vivir, permitiendo muchas veces que este las maltrate. El hombre se aprovecha de esto, y es así, como el maltrato verbal y más común el maltrato físico, llega al hogar, pues el hombre cree tener control sobre ella y una forma de demostrarlo es golpeándola y de una manera u otra esclavizándola.

La mujer se convierte en objeto de deseo que tiene un valor en el mercado. “Para que un cuerpo desnudo se convierta en un desnudo es preciso que se le vea como un objeto, y el verlo como un objeto, estimula el usarlo como un objeto” JOHN BERGER, 2000. Esta situación conlleva el irrespeto hacia ella. Las mujeres son símbolo de belleza, sutileza, debilidad y fortaleza; deben permanecer jóvenes, sumisas y delgadísimas para estar siempre en el círculo de la moda, el consumismo y la aceptación. Es así como la mujer, al entrar en el mundo de la publicidad, en el de la vida pública, entra a una “guerra” en la cual la ganadora será la más aproximada a tener una cara bonita, de facciones muy finas, cuerpo esbelto y todos aquellos detalles que permiten que el valor que ellas mismas se han dejado imponer, vaya aumentando. Retomando lo anterior, las mujeres se dejan manipular de una “máquina”: La publicidad. Evidentemente, quienes hacen parte de esta “máquina” son los responsables de que las mujeres se exijan tanto para ganar esa competencia; en la cual la más deseada es quien tiene el precio más alto en el mercado. Un ejemplo de lo anterior son las esposas de “traquetos”, aquellas mujeres que por llegar a ser como las de los anuncios publicitarios, recurren a estos hombres con dinero, para que les solucionen la vida, comprándoles todo tipo de lujos, como carros, joyas, ropa de las mejores marcas y cirugías plásticas para “moldear” su cuerpo. Es entonces, donde estos hombres adinerados, al concederles todos estos lujos, toman un control sobre la mujer pasando así al irrespeto y mal trato como si esta fuera algo material a la cual están acostumbrados ya… porque si ella no se respeta, ¿quién lo hará?...

Otro ejemplo muy característico y común en la sociedad, que conlleva al irrespeto femenino, es la prostitución prepago, donde jovencitas

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