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VALORES EN LA ESCUELA

13 de Septiembre de 2012

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La Construcción de Valores

en la Educación Secundaria

Escribe: Fernando López Alaniz

Este artículo fue presentado en forma de conferencia al personal de apoyo a la educación; es decir a los trabajadores no docentes que laboran en las escuelas de ese nivel educativo en el Estadode Michoacán, México. El objetivo fue involucrar a secretarias, jardineros, bibliotecarios, encargados de la disciplina escolar, y otros semejantes, en la fornmación de valores en los alumnos adolescentes (13 a 15 años de edad), que estos trabajadores no consideraban de su incumbencia. El resultado ha sido que poco a poco se ha extendido por todo MIchoacán esta visión, y para el ciclo escolar que comienza en septiembre del 2000 será para ellos una práctica más de educación cotidiana en las escuelas.

Presentación

Mis Queridos Amigos y compañeros:

Es muy importante, aunque parezca obvio, que todos tengamos muy claro que ustedes, los asistentes a este curso, son empleados de la Secretaría de Educación, a quienes administrativamente se conoce como Personal de Apoyo o Asistencia a la educación: Trabajadores Sociales, Orientadores Vocacionales, Médicos Escolares, Bibliotecarios, Prefectos de Disciplina. Para los efectos de este trabajo les pido comprender en el mismo caso los servicios de Secretariado, Intendencia y Jardinería, por agregar los más conocidos, y algunos otros según el carácter de las escuelas.

Las definiciones y las distinciones administrativas no siempre corresponden a la realidad del sistema educativo. Desde el punto de vista de la formación de los educandos puestos al cuidado de la escuela, no es posible aceptar que quienes forman parte de la misma como institución, y tienen una relación muchas veces más directa con ellos que los directivos y docentes, sean simplemente “apoyos”. Y si aceptamos que muchas veces se usa la frase “apoyos a la educación” con denotaciones excluyentes, y aún en ocasiones insultantes, resulta inadmisible con la realidad de su presencia en la escuela.

Ustedes son educadores.

Nuestra participación está encaminada a presentar ante ustedes un cuadro muy general de la formación de valores en los adolescentes. No se trata de que obtengan un conocimiento más, o lo amplíen, sino de que sirva de apoyo para la labor educativa de todos ustedes, de cada uno como persona con nombre y apellido, para la realización de una labor específica dentro de la escuela.

Nuestra actividad, de acuerdo con una técnica que algunos llaman “conferencia-taller”, pretende o tiene las siguientes finalidades: 1. La identificación y responsabilidad de los Servicios de Apoyo o Asistencia a la Educación; 2. Los planes y propuestas para la “formación de Valores” en la Secundaria, desde A. Las materias de estudio en general, y 3. La Asignatura de Formación Cívica y Ética; y 3. la presentación a ustedes un método novedoso sobre la Formación Humana que, en este caso, puede entenderse como Educación en Valores.

Así pues, es en extremo importante que a lo largo de nuestra plática se acepten como educadores, porque sólo así podrán adquirir conciencia de responsabilidad. La obligación de ustedes como empleados en una escuela de la Secretaría de Educación no es cumplir con horarios y deberes (lo que les haría iguales a cualquier otro con la misma profesión u oficio en cualquier parte) sino en cumplirlos y además ser agentes activos de la formación de los educandos. Permítanme adelantarles que precisamente en la “construcción de valores” dentro de la escuela secundaría, en muchas ocasiones, tienen ustedes más influencia que otro cualquiera de quienes conforman la escuela como institución, administrativa o técnicamente. Y por lo tanto, también la tienen cuando se trata de la formación de actitudes contrarias a los Valores que en general llamamos Humanos y Universales.

La comunidad educativa

Para entendernos mejor, vamos a auxiliarnos del viejo y sencillo concepto de Comunidad Educativa; es decir, recordando que al niño, al adolescente y al joven, en sus procesos de aprendizaje y de madurez física, intelectual y afectiva, lo educan tres agentes: en primer lugar la familia, después la sociedad y, finalmente, la escuela.

La familia puede ser tomada de manera muy restringida -sólo el padre, la madre y los hermanos, cuando los hay- y de manera amplia, donde también cuentan los parientes: abuelos, tíos, cuñados y demás. Esta forma amplia es la que nos interesa aquí, por el fenómeno de ser a veces los tíos, los abuelos o algún pariente político, sustitutos de las figuras paterna o materna, y esto es un asunto que nos interesa mucho tener presente, porque se relaciona con ustedes con más frecuencia de la deseable.

En cuanto a la sociedad, en este -nuestro tiempo de apertura, competencia, cambios constantes y muy rápidos de las estructuras sociales y, por lo mismo, políticas y jurídicas, y de la presencia continua de lo medios de comunicación en la vida de todos nosotros, tan poderosos y efectivos en lo que pretenden- resulta todo eso y más, sin duda, un agente educador de mayor peso que la familia y la escuela, como lo han demostrado tantos estudios e investigaciones. Particularmente la radio y la televisión, y en algunos casos internet, han rebasado ampliamente a la familia y a la escuela como agentes educadores.

Desde el mismo punto de vista de la sociedad, una vez que el niño entra en una guardería, o al jardín de niños, comienza una serie de relaciones que lo van conformando de acuerdo a tradiciones, normas y costumbres no escritas, pero que forman parte vital de la comunidad a que pertenece, comunidad cada vez más amplia mientras crece, hasta llegar a lo nacional y, en muchas ocasiones ahora, a lo que solemos llamar la Humanidad total.

Entre esos conjuntos de relaciones están muchos que en las escuelas mencionamos sólo como referencias, y a veces condescendiendo graciosamente con ellos. Lo cierto es que se encuentran tan fuera de los alcances de la escuela como institución, que preferimos ignorarlos, aunque sean los que mayor número de problemas nos causan en el acto educativo, incluso más que los familiares.

Esas relaciones solemos referenciarlas comenzando por los lugares, o los sitios de reunión con los amigos y compañeros fuera de la escuela y muchas veces del control familiar, como son las tiendas, los billares o cafeterías, expendios de comidas rápidas o golosinas, en ciertos predios, parques y canchas de juegos, y en jardines. Entre las puertas de la escuela y la puerta de la casa hay mundos de influencias tanto negativas como provechosas. Lo que en esos trayectos ven, oyen, huelen y encuentran nuestros niños, adolescentes y jóvenes, buscado u ocasional, no podríamos siquiera enlistarlos (menos examinarlos). Desde el cariño y las atenciones de los adultos bien formados, hasta el narcotráfico y la prostitución. Vamos pues a dejarlo sólo señalado, porque nos será de mucho provecho después.

En el caso de ustedes, hay que considerar que son miles de estímulos los que reciben los adolescentes, además de las circunstancias con que hemos ejemplificado, por medio de las revistas, en los transportes, en las ferias y bailes a que son tan afectos, en los templos y en los centros de reuniones o actividades masivas. Recuerden, por favor, que en la adolescencia, las figuras públicas -sean de artistas, de líderes religiosos, políticos o deportistas- representan ideales, sueños y aún posibilidades para la imagen que los adolescentes se forman del mundo y de sí mismos.

La escuela es algo que ustedes conocen muy bien; sin embargo, a veces es bueno hacer algo así como un ejercicio de conciencia, en el sentido de estar concientes de lo que es, de cómo está formada, de cuáles son las estructuras de organización administrativa y docente de la escuela. Y de ustedes, cuál es su papel, su rol o su presencia en ella.

Generalmente, se entiende por escuela al director y a los profesores. Esto es irreal, incompleto e injusto.

Como sabemos, el ámbito de la dirección escolar es el servicio de supervisión y de la dirección y subdirección, si la hay. Después viene el colegio de profesores o cuerpo docente, dividido a su vez en académicos y técnicos, según la naturaleza de su materia o asignatura de clase. Y enseguida ustedes, los llamados de Apoyo o Asistencia a la Educación.

En primer lugar, la escuela no está aislada sino que forma parte de una red muy amplia y complicada de relaciones internas y externas. A partir de aquí, por favor, colóquense muy bien dentro de sus zapatos, y procuren no caer en la tentación de evadirse.

Por medio de esa red, la escuela en general y el educando en particular reciben enormes cantidades de palabras, ideas, conceptos, y padecen o realizan acciones de efectos educativos con mucho mayor trascendencia y efectividad que otra cualquiera de la llamada enseñanza aprendizaje, sólo que no están sistematizadas y, por lo tanto, carecen de control.

Personalmente, agregaría -como lo apunté inicialmente (y no lo hago porque no están aquí)- a las secretarias, los intendentes, los jardineros. Por ahora los vamos a dejar de lado, lo mismo que a estos otros agentes de la escuela: las asociaciones de padres de familia, la organización sindical, y la presencia de algunos organismos civiles y de gobierno.

Muy bien. Aquí están ustedes. Vamos a examinar por un momento la composición física de la escuela secundaria: las aulas, los laboratorios, los talleres, las oficinas administrativas, los sanitarios, la plaza cívica, el patio de recreo, los campos deportivos, la cooperativa escolar, la barda perimetral, los pasillos

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