LA BOETIE - LA SERVIDUMBRE VOLUNTARIA

LA BOETIE - LA SERVIDUMBRE VOLUNTARIA

¿Acaso no es una desgracia es la de estar sometido a un amo del que jamás podrá asegurarse que es bueno porque dispone de ser malo cuando quiere? ¿Y obedeciendo a varios amos no es más desgraciado?

De momento quisiera solo entender como pueden tantos hombres tantos pueblos, tantas ciudades, tantas naciones soportar a un solo tirano, que no dispone de mas poder del que se le otorga, que no tiene mas poder para causar perjuicios que el que se quiera soportar y que no podría hacer daño alguno de no ser que se prefiera sufrir contradecirlo. Millones de hombres son sometidos y juzgados no porque se ven obligados por fuerza mayor sino por el contrario, porque están fascinados por el nombre de uno, al que no deberían ni temer (porque esta solo) ni apreciar (porqué se demuestra inhumano y salvaje)

En natural amar en virtud, estimar las buenas acciones, agradecer el bien recibido y reducir nuestro propio bien para mejorar el de quienes amamos. Si los habitantes de un país encontraran a uno y ellos que les de seguridad y les inspire confianza y valentía para defenderlos, guiarlos y se acostumbran a obedecerle y a confiar tanto en el como para otorgarle supremacía, sería preferible devolverlo al lugar donde estaba antes y hacía el bien, que colocarlo allí donde es muy probable que haga el mal. Parece normal mostrarnos buenos con el que nos ha hecho bien y no nos da miedo que el mal no vaya a venir de él.

Que dos o tres hombres se sometan a uno podría decirse que lo hacen por cobardes, pero que miles y miles se sometan a uno solo no diríamos que es por falta de valor o es que prefieren no ofrecer resistencia? ¿Dos hombres quizás diez le pueden temer a uno, pero miles? No es ni siquiera cobardía, el autor lo llama poderoso vicio que carece de expresión hablada y escrita (no tiene nombre)

Si pusiéramos a dos grupos de hombres, unos peleando por su libertad y otros para quitársela, ganarían los que pelean por su libertad, porque saldrían con mas fuerza a pelear que los otros que lo hacen para evitar el castigo. Ya que las penas de la batalla no son tan graves como la que les espera si son vencidos y pierden su libertad; en cambio los otros llevan como incentivo la codicia que con frecuencia se desvanece ante la primera herida. Por ésta causa en la historia han perdido batallas ejércitos infinitamente mas poderosos que su rival.

Son los propios pueblos los que se dejan encadenar ya que con solo dejar de servir romperían sus cadenas, el tirano tiene poder porque el pueblo se lo da. El pueblo rechaza la libertad y elije el yugo; los tiranos cuanto más saquean mas exigen, cuanto más arruinan más destruyen, más se los alimenta, más se los ceba, se hacen más fuertes con el fin de aniquilarlo todo, pero si no le diéramos nada se quedarían desnudos y vencidos.

Los hombres cobardes y ya embrutecidos no saben soportar el mal ni obtener el bien con el que se limitan a soñar. Los hombres no sé porque (dice el autor) no tienen siquiera la fuerza para desear la libertad ese bien cuya carencia causa todos los males. Si realmente la quisieran la tendrían. Son ellos mismos los que encubren al ladrón que les roba y trabajan para él. Se debilitan para él sea más duro y los mantenga a raya fácilmente. Lo que pasa es que no se puede hacer reflexionar a los que ya no sienten el mal que los aflige.

Podemos decir que el AMOR la LIBERTAD no es un hecho natural.

Cada uno siente en si el impulso instintivo la obediencia natural a sus padres, no sabemos si es algo innato pero lo que si es que hay una semilla que cultivada por los buenos consejos hace brotar en nosotros la virtud, mientras por el contrario es ahogada por los vicios que nos agobian.

La naturaleza nos hizo iguales como para reconocernos como compañeros, hermanos. Dios al hacer el reparto de dones dio alguna ventaja corporal o individual quiso hacer brotar el afecto fraternal y el que puedan practicarlo, para que nos ayuden y otros reciban. A todos nos dio la voz y la palabra para que confraternicemos mediante la comunicación. ¿Cómo podríamos dudar de que somos todos naturalmente libres y que la naturaleza que nos hizo iguales quisiera que hubiera esclavos? No hay nada en el mundo mas contrario a la naturaleza llena de razón siempre que la injusticia y no se puede tener a alguien de esclavo sin hacerle daño, la Boetie dice que nacemos con libertad y la voluntad de defenderla.

Los animales pelean por su libertad, algunos prefieren morir antes de ser esclavizados, hasta el caballo que desde que nace se lo acostumbra a servir, cuando es domado muerde el freno.

Hay tres clases de tiranos, unos poseen reino (el derecho de reinar) gracias a una elección popular y otros por el uso de las armas y los demás por derechos de sucesión. Los que fueron elegidos por el voto popular deberían ser mas soportables a no ser por el hecho de que cuando alguno asume el poder se sitúa por encima de todos y supera en vicios y crueldades a los demás tiranos. Es decir, llegan al trono de formas distintas pero su manera de reinar es siempre la misma.

Un pueblo puede ser sometido por

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