La educación encierra un tesoro

Hoy en día se requiere que la educación contribuya a formar una humanidad que progrese hacia tres ideales principales: la paz, la libertad y la justicia. Los adultos de hoy, muy a diferencia de lo que se requiere, tomando en cuenta esos tres ideales, se manifiestan como personas interesadas casi exclusivamente en sus propios problemas. No han prestado el interés necesario por la infancia, por la juventud, hacia quienes debemos voltear nuestras miradas para poder heredarles una mejor sociedad; una sociedad integrada, como les corresponde. Hay que recordar constantemente este deber elemental para que inclusive las decisiones políticas, económicas y financieras lo tengan más en cuenta. Al respecto de las decisiones políticas, éstas debieran permitir que se genere un proceso permanente de enriquecimiento de los conocimientos y de la capacidad técnica, fin que realmente no se está alcanzando con las políticas educativas de la actualidad. En el mundo globalizado en el que vivimos, tanto los representantes de la sociedad, como la sociedad misma, debe superar varias tensiones: la tensión entre lo mundial y lo local, convirtiéndonos poco a poco en ciudadanos del mundo sin perder las raíces y participando activamente en la vida de la nación y las comunidades base(Delors, yotros); la tensión entre lo universal y lo singular, pues al estar hablando de un mundo globalizado y de la mundialización, debemos cuidar el equilibrio entre lo universal y el carácter único de cada persona, adquirir la capacidad de conservar la tradiciones y cultura propias, la cual se ve amenazada si no se presta atención a las evoluciones; la tensión entre tradición y modernidad, pues al igual que las tendencias actuales nos pueden arrastrar a perder la identidad cultural, también pueden permitir que nos atrape la modernidad perdiendo la tradición, es importante saber dominar las nuevas tecnologías de la información sin que sean éstas las que nos dominen a nosotros; la tensión entre el largo y corto plazo, ya que la sociedad del siglo XXI está acostumbrada, o acostumbrándose, a que todo funcione a la brevedad, existe un predominio de lo efímero, cuando debemos de tomar en cuenta que muchos de los problemas necesitan una estrategia paciente para su efectiva solución; y la tensión entre la indispensable competencia y la preocupación por la igualdad de oportunidades, siendo esta tensión también un tema importante ya que como sociedad, venimos de una formación de competencia, que perdió de vista la igualdad de oportunidad en la búsqueda de un reconocimiento personal, individual.Jacques Delors, en

La educación encierra un tesoro

, dice que la educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal (Delors, y otros). En este mismo documento, se propone el término de

educación durante toda la vida

, refiriéndose con ello a una educación permanente que permita que los seres humanos vayamos adaptándonos conforme se vayan suscitando las mutaciones de la vida profesional; debe ser una estructuración continua de la persona humana, de su conocimiento y sus aptitudes, permitiendo que la persona tome conciencia de sí misma y de su medio ambiente para que desempeñe su función social en el trabajo yen la sociedad. Esto va a responder al reto de un mundo que cambia rápidamente. Las tendencias actuales en educación nos llevan a necesitar de cuatro pilares, según se expone en el

Informe a la UNESCO de la

Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors

,

mismos que serán la base de una educación integral, revolucionada y capaz de crear los ciudadanos que el mundo necesita en el siglo XXI. El primero de estos cuatro pilares es

Aprender a vivir juntos

desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia- realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los valores del pluralismo, comprensión mutua y paz. (El paradigma tradicional de la enseñanza vs. elnuevo paradigma del aprendizaje).El segundo pilar es

Aprender a conocer,

para esto se deben tomar en cuenta losacelerados cambios en la ciencia y las nuevas formas de la actividad económica y social,donde exista una cultura general lo suficientemente amplia pero también con la capacidadde profundizar en los conocimientos de un pequeño número de materias. Peroprimordialmente, con la capacidad de aprender a aprender, para entonces poderaprovechar las posibilidades que ofrece la educación para toda la vida.El tercer pilar es

Aprender a hacer

, sin limitarse a conseguir el aprendizaje de una solaprofesión o calificación profesional, sino adquirir una competencia que permita hacerfrente a numerosas situaciones. Este aspecto tiene importancia en demasía pues lasociedad del siglo XXI obliga a que estemos capacitados en varios rubros, y no a serespecialistas en una sola área.Por último, el cuarto pilar dice que debemos

Aprender a ser

, permitiendo que florezca lapropia personalidad, comprendiéndose mejor a uno mismo y sus posibilidades ycapacidades.Estos cuatro pilares que nos menciona Jacques Delors, de ser llevados

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