Liderazgo militar, organizacional e inteligencia emocional
Enviado por Gian Marco Zurita Tasilla • 12 de Diciembre de 2022 • Documentos de Investigación • 2.467 Palabras (10 Páginas) • 151 Visitas
Liderazgo militar, organizacional e inteligencia emocional
Resumen
La presencia de nuevas amenazas o amenazas emergentes requiere que el Ejército se encuentre en la capacidad de hacerles frente. Asimismo, el Plan de Transformación Institución actual, también incluye una reestructuración en la cultura institucional. Todo ello se centraría en gran medida, en potenciar el desarrollo de los recursos humanos. En esta línea el militar debe de ser un líder que, por un lado, cuente con las capacidades suficientes para liderar el aspecto organizacional del trabajo en equipo y, por otro, cuente con inteligencia emocional para fomentar y motivar entre sus subalternos la labor por ser profesionales virtuosos de alta calidad. En ese sentido, se ha realizado una investigación bibliográfica que ha permitido presentar en este ensayo los aspectos fundamentales para comprender en qué consiste ser un líder militar, contar lo liderazgo organización y gozar de inteligencia emocional.
Palabras claves: Liderazgo militar, liderazgo organizacional e inteligencia emocional
Introducción
Carl von Clausewitz (s.f.), teórico militar ruso, explicaba que:
La máquina militar, el ejército y cuanto a él pertenezcan es en el fondo bien sencillo, y parece, por lo tanto, fácil de manejar. Mas reflexionando se ve que ninguna de sus partes está compuesta de una sola pieza; que todas están compuestas de individuos, cada uno de los cuales conserva en todas partes su propia fricción. (p.68)
De modo que, cada una de las piezas que compone el Ejército debe ser atesorada de igual valor que las demás unidades, pues solo bajo ese criterio se lograría trabajar de manera sistémica para alcanzar el objetivo. En este punto se puede considerar que uno de los engranajes más relevantes de un Ejército es el total de recursos humanos con los que trabaja. En su momento, Napoleón Bonaparte también señalaba que: “Sólo hay dos fuerzas en el mundo, la espada y el espíritu. A la larga, la espada siempre será conquistada por el espíritu…” (Burgués, 2021, 14 junio, párr.6). Lo que hace referencia precisamente al interior de cada individuo, es decir, los recursos humanos de un Ejército no pueden ser vistos solo como unidades objetivables que se pueden sumar o disgregar, sino que también se ha de considerar el aspecto interno con sus voluntades, pasiones, intereses y demandas. Esta perspectiva de visión también debe ser cultivada y es un llamado para la formación de los líderes.
De acuerdo con Moran, “la actitud del líder genera influencia en sus seguidores, es el principal responsable del éxito o fracaso de ellos, que son los responsables de ayudar al cumplimiento de las metas empresariales” (2007 como se citó en Aguirre, Serrano y Sotomayor, 2017, p.188). Es decir, el liderazgo se corresponde con una suma de cualidades y actitudes que un líder debe de preferir, pues es un modelo por seguir y de él se espera prontitud así como rectitud en su actuar; estas formas impactarán en quienes lo vean o estén bajo su responsabilidad.
En el Ejército del Perú (EP) las condiciones de desarrollo son semejantes a la de cualquier empresa, en el sentido de que se cuentan con unidades de trabajo organizadas de manera jerárquica y en cada una de ellas el liderazgo es fundamental para alcanzar los objetivos que se plantean en cada nivel y en general en la Institución. A este planteamiento se debe sumar el hecho de que como Institución el EP se encuentra en un Proceso de Transformación Institucional (2019-2034), el mismo que tiene como uno de sus ejes fundamentales el desarrollo de una cultura organizacional que emplee una doctrina con desarrollo de capacidades acorde a los roles estratégicos asumidos desde la Constitución en 1993 (Dirección de Planeamiento del Ejército, 2020). El escenario nacional de nuevas amenazas o amenazas emergentes (Junta Interamericana de Defensa, s.f.), que también se suman a lo señalado en líneas anteriores, demanda del militar un enfoque de liderazgo que considera el desarrollo de capacidades cognitivas a nivel organizacional y de la inteligencia emocional. Por lo tanto, en el siguiente ensayo se presentará un análisis del liderazgo militar que involucre ambos aspectos referidos en la oración anterior.
Desarrollo
Liderazgo Militar
De acuerdo con el Tte. Crl. EP Baylon:
un líder del Ejército es un individuo que, en virtud del rol asumido o la responsabilidad asignada, inspira e influye en las demás personas para lograr las metas institucionales. Por lo tanto, los líderes del Ejército motivan a las personas, dentro y fuera de la cadena de mando para planificar actividades, ejecutar tareas, unificar el pensamiento y tomar decisiones por el bien de la organización. (Escuela de Blindados, 2022, diapositiva 4)[1].
Entonces, del liderazgo militar se espera el accionar de un militar virtuoso y comprometido con la institución y que, al mismo tiempo, sea capaz de desarrollar un pensamiento estratégico y una actitud que impacte de manera positiva en los demás.
Este liderazgo militar se encuentra enmarcado en una filosofía específica del Ejército que invita a considerar dos aspectos: (1) el dominio individual que involucra un ser, saber y hacer, y (2) el dominio organizacional que se involucra con liderar equipos, entrenar, mantener, cuidar, desarrollar líderes y gestionar el cambio (Escuela de Blindados, 2022, diapositiva, diapositiva 14). En cuanto al primero, un saber ser se corresponde con la identidad o el fuero íntimo del sujeto, lo que Freud señalaría como el yo[2], incluye los valores, el carácter, las particularidades íntimas que lo constituyen para que luego, se muestre ante el mundo como una figura distinguible y diferenciada del resto, por lo que, tendrá aceptación y recibirá el compromiso de otros, ya que lo valorarán como alguien a quien seguir (Sharma, 2011). Un segundo aspecto es el saber, que en un militar involucra conocer de estrategia, táctica, organización, administración de recursos y la respectiva actualización de cada uno de ellos, así como los avances tecnológicos que le corresponden Escuela de Blindados, 2022). Finalmente, corresponde al saber hacer en cuanto a su efectividad y aplicación de sus conocimientos de modo tan que todo sea positivo y este influya directamente en quienes lo ven, lo que genere como consecuencia motivación respecto de su liderazgo y dirección (Escuela de Blindados, 2022).
Cabe señalar que este liderazgo se puede aprender, monitorear y mejorar, de modo que se infiere que puede ser natural y, en otros casos, se forja en la personalidad y los rasgos particulares de cada líder; independientemente de ello, el Ejército considera que “…un buen liderazgo no sucede por casualidad, sino por causalidad, ya que es una habilidad desarrollable a través de la autoconciencia y la conciencia social” (Escuela de Blindados, 2022, diapositiva 10). Cabe señalar que este planteamiento cuenta con elementos fundamentales como los que se señalaron en el Informe Delors de la Unesco, sobre la educación como la principal riqueza d la humanidad, en el que se sostiene que son cuatro los pilares de la educación (aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser) y que se desarrollan de manera constante a lo largo de la vida (Delors, 1994). De modo que, un líder se educa y crece dentro de los lineamientos y retos que el sistema le presente, esto lo instruye hasta lo más íntimo de su ser, aunque sin dejar de lado, la importancia del trabajo en equipo y la organización que se ha de tener vinculado con ello.
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