Manual para el diagnostico participativo de los ungulados del Parque Nacional Sangay - Ecuador

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS

CARRERA DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AMBIENTALES

CÁTEDRA DE GESTIÓN EN FAUNA - SÉPTIMO SEMESTRE

ESTUDIANTES: Maria Lorena Zambrano, Luis Viracocha, Jair Cadena.

MANUAL DE DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO DE LOS UNGULADOS DEL PARQUE NACIONAL SANGAY

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2019 -2019

Contenido

1. Introducción        2

2. Lista de especies:        4

3. Área de Estudio        5

4. Variables a medir:        6

4.1. Distribución        6

4.2. Riqueza        7

4. 3. Poblaciones        8

4. 4. Usos        9

4. 6. Cosecha        11

5. Referencias Bibliográficas        11

Anexos:        13

1. Introducción

El Parque Nacional Sangay es conocido como una reserva de vida y una de las más importantes del Ecuador debido a la gran cantidad de riqueza biológica por lo que es establecido desde el año 1975 como Reserva ecológica y para 1983 la UNESCO la declaró Patrimonio Natural de la Humanidad (Rivera 2005).

Esta reserva se encuentra ubicada en el centro de la región Andina del Ecuador abarcando 4 provincias: Chimborazo, Tungurahua, Cañar y Morona Santiago siendo la última la que contiene hasta el 80% de la reserva, tiene aproximadamente una extensión de 502.067 ha con un rango altitudinal que va desde los 900 msnm hasta más de los 5000 msnm (Fierro 2015), y una temperatura promedio de 18 y 25 ºC durante todo el año, constituyéndose así con diferentes tipos de formaciones vegetales y diferentes tipos de clima: templado permanente húmedo, frío del alto andino, templado periódicamente seco y tropical lluvioso (Gómez et al .1998).

Se puede apreciar una composición orográfica variada donde las elevaciones más importantes son: el Volcán el Altar, inactivo, cubierto de glaciares, el Volcán Tungurahua y el Sangay aún activo, además de una hidrografía que está comprendida por los ríos Pastaza, Santiago, Cañar y Chimbo de los cuales se desprenden una gran cantidad de subcuencas (Arias 2010).

Se ha contemplado que para la flora hasta un 85% se encuentra en buen estado de conservación, de lo cual se ha catalogado con un número de 586 especies endémicas siendo en su gran mayoría las orquídeas, aunque existen muchos vacíos en los estudios de la composición vegetal, aportes de diversos estudios arrojan que la riqueza del parque supera las 3000 especies (Rivera 2005)

En conjunto en la fauna también se ha logrado contemplar un gran número de especies de vertebrados siendo más de 500, donde las aves son las que encabezan la lista con 343 especies, seguidas de mamíferos con 100, anfibios 25 y 14 reptiles. (Rivera 2005).

Según Brito y Barbour (2016), en la parte Oriental de los Andes es en donde se concentra una gran diversidad de mamíferos que ha sido poco documentada, si bien se comienzan a publicar más estudios sobre el descubrimiento de nuevas especies, es necesario una forma de muestrearlas e identificarlas y sobre todo tener una guía sobre el adecuado manejo de los diferentes grupos.

Es importante el estudio de los mamíferos porque después del recurso ictiológico la fauna silvestre constituye la fuente de proteína más importante para las comunidades en la región neotropical siendo los de mayor interés los ungulados por que aportan gran cantidad de biomasa y pueden llegar a cumplir más de una función. Ya que no solo son ampliamente usados por las comunidades del medio rural, sino que también desempeñan un papel importante en la dinámica del bosque en la dispersión de semillas (Aquino et al. 2014).  

Se conoce dentro de este grupo dos órdenes:  Perissodactyla y Artiodactyla, con pezuñas impares y pares respectivamente, naturalmente se conoce las especies pertenecientes a cada grupo, lo que no está claro el estado de conservación ya que solo se publican listas. Es por esta razón que se necesita educar y guiar a la gente sobre los recursos que los rodea y cómo manejarlos y así ayudar a la conservación de varias especies que ya se encuentran en peligro como el tapir (Chávez et al. 2011).

El objetivo de este trabajo es proveer una guía de fácil aplicación a los guardaparques y comunidades que se asienten dentro de este sector para el reconocimiento de especies, como llevar a cabo procesos y metodologías de muestreo para proporcionar información sobre la densidad de las especies, usos, riqueza, distribución y desde esos datos poder realizar un manejo de los mismos.  

2. Lista de especies:

Tabla 1. Ungulados del Parque Nacional Sangay

3. Área de Estudio

El Parque Nacional Sangay tiene una extensión de 502105 hectáreas, abarcando a las provincias de Cañar, Chimborazo, Morona Santiago y Tungurahua. El rango altitudinal va desde los 900 a los 5230 msnm. El parque se extiende sobre la cordillera Oriental protegiendo páramos, bosques altoandinos y bosques subtropicales. En el parque están las nacientes del río Upano, el cual desemboca en el Pastaza y finalmente en el Amazonas. Otro río importante es el Paute debido a que su caudal represado genera la mayor fuente de hidroelectricidad del país. Las condiciones geográficas generadas por la presencia de los tres volcanes en medio de la selva crean varios pisos en las estribaciones, lo que favorece la diversidad de especies animales. El número de registros es de 107 mamíferos, 400 aves, 90 anfibios, 26 reptiles y 17 peces, entre las que destacan algunas especies endémicas. Al mismo tiempo, en la parte montañosa y alta del parque habitan los descendientes de los pueblos Cañari y Puruhá, y en la zona de selva están los territorios de la nacionalidad Shuar (Fig 1)(SNAP, 2015).

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Fig 1. Mapa de Ecuador y ubicación del Parque Nacional Sangay.

Tomado del portal web Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

4. Variables a medir:

4.1. Distribución

La distribución hace referencia a la ocurrencia espacial de una especie o grupo de interés en un área de estudio determinada y los factores ecológicos que influencian su ocurrencia. Medir esta variable implica un esfuerzo de muestreo mayor y un diseño espacial mucho más robusto en términos de mayor número de puntos de muestreo con cámaras, mayor área a muestrear y posiblemente un diseño sistemático estratificado por tipos de hábitat, o gradiente altitudinal, o gradiente de perturbación, etc. Uno de los métodos más recientes para determinar las áreas de distribución son los llamados modelos de distribución de las especies (Soberón 2012) o conocidos también como modelos de nicho ecológico (Peterson 2001).

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