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Reflexión acerca de la realidad educativa del Perú


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2022  •  Ensayos  •  1.717 Palabras (7 Páginas)  •  159 Visitas

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Reflexión acerca de la realidad educativa del Perú

El panorama educativo actual del Perú es poco alentador, pues los parámetros de calidad, indispensables para el ejercicio real del derecho a la educación, son en verdad cuestionables. En el contexto actual de la pandemia y clases virtuales, quedaron expuestas una serie de brechas educativas y no solo eso, se han acrecentado. Una mejora de la calidad educativa podría ser el punto de partida para dar solución a problemas variados como, por ejemplo, la corrupción, la inestabilidad política y democrática. Perú, lamentablemente, se enfrenta a los intereses políticos y económicos de los mismos peruanos, esto se refleja en los sistemas educativos privados, la falta de igualdad en oportunidades y la pésima infraestructura de los centros estatales, afectando directamente la calidad de la enseñanza. Esta problemática nos lleva necesariamente a reflexionar sobre la realidad educativa del Perú, en especial, la educación básica.

Somos conscientes de que en el Perú existen muchos colegios privados donde uno tiene que pagar gran cantidad de dinero, y que cualquier ciudadano de a pie no está en condiciones de pagarlo. Es por este motivo que consideramos que la educación en el Perú posee carácter elitista es decir favorece aún grupo, sin embargo, muchos creemos que tiene un carácter neutro, pero es evidente que la educación siempre ha servido a los grandes poderes políticos y económicos. En los últimos años no se ha logrado resolver el problema de la educación, y es lamentable que se haya convertido en un negocio dejando de ser un derecho el cual se puede ver con la gran privatización en el sector educativo, tal y como lo dijo Mariátegui: “No es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política” esta frase cobra vida, hoy en la actualidad.

Existe un gran desafío al abordar un tema tan delicado como la desigualdad de oportunidades educativas, pues, en función del nivel socioeconómico de los estudiantes, es una de las más agudas en el Perú, de lo que se deduce que la educación no está siendo capaz de romper el círculo vicioso de la pobreza y de la desigualdad social. La desigualdad entre las zonas rurales y urbanas es también preocupante, especialmente porque en la zona rural confluyen otros factores de vulnerabilidad, como la pobreza y la mayor concentración de poblaciones originarias. El derecho a la educación todavía no es una realidad cumplida en el Perú. Todavía hay muchos niños que experimentan barreras para su pleno aprendizaje y participación; ya sea porque están excluidos de la educación o porque reciben una de menor calidad que redunda en inferiores resultados de aprendizaje. Si bien es cierto, las desigualdades educativas son el resultado de una compleja interacción de factores internos y externos al sistema educativo y sus escuelas, por lo que es fundamental desarrollar políticas económicas y sociales orientadas a abordar las causas que generan desigualdad fuera de los sistemas educativos. Los ingresos económicos, el capital cultural de las familias, las expectativas y estereotipos sociales respecto de las diferencias sociales, culturales y de género, la localización geográfica de las escuelas, o el acceso a las tecnologías de la información y comunicación son algunos de los factores que generan desigualdad en nuestro país. Dentro de los factores internos al sistema educativo se encuentran la segregación socioeconómica y la cultural entre distintas escuelas, lo que limita las posibilidades de encuentro entre distintos grupos sociales. Asimismo, las escuelas que atienden a los estudiantes de contextos de pobreza, salvo excepciones, tienen menores recursos y cuentan con personal menos calificado. Otro factor interno del sistema educativo tiene que ver con los procesos educativos que tienden a discriminar a aquellos estudiantes con capital cultural distinto al dominante y que comúnmente provienen de familias de menores ingresos económicos o que pertenecen a otras etnias y culturas.  

Si analizamos la infraestructura educativa nos daremos con la sorpresa de que es otra pandemia, la cual se debe atender con urgencia y más aún en la crisis sanitaria que vivimos. Actualmente, de los 54,800 colegios existentes en el Perú el 76 % debe ser reforzado estructuralmente o demolido; 21,100 colegios se encuentran en un nivel de riesgo extremo. En lo que respecta a los servicios básicos, la situación es más compleja, el 60% de los colegios a escala nacional carece de algún servicio, de los cuales el 40% no tiene agua, el 36% no tiene desagüe y el 30% no tiene luz, una situación que imposibilita el regreso seguro a las escuelas. El Estado debe entender que se trata de una inversión en el futuro del país y no de un gasto, el primer paso es invertir más en la construcción de nuevas infraestructuras, pero también en el mantenimiento de las existentes; por ello, es necesario que las autoridades destinen mayores recursos y los gestionen a beneficio de la sociedad. Solo por dar un ejemplo, en el último año el 30% del presupuesto asignado al Pronied (Programa Nacional de Infraestructura Educativa) y los gobiernos regionales retornó al tesoro público por falta de ejecución. También necesitamos una estrategia inteligente para diseñar, construir y habilitar miles de colegios en simultáneo. Debemos diseñar un sistema de colegios modulares que se adapten a las diferentes condiciones del país y que permita avanzar muy rápido con los expedientes técnicos y la construcción, logrando una adecuada administración de recursos escasos como el tiempo y el dinero con el máximo de eficiencia.

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