Economia Ambiental

1. Introducción

El medio ambiente y los recursos naturales son imprescindibles tanto para el funcionamiento del sistema económico, cuanto para el mantenimiento de la vida. La grand mayoría de los bienes y servicios ambientales, según Nogueira (1998), no tiene substitutos y la ausencia de señalización de precio ha provocado una distorsión en la percepción de los agentes económicos, induciendo de esta forma los mercados a fallos en la asignación eficiente y evidenciando una divergencia entre los costes privados y sociales.

Dentro de esa perspectiva es que los economistas han buscado estimar “precios para los recursos naturales” y, de ese modo, suministrar recursos técnicos, o sea, métodos de valoración económica ambiental fundamentados en la teoría neoclásica del bienestar, para su exploración racional. En general, los métodos de valoración económica ambiental se constituyen en “instrumentos analíticos que aportan para una técnica de evaluación de proyectos: el conocida análisis Costo-beneficio (ACB)”, (Nogueira, 1998).

La valoración del medio ambiente se constituye en un conjunto de métodos y técnicas que tienen por finalidad estimar los valores para los atributos ambientales, que por su propia naturaleza, son considerados como “bienes públicos”, por tanto, disponibles para todos. Los esfuerzos de los investigadores han sido dirigidos a desarrollar metodologías alternativas que posibiliten tratar la cuestión de la valoración bajo la óptica de las preferencias de los individuos hacia el medio ambiente, y que posibiliten estimar los valores que esos individuos estarían dispuestos a pagar por él, en la hipótesis de la existencia de mercado (Batalhon, 2000).

A pesar de los esfuerzos de los investigadores en desarrollar métodos de valoración ambiental con base en las preferencias de los consumidores, no existe una clasificación universal sobre tales métodos y técnicas de valoración ambiental.

Por su vez, Hanley y Spash (1993) hacen una distinción de los métodos de valoración económica ambiental, clasificándolos en dos grupos: (i) forma directa, como el Método de Valoración Contingente (MVC); y (iI) forma indirecta, como el Método de Precios Hedónicos (MI/H), el Método de los Costes Viaje (MCV) y los que se basan de la función de producción, como el Método de los Costes Evitados (MCE) y el Método Dosifique-Respuesta (MDR).

2. Objetivos y justificativas

El propósito de este trabajo es aplicar el método de Precios Hedónicos en la evaluación del efecto de la disponibilidad de agua (calidad/cantidad), sobre el precio de los inmuebles localizados en la ciudad de Belo Horizonte, capital del Estado de Minas Gerais Brasil, fundamentado en una amplia revisión bibliográfica sobre ese método de valoración económica.

Las externalidades ambientales negativas, como la mala calidad del agua o simplemente su inexistencia, son captadas en el mercado inmobiliario a través de los precios de los inmuebles. Así, las personas a lo decidan adquirir alguna residencia que no posean red de agua, buscan a priori “valorar” esas condiciones ambientales adversas, lo que innegablemente se reflejará en una disminución del valor del inmueble comparado con el precio de otros que presentan las mismas características, pero con los referidos servicios.

Esa diferencia entre el valor de los inmuebles – con servicios de abastecimiento de agua – hace con que los economistas busquen, por intermedio de la teoría económica, evaluar las pérdidas económicas a causa de cambios y alteraciones constatadas en la calidad ambiental y que son valoradas por las personas.

De igual forma, la justificación para la utilización del método Hedónico en los estudios de evaluación de pérdidas económicas es ratificada en Hufschmidt et alli (1983): “la calidad ambiental es un fenómeno espacial, y la hipótesis básica sobre el valor de propiedad es que cambios en la calidad ambiental afectan el flujo de beneficios futuros de una propiedad, con el resultado de que, con los otros factores permaneciendo constante, el precio de venta de la propiedad se altera. Por tanto, cabe esperar un efecto negativo sobre el valor de propiedad en áreas contaminadas”.

En ese contexto, la problemática y los objetivos específicos serán abordados con mayores detalles en el Capítulo 4.

3. Antecedentes

La Ciudad de Belo Horizonte, situada en La región Sudeste de Brasil, tiene una extensión de 330 Km2 y una población de cerca de 2,2 millones de habitantes (IBGE, 2002). Según un documento del Banco Interamericano de Desarrollo (2001), Belo Horizonte experimentó un crecimiento acelerado en las últimas décadas principalmente desde los años setenta, utilizando como directriz de expansión urbana un modelo de ocupación basado en la implantación de vías de penetración en los principales valles, canalizando los cursos de agua gradualmente.

La red hidrográfica que drena el Municipio de Belo Horizonte está conformada por los arroyos afluentes del Río de las Viejas: el Arroyo Rudas y el Arroyo del Jaguar. La cuenca del río de las Viejas tiene una importancia económica y social significativa en función de su localización, y constituye una de las más importantes fuentes para abastecimiento de agua de la región metropolitana de Belo Horizonte y de los demás municipios que la integran.

En Belo Horizonte hay cerca de 694 kilómetros de cursos de agua, de los cuales el 28.5% están canalizados. El servicio de agua alcanza al 98% de la población y aproximadamente el 90,7% de la población cuenta con servicio de recolección de aguas distribuidass. La cobertura del servicio de saneamiento es alta comparada con la cobertura medía de Brasil (69%).

Quadro 1 – Número de habitantes y de domicilios urbanos en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil.

Personas residentes - área urbana 2.238.526 habitantes

Domicílios particulares permanentes 628.447 domicílios

Domicílios particulares permanentes – rede general 623.790 domicílios

Domicílios particulares permanentes – poço ou nascente 2.146 domicílios

Domicílios particulares permanentes – outras formas 2.511 domicílios

Fuente: Ipead/ufmg – Investigación en mercado inmobiliario - www.ipead.face.ufmg.br

Actualmente la población atendida con servicio de alcantarillado se estima en 176 mil habitantes y, en general se sitúa en áreas de riesgo de inundaciones Ello presenta dificultades para la ejecución de actuaciones con técnicas convencionales. Existen todavía numerosos puntos directos de suministro de aguas servidas en canalizaciones, principalmente por redes recolectoras desprovistas de interceptores, lo que afecta significativamente en la degradación ambiental y sanitaria de esas áreas.

4. Revisión metodológica

La mayoría de los métodos y técnicas de valoración ambiental tienen se fundamentan en la teoría neoclásica, particularmente en las teorías del consumidor y del bienestar. Los bienes y servicios ambientales, según ha demostrado la literatura económica convencional, pueden ser medidos teniendo como base la preferencia individual por la preservación, conservación o utilización estos bienes y servicios. Los consumidores dado sus gustos y sus preferencias y, estando sujetos a una restricción presupuestaria, atribuyen valores a los activos ambientales (Bateman y Turner, 1992).

En los estudios de valoración ambiental se asume también el presupuesto de que el bienestar social puede ser medido en términos monetarios. Mientras, es importante resaltar que el concepto de eficiencia de asignación de recursos establecido por el economista italiano Vilfredo Pareto no se aplica en ese tipo de análisis. De ese modo, el análisis se basa, según Faría (1998), en el concepto de mejora potencial de Pareto, o sea, en el criterio de Kaldor-Hicks-Scitovsky.

La idea básica, es que para un determinado cambio en la asignación de recursos sea deseable bajo a la óptica económica, es necesario simplemente que los ganancias sociales superen las pérdidas, admitiendo la hipótesis de que una persona pueda incurrir en alguna pérdida en virtud de ese cambio.

El método de precios hedónicos es uno de los métodos de valoración económica más antiguos y de los más utilizados (Haab & McConnell, 2002). Las personas adquieren bienes en un mercado, porque ésos tienen una serie de atributos que les satisfacen alguna necesidad, qué en la terminología clásica significa “valor de uso”.

Una de las cuestiones frecuentes en economía ambiental es el porqué de la importancia y de la necesidad de valorar los bienes y servicios ambientales. Según Mueller (1995), hasta el final de la década de 1960, la teoría neoclásica no reconocía que problemas ambientales pudiesen causar fallos substanciales y persistentes en economías de mercado.

La economía pasó, desde entonces, a ser tratada como un sistema que logra del medio ambiente materiales y energía para transformación por el proceso productivo, devolviendo esos materiales y esa energía al ecosistema, en la forma de residuos y desechos (Mueller, 1995).

Ese tipo de constatación, de acuerdo con Freeman (1993), despertó en el economista Ridker (1967) la idea de usar datos relativos a los valores de propiedades para estimar los beneficios o males en virtud de posibles cambios en los parámetros de calidad ambiental.

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