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Inequidades

Pieldeluna23 de Septiembre de 2013

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Introducción

Como bien sabemos, el sistema de salud del país presenta un sin fin de ventajas y desventajas que puedes ser principalmente el motivo por el cual se cuestionan las inequidades en la atención de salud, es decir, las diferencias, que se derivan de factores tales como el nivel socioeconómico (educación, ocupación y nivel de riqueza o ingresos de los hogares), la ubicación geográfica, el origen étnico y el sexo.

Es por esto que nuestro tema se centra principalmente en los puntos dichos anteriormente, y además están basados en la encuesta nacional de salud 2009-2010.

¿Qué significa inequidad?

La noción de inequidad adoptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OPS se reserva para las desigualdades que son “innecesarias, evitables e injustas”. Así, mientras que la igualdad es un concepto empírico, la equidad constituye un imperativo de carácter ético asociado con principios de justicia social y de derechos humanos.

Desde el punto de vista operativo, la equidad en salud comprendería eliminar las disparidades evitables en la salud y sus determinantes entre grupos humanos con diferentes grados de privilegio social. Es preciso subrayar que el problema no es que existan desigualdades, sino que las desigualdades pongan sistemáticamente en desventaja a un grupo.

¿Qué son las inequidades sanitarias?

Se entiende por inequidades sanitarias las desigualdades evitables en materia de salud entre grupos de población de un mismo país, o entre países. Esas inequidades son el resultado de desigualdades en el seno de las sociedades y entre sociedades. Las condiciones sociales y económicas, y sus efectos en la vida de la población, determinan el riesgo de enfermar y las medidas que se adoptan para evitar que la población enferme, o para tratarla.

¿Qué significa salud?

La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud en su constitución aprobada en 1948. Este concepto se amplía a: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades." En la salud, como en la enfermedad, existen diversos grados de afectación y no debería ser tratada como una variable dicotómica.

Derechos de los pacientes.

Las personas tendrán derecho a:

1. Información clara y oportuna de su enfermedad, de los resultados de sus exámenes o de los trámites que debe realizar para acceder a una atención de salud. Así como también de las alternativas de tratamiento que dispone para su patología y los riesgos que puede enfrentar.

2. Una atención oportuna, que se atienda a la hora que fue citada a la consulta médica, que la cirugía se realice en los plazos establecidos, que el medicamento o el resultado de un examen se le entregue cuando lo necesite.

3. Seguridad y protección al interior de los centros de salud para evitar que un paciente se caiga de la cama mientras está hospitalizado, o se le suministre un medicamento equivocado o se le opere de la cadera que no corresponde. También significa que el médico o funcionario que lo atiende se identifique o tenga una credencial con su nombre y cargo.

4. Trato digno, recibir una atención respetuosa y amable. Es decir: que le llamen por su nombre, que le respondan adecuadamente cuando pregunte, que se respete su decisión de querer o no informar a sus familiares sobre su estado de salud, que le pidan autorización para ser filmado o que le tomen fotografías ya sea para fines médicos o comunicacionales.

5. Compañía y asistencia espiritual, se le permita ser visitado por familiares o amigos durante su hospitalización o ir acompañado a la consulta médica o recibir orientación religiosa o espiritual, si lo desea.

6. Un informe médico que contenga todos los procedimientos aplicados mientras recibió una atención de salud o estuvo hospitalizado. Eso incluye: el diagnóstico, quién los atendió, los exámenes que le realizaron, qué medicamentos se le suministró, el tiempo que permaneció internado en el hospital o clínica.

7. Un informe financiero que incluya los precios de las prestaciones que recibió, además de los insumos, medicamentos, honorarios médicos, exámenes, derechos de pabellón, día-cama, información que debe ser dada a conocer antes del pago. También se deben explicar cuáles son los plazos para cancelar la deuda y los cargos que se aplican por intereses.

8. Resguardo de su ficha clínica y sus datos médicos los cuales no pueden ser entregados a otras personas que no sea usted. terceros.

9. Aceptar o rechazar un tratamiento, una cirugía, o cualquier otro procedimiento médico. Esto tanto en el caso que la persona esté sana o en una condición terminal. No obstante, en ningún caso el rechazo podrá tener como objetivo la aceleración artificial de la muerte o un suicidio asistido.

10. Aceptar o rechazar ser parte de una investigación científica. En este caso la persona debe autorizarlo por escrito. Y se tiene que respetar un protocolo.

11. Respeto a la interculturalidad. En los centros de salud, que tienen alta concentración de población indígena, se debe contar con facilitadores que hablen su lengua y una señalización en idioma español y del pueblo originario.

Inequidades socioeconómicas

Hasta el año 1979 existía en Chile un sistema único de atención pública de salud, centralizado, de calidad, equitativo e inclusivo. Este sistema, el Servicio Nacional de Salud (SNS), fue pensado e impulsado desde la década de los cuarenta, basado en gran medida en la experiencia del sistema de salud Inglesa. A su vez el financiamiento del SNS era provisto por el Estado de manera directa, y también, desde fines de los sesenta por el Servicio Médico Nacional de Empleados Públicos (SERMENA) quienes podían acceder a una atención más personalizada a través de comprobantes, estableciéndose cierto grado de diferenciación con los obreros e indigentes. Una parte muy pequeña de la población tenía acceso a prestaciones privadas, por medio de pagos directos. A principios de los ochenta, el SNS se dividió en Servicios Regionales. Se evaluó el bien de salud desde la perspectiva neoliberal, asistiendo entonces a la apertura al mercado tradicional del negocio de la salud, admitiéndose la entrada de Instituciones de Salud Provisional (ISAPRE) de interés privado, que acompañarían al Fondo Nacional de Salud (FONASA), de interés público, en el aseguramiento y financiamiento de las atenciones de salud en el cual la mayor parte de este financiamiento se origina en las cotizaciones obligatorias de los trabajadores. Nuestro sistema de salud estratifica por ingreso. En FONASA actualmente se encuentran en mayor medida los obreros y desempleados (hablamos de más de un 90% de la población del quintil más pobre que disminuye hasta un 33% en el quintil más rico), pero también las personas con mayor riesgo individual: mujeres en edad fértil (10% más que los hombres en ese rango de edad) y ancianos (83%). En las ISAPRES a su vez tenemos a la población más rica (menos de un 2% del quintil más pobre contra la mitad del quintil más rico), y también la más sana: sólo un 6% de ancianos. Es así como el sistema general de salud no logra distribuir equitativamente los riesgos individuales en toda la sociedad, ni generar la solidaridad de los subsidios entre diversos niveles de ingreso lo que conlleva a una situación inaceptable desde el punto de vista socioeconómico cuando se aborda la salud como un bien público, intransable y primordial.

Inequidades educacionales

En chile prevalecen ciertas enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión arterial, sufren de obesidad y síntomas depresivos con mayor frecuencia según el nivel educacional, siendo mayor en niveles educacionales más bajos, también con respecto a la mortalidad por causas cardiovasculares las personas con bajo nivel educacional tendrían 10 veces mayor mortalidad que las personas con alto nivel educacional.

Con respecto al ingreso económico, encontramos que el 38% de las personas con bajo nivel educacional en chile pertenecen al menor quintil de ingreso, mientras que el 5% de estas pertenece al quintil de ingreso más alto, por otra parte la encuesta de calidad de vida y salud 2006 dio a conocer que a medida de que las personas pertenecen a un quintil más bajo de ingreso, hay un peor nivel de calidad de vida en relación a la salud.

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