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Pedagogía Del Sujeto


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2013  •  2.143 Palabras (9 Páginas)  •  296 Visitas

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BENEMÉRITA UNIVERSIDAD

AUTÓNOMA DE PUEBLA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

Pedagogía del sujeto emancipadora

JOSÉ LUIS GALAVIZ VALDEZ

PUEBLA, PUE. OCTUBRE DE 2013

Rabia como la de los jóvenes en Grecia en las últimas semanas. Rabia ante la violencia de la policía, rabia ante los bajos sueldos y la falta de oportunidades. Rabia hoy ante la masacre de los palestinos en Gaza por el ejército israelí. Rabia ante los cinco años de matanza y destrucción en Irak. (Holloway, 2013, pág. 1)

Pues bien, hoy en día estamos en el México de 2013, en el México que no encuentra una identificación total, lo cual nos hace considerarnos como un estado en crisis. En una nación que no acepta lo que somos, en una nación que a la vez de conservar nuestra identidad cultural, nuestras múltiples identidades locales e históricas lo que hacemos es implementar un proceso de desindializacion.

Frente a ello considero que el problema tiene que ver con la forma de la educación que hoy nos impone el sistema educativo: Maestro – alumno – enseñanza – aprendizaje – pizarrón – plan – Programa – clase – evaluación. Y en este ensayo planteo y estoy convencido que es necesario aprender a decir ¡NO!, de modo puede ser como forma de trasformar el orden y elaborar directamente resistencias. Entonces, la propuesta educativa que sugiero, es la enseñanza hacia el sujeto transformando una educación fuera del sistema educativo, un sistema que desobedezca al programa del gobierno, un sistema emancipado y transformador de la educación popular. De esto se trata, de una disposición primaria, porque es nacida del deseo de otra cosa ante la educación que hay.

Creo que un programa de trabajo para cambiar la educación, cambiando nuestra práctica, esta tiene que ver con a) intentar un desplazamiento epistémico en el acto y la relación educativa, b) intentar un desplazamiento lingüístico y c) con un venir de otro modo al encuentro educativo. Hay que apurar un desplazamiento en los modos de ponerse de los que participan en la relación educativa, ante el conocimiento. Imaginemos que en la educación decidimos desplazar las preguntas, ¿qué es esto? y ¿cómo debe ser?, preguntas centrales del acto educativo a la manera de decir, venimos aquí a aprender lo que es y lo que debe ser, para poner en el centro la pregunta de ¿qué nos pasa? De qué modo hay que acceder, desde allí a lo que vamos siendo y cómo queremos que sean las cosas que nos pasen. Imaginemos que la educación no es primero conocer que es la Vida, sino ante todo saber cómo nos va en la vida: que en la educación tomamos el camino largo de la experiencia para hacer aprendizajes, en lugar del camino de la explicación y de la demostración.

El punto de vista que quiero mostrar, es el siguiente: podemos intentar lo educativo de un modo inédito que lleve al florecimiento del sujeto, si apuramos en el acto y en la relación educativa un desplazamiento epistémico y un desplazamiento lingüístico, respecto al modo actual de hacer las cosas, y si logramos venir al acto educativo, a la relación educativa, como un venir a lo porvenir, a lo que está por darse en el encuentro y en la conversación. Podemos hacerlo y en este hacerlo se da el advenimiento de un modo de sujeto, subjetividades que se ponen como sujeto en el intento de darse cuenta, y subjetividades que luego veremos, solo pueden ser subjetividades radicales emancipadoras.

Entonces frente a ello, y con la idea de hacer un mundo diferente “que se vayan todos…y no quede… ni uno solo. ¡Qué sueño! ¡Qué sueño bello! Imaginémoslo: un mundo sin políticos, un mundo sin sus amigos capitalistas, un mundo sin Estado, un mundo sin capital, un mundo sin poder” (holloway, 2010, pág. 4)

Esa es la idea de oponernos ante el sistema, de desobedecer, de ser rebeldes, radicales y sobre todo resistentes, tenemos hoy en día un sistema político que ya no sirve para las necesidades del pueblo, que le dé oportunidad a los ciudadanos, a la sociedad a desarrollarse y a ser gobernado de una mejor manera.

Por hoy tenemos una realidad en que nuestro país no solo atraviesa una crisis económica, sino una crisis que alcanza la mismísima estructura del tejido social. Una nación sin identidad que se colapsa lentamente. Como toda enfermedad, el primer paso es aceptarnos y reconocernos como una sociedad profundamente enferma.

Todos nos preguntamos, ¿qué acciones podemos tomar? Pero para ello hay que entender quiénes somos de dónde venimos, como es que hemos construido esta realidad, ye hemos de comenzar por en ahondar nuestro pasado, y que este nos revele el presente, para entonces poder visualizar nuestro futuro.

Es por eso, que menciono la idea de Holloway, una idea de emancipación educativa fuera del sistema, en la idea de cambiar el mundo sin tomar el poder, pero tampoco ser objetos del poder del estado, del poder del gobierno si no identificarnos como sujetos, resinificando cuatro principios que considero eficaces para poder ser yo. Radicalidad, rebeldía, resistencia y subversión. Radicalidad en la idea de ir hasta la raíz de las cosas de ir hasta la raíz del problema, rebeldía de tener la capacidad de decir soy o somos rebeldes por tanto existimos.

Como lo menciona Juif y Legrand “ha llegado a ser evidente para todos que la formación inicial obligatoria es insuficiente para responder a las exigencias de una formación completa, ya sea general o profesional, es decir, que el ser humano desde su nacimiento es un ser sujeto de educación” (halloway,1988, pág. 16-17). educación que lo transformará a través del tiempo pues esta nunca será suficiente, como decía Delors citado en Guzmán “ya no basta con que cada Individuo acumule al comienzo de su vida una reserva de conocimientos a la que podrá recurrir después sin límites” Así como la educación puede transformar esta también puede ser una carga o frustración para los individuos ya que en la particularidad de cada uno está la posibilidad de aprender lo deseado y es en los niños donde se deben aprovechar más sus cualidades, como nos detalla Dewey citado en Juif y legrand, “si sabemos descubrir los impulsos y las costumbres activas del niño y si sabemos hacerlos trabajar con método y con fruto, proporcionándoles un ambiente apropiado, no tendremos necesidad de atormentarnos mucho respecto a sus intereses:

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