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EL TRASTORNO ESPECÍFICO EN EL DESARROLLO DEL LENGUAJE EN LOS NIÑOS


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2017  •  Resúmenes  •  6.644 Palabras (27 Páginas)  •  234 Visitas

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Tema: EL TRASTORNO ESPECÍFICO EN EL DESARROLLO DEL LENGUAJE EN LOS NIÑOS

     

     La competencia lingüística implica habilidades en diversos subdominios del sistema lingüístico, por un lado la competencia lingüística requiere un conocimiento de diferentes aspectos de la forma lingüística: fonológica, morfológica y sintaxis y por otro la demanda de un conocimiento del significado (semántica). Con lleva además una capacidad para expresar e interpretar significados en el intercambio comunicativo (pragmática).

     Todos estos componentes del lenguaje, entendido como sistema, son adquiridos gradualmente por el niño en su maduración, cuyas propias capacidades cognitivas le permite que se dé ese logro. Las distintas dimensiones del lenguaje están íntimamente relacionadas e integradas.

     En las primeras etapas de la vida adquirimos el léxico de nuestra lengua materna y nos familiarizamos con sus reglas gramaticales, sin embargo, entre el 2%, el 5% y el 7% presenta un déficit especifico en el desarrollo de las habilidades para decodificar y codificar el lenguaje. Esta patología se denomina disfasia o trastornos específicos del desarrollo del lenguaje (TEDL); es una incapacidad probablemente innata, de grados variables de severidad y bastante heterogénea.

    Los primeros estudios acerca del TEDL se remontan al siglo XIX, numerosos autores durante ese siglo publicaron diferentes casos clínicos de niños, pero sus descripciones eran muy pobres y no quedaba claro si eran alteraciones del lenguaje, del habla, de la voz o combinaciones de ellas. En 1822, F. Gall publicó una descripción de los niños que presentaban problemas del lenguaje y fue el primero en señalar que la capacidad del lenguaje se localiza en los sectores frontales del cerebro. Al comienzo del siglo XX se comenzó a utilizar el término “afasia congénita”, incluyendo la presencia de dificultades en la producción y en la  comprensión del lenguaje.

    El Concepto y la denominación del TEDL ha cambiado con el tiempo; muy diversas fueron las formas de denominar esta dificultad a lo largo de la historia de la medicina: sordera verbal congénita, alalia idiomática, afasia congénita, disfasia de desarrollo, audiomudez, síndrome afasoideo, disfasia, lenguaje desviado, trastorno del lenguaje, trastorno evolutivo del lenguaje, entre otros; cada uno intentaba poner de relieve el carácter nuclear del problema.

    La etiqueta “afasia congénita” suele destacar una incapacidad en la adquisición del lenguaje oral, “audiomudez” un retraso grave del lenguaje (expresión y comprensión) y la ausencia de enunciados verbales a los seis años y el término “afasia ideopática” implica la no existencia de una alteración reconocible capaz de explicar el defecto.

    En la actualidad TEDL, se considera la más adecuada para definir el trastorno disfásico porque:

  • Alude a la especificidad del trastorno.
  • Se produce durante el desarrollo del lenguaje.
  • Las dificultades lingüísticas no se explican por otra u otras patologías.
  • Descarta los trastornos específicos del lenguaje adquirido.

    El  TEDL implica una exclusión de todos los defectos del lenguaje resultantes de trastornos de conducta, defectos auditivos, alteraciones motoras y deficiencia intelectual global. Pero gran cantidad de investigadores señalan que una definición de TEDL basada solamente en los criterios de exclusión no es del todo adecuada, por ello estos profesionales tienden a esforzarse por hallar una definición positiva que se base en rasgos esenciales. Entre tales características se destacan:

  • El desarrollo del habla está enlentecido y retardado.
  • El desarrollo del habla está estancado.
  • Las distintas dimensiones lingüísticas (fonología, morfología, semántica, sintáctica y/o pragmática) están limitadas en diversos aspectos. Todo esto tienen consecuencias muy negativas para la expresión y/o comprensión del habla y el lenguaje.
  • El déficit lingüístico hace que la capacidad general para la comunicación del niño se encuentra extremadamente reducida.

 Por otro lado en las investigaciones actuales, los criterios de discrepancia cronológica (diferencia entre la edad cronológica y la lingüística) han sido reemplazadas por los criterios de discrepancia cognitiva (diferencia entre la edad mental y la lingüística).

En la inclusión de niños con TEDL se debe evitar:

-Falsos positivos: niños cuyas dificultades psicolingüísticas se explican por el retraso cognitivo que presentan

-Falsos negativos: niños con retraso mental que tienen unas características

     El lenguaje de un pequeño con TEDL no tiene las características del lenguaje de un niño menor, sino que es un lenguaje alterado en algunos aspectos, es como señalan algunos autores, un lenguaje desviado.

     Así el retraso simple del lenguaje se considera un retraso más benigno que el TEDL.

     En la clasificación Internacional de las Enfermedades, el TEDL se define como:

Trastorno especifico de la pronunciación.

  1. Capacidad de articulación del lenguaje medida con una prueba estandarizada por debajo de 2 desviaciones estándar para la edad cronológica del niño.
  2. Capacidad de articulación de al menos 1 desviación estándar por debajo de CI no verbal medido con una prueba estandarizada.
  3. Expresión y comprensión del lenguaje, medida en un test estandarizado, dentro del rango de 2 desviaciones estándar para la edad del niño.
  4. Ausencia de déficits neurológicos, sensoriales o somáticos, que afecten directamente la pronunciación.
  5. Criterio de exclusión utilizado con frecuencia: CI no verbal por debajo de 70 medido en una prueba estandarizada.

Trastorno de la expresión del lenguaje 

  1. Capacidad de expresión del lenguaje medida con una prueba estandarizada por debajo de 2 desviaciones estándar para la edad cronológica del niño.
  2. Capacidad de expresión de lenguaje de al menos 1 desviación estándar por debajo del CI no verbal medido en una prueba estandarizada.
  3. Capacidad de comprensión del lenguaje, medida en un test estandarizado dentro del rango de 2 desviaciones estándar para la edad del niño.
  4. Utilización y comprensión de la comunicación y funciones no verbales del lenguaje dentro de un rango normal.
  5. Ausencia de déficits neurológicos, sensoriales o somáticos, que afecten directamente la expresión de lenguaje o de un trastorno generalizado del desarrollo.
  6. Criterios de exclusión frecuente: CI no verbal inferior a 70, medido en una prueba estandarizada.

Trastorno de la comprensión del lenguaje 

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